¿Has visto alguna vez una película con actores desconocidos y te has quedado deslumbrado por algún protagonista, con el convencimiento de que estás viendo una estrella de cine?
Pues eso es lo que me pasó al ver las primeras escenas de la serie Home Before Dark (en casa antes de que anochezca) en las que la protagonista Brooklyn Prince sale andando por la calle.
Lo que es entender la frase “presencia escénica”. Algo en su aplomo, en su postura, en su manera de enfrentar la cámara… hace que automáticamente destaque sobre el resto.
Justo lo opuesto de Jim Sturgess… si hablas de un actor encasillado, tienes que visualizar al bueno de Jim. Atrapado en esos papeles de persona con pasado (bien alcohólico, bien drogadicto, bien traumatizado por algo del pasado, bien todo a la vez) con problemas para expresar sus emociones, y una lentitud en la actuación a veces un tanto irritante. Uno siente la tentación de gritarle “¡Suéltalo ya, para que podamos pasar a la siguiente escena!”.
Pero siempre tiene problemas para expresar sus emociones o incluso sus pensamientos.
El resto del elenco está más bien desdibujado, son meros comparsas con picos puntuales para poder tener su escena, pero todo se reparte entre Brooklyn y Jim.
La historia es apta para jóvenes y adultos: un tanto estereotipada en el sentido de pequeño pueblo, todos se conocen, gran secreto, hermana adolescente, polis malos, periodistas, y una mezcla de pericia, intuición y simpatía que hace que la joven investigadora triunfe al perseguir con tenacidad su camino, enfrentándose a quien haga falta y defendiendo los valores que le han transmitido.
En ese sentido, es agradable de ver, sin sobresaltos y una tensión liviana que no aguanta muchos minutos. Porque no es su objetivo (no se trata de Stranger Things). La cámara sigue las peripecias de la investigación de la aprendiz de periodista (que, por supuesto, le da mil vueltas a los periodistas y detectives profesionales) y cómo va desenredando la madeja de algo que ocurrió cuando su padre era niño en esa misma localidad.
Me he acordado de que aún no había hablado de ella al sacar, el otro día en la entrada de Qué viene en Apple TV+ que ya está anunciada la segunda temporada.
Como ocurre en estos casos, la niña Brooklyn está creciendo rápidamente y ya no tiene el candor infantil de la primera temporada, pero tiene la profundidad de la mirada que la caracteriza. Eso no lo ha perdido.
Índice
Lo mejor
La interpretación de la protagonista. No hay duda de por qué la serie gira en torno a ella.
Lo peor
La ausencia de sorpresas, los estereotipos, la “blandura” del argumento que en ocasiones pide un poco más de tensión.
Conclusión sobre Home Before Dark
La serie está inspirada en la figura de Hilde Lysiak, una niña que a los 10 años se convirtió en el miembro más joven dentro de la Sociedad de Periodistas Profesionales al resolver un asesinato ocurrido cerca de su casa. La serie tiene diez episodios.
Si te gustan las series de misterio que te dejan buen sabor de boca (por oposición a tener pesadillas por la intensidad de la acción), Home Before Dark se ve sin problemas.
Me encantó esta serie. No podía dejar de verla durante el confinamiento. La niña es genial pero a mí toda la atmósfera me cautivó. Reconozco que tengo debilidad por series/películas de niños que van en bici resolviendo cosas.
Creo que es de las mejores series de Apple TV+, incluiría Defendiendo a Jacob que me gustó bastante también.