Sobre el nuevo MacBook y otras hierbas

Cuando acabó la Keynote el pasado lunes, escribí un artículo corto y sincero sobre lo que representaba para mi el nuevo MacBook, “El nuevo MacBook: el iPad para los que no quieren un iPad“.

De hecho, el nuevo MacBook tiene muchas más cosas en común con el iPad de lo que parece en un principio y que Apple lo comercialice en tres colores lo sitúa de forma más o menos consciente más cerca del tablet que de los ordenadores.

Me gustaría retomar ese artículo explicando las razones del mismo y ampliándolas, ya que el nuevo MacBook es para mi un experimento de Apple, una cuña metida entre dos gamas en busca de proteger los intereses de la compañía.

Pero empecemos por el iPad

Las cifras de ventas del iPad no pasan por su mejor momento y es o es algo que ha reconocido Apple. El iPad, como tal, no es un dispositivo como el teléfono que el usuario tiene la necesidad de cambiar cada año sino que tiene un ciclo de renovación más largo. EL motivo de este ciclo de renovación no es precisamente un problema técnico como tal sino un problema de uso. Para el uso que se le está dando no es necesario cambiarlo cada año en busca de mejoras notables a pesar de que Apple ha hecho un importante esfuerzo en integrar en este dispositivo cualidades impensables como una extremada delgadez, una larga autonomía y sobre todo un alto rendimiento. Solo hay que utilizar un iPad Air 2 durante unos minutos para darse cuenta que es muy rápido y tiene un alto rendimiento en la realización de tareas de todo tipo.

El problema del iPad, y es quizás “el gran problema”, es que para el usuario del dispositivo resulta complicado utilizarlo para generar información. Es muy cómodo para consumir contenido pero crearlo es otro cantar. Hay dos razones para ello: la integración del teclado y la gestión de archivos.

Teclear en un iPad puede ser cómodo o menos cómodo, pero el problema principal de la integración del teclado es que al utilizarlo perdemos un gran porcentaje de la pantalla. Si te has sentado a escribir (de verdad) en un iPad, te habrás dado cuenta que para obtener una vista general de lo que estás escribiendo y realizar las correspondientes ediciones de fallos y cambios hace falta mucho trabajo, mucho más que con un ordenador tradicional ya que en sí es poco flexible. Cuando, entonces, tienes un porcentaje reducido de la pantalla para trabajar ya que gran parte del mismo la ocupa el teclado y la edición de textos y modificaciones al documento llevan más tiempo del habitual al final abandonas, utilizas el iPad para el consumo de contenido y eso implica que no vas a necesitar cambiar el dispositivo con mayor frecuencia porque necesitas más potencia para poder abordar una mayor carga de trabajo. Simplemente la cantidad de tiempo (comparativa) que se pierde en ese trabajo acaba desplazando al iPad como herramienta productiva salvo que tengas mucha voluntad y tiempo para utilizarla.

El segundo problema del iPad es la forma en la que tiene a ahora de tratar los archivos. Para trabajar con archivos con un iPad tienes que cambiar totalmente el paradigma que has aprendido con los sistemas operativos de escritorio, orientados al documento y no a la aplicación como ocurre con el iPad. Además, el mover documentos entre aplicaciones o sistema de almacenamiento, herencia del sandboxing como medida de seguridad, es una tarea pesada e incómoda y al final no puedes reorganizar todos los documentos de un proyecto en una sola carpeta sino que están salpicados aquí y allá entre aplicaciones.

Para solucionar este problema Apple incluyó en iOS 8 las extensiones como forma de transferir información entre aplicaciones: el problema es que esta forma de transferir información no es intuitiva como tal, mucha gente desconoce que puede hacerlo y en ocasiones no queda claro el proceso, por no hablar de que muchos desarrolladores no han aprovechado las características de las extensiones y el usuario se ve forzado a recordar cada pequeña idiosincrasia de las aplicaciones que ha comprado.

Sin embargo, estos cambios, por profundos que sean, no acaban de funcionar. El usuario común, que no tiene conocimientos ni tan siquiera “medios” sobre tecnología desconoce que esas opciones están ahí, le cuesta acceder a ellas y acaba teniendo ataques de ansiedad por lo que le cuesta hacer las cosas. Y por eso no renueva el iPad o no se compra otro tablet.

Conforme el problema con el iPad se ha ido agudizando, resulta evidente que en Apple decidieron adelantar un par de pasos y buscar una solución a este problema. Es decir, satisfacer las necesidades de esos usuarios que necesitan algo parecido a un iPad en términos de potencia y portabilidad “pero” no acaban de hacerse con el iPad como herramienta productiva.

Así que Apple se puso a trabajar en el nuevo MacBook. El objetivo de Cupertino era conseguir en la medida de lo posible solucionar todos los problemas que ocasionaba el iPad al usuario y ofreciendo la misma experiencia de uso del mismo, es decir, la misma portabilidad con un form factor reducido, la misma pantalla de calidad, la autonomía e incluso, los colores del dispositivo.

Para alcanzar todas esas metas, Apple ha tenido que innovar en una buena serie de campos añadiendo tecnologías de todo tipo: desde el teclado pasando por el trackpad hasta las baterías, la placa base… en resumidas cuentas, todo o casi todo lo que hay en el MacBook es experimental, en todos los sentidos. La parte buena de esto es que muchas de estas tecnologías acabarán en otros ordenadores y dispositivos de la compañía y la mala es que los early adopters del MacBook las tienen que pagar a precio de latinio dorado.

Entornos controlados

El nuevo MacBook, al igual o incluso peor que el iPad, es un dispositivo para entornos controlados. Cuando hablamos de un entorno controlado, hablamos de una serie de ubicaciones en las que sabemos que vamos a poder utilizar nuestro dispositivo porque tenemos acceso a información almacenada en lugares remotos debido a las limitaciones propias en la capacidad de almacenamiento de nuestro MacBook o en el uso que le vamos a dar, ya que generalmente requeriremos de una conexión a internet permanente o casi permanente.

El argumento de venta de Apple al respecto del MacBook es que ahora todo es inalámbrico. Perfecto, no hay problema, pero en muchos sitios no hay conexión inalámbrica. Y si vas a usar el MacBook en entornos variables de conectividad, quizás no sea una máquina tan perfecta como nos la venden porque si no puedes conectar con tus archivos lo mismo te da llevar un MacBook que un tablet de 50 euros. Precisamente por eso el entorno controlado para el usuario de este ordenador es esencial: lanzarse a la carretera si saber si vas a tener conexión a algo imposibilita bastante su uso. Vale, puedes acompañarlo de un iPhone y una tarifa de datos jugosa, pero ves sumando el desembolso económico de todo el entramado.

El puerto

La otra “movida” es el puerto. OK, es un iPad en versión Mac así que si en un iPad solo hay un puerto, ¿para qué vas a utilizar más en un MacBook siendo un sustituto del iPad?.

El uso del conector USB-C es estupendo para este dispositivo porque tapa, a su manera, todos los posibles usos de intercomunicación con el exterior de forma física (discos duros, pendrives, pantallas y proyectores) a costa de llevar un collar de dongles (y a un precio, señores), pero de ahí a enterrar el uso de puertos en el resto de los portátiles de Apple hay un trecho y largo. Los “testigos del USB-C” aseguran que en el nuevo milenio Apple habrá eliminado los puertos USB tradicionales, Thunderbolt y el conector MagSafe.

Mientras que los puertos tradicionales USB si acabarán siendo desplazados en un futuro, otros tipos de puertos están y seguirán allí en las máquinas profesionales y para usos genéricos: hay que pensar que no debemos mirar en nuestro entorno más cercano para establecer una “media de uso generalizada” ya que hay millones de usuarios con necesidades especiales que requieren que cierto tipo de tecnologías se mantengan para justificar la inversión adicional que han hecho. Un entorno cambiante (y mareante) a este respecto ocasionará una fuga masiva de usuarios a una plataforma que les permita mantener una estructura estable de hardware que pueda ir migrando de forma paulatina.

Últimas palabras

Lo peor que se puede hacer cuando Apple lanza un nuevo equipo es “subirse a la parra” y pensar que desde ese punto “todo el campo será orégano”. La compañía de Cupertino tiene que atender muchos mercados y aunque es muy valiente a la hora de tomar estas decisiones, siempre ha permitido hacer transiciones más o menos suaves ofreciendo otros equipos en gamas alternativas hasta realizar un cambio total. ¿Eliminará el puerto USB tradicional? Sí, claro, pero no de forma inmediata ni en todos sus ordenadores. ¿Eliminará Thunderbolt? De la gama profesional y los modelos más altos de la gama del iMac ya te puedo asegurar que no, ya que USB3 no es capaz de competir con Thunderbolt cuando se elimina el cuello de botella de los discos duros mecánicos. ¿Eliminará MagSafe? En absoluto y las razones son tan claras que si no las ves es que no has entendido nada de este artículo.

Al final el MacBook es un ordenador que viene a suplir un agujero en las gamas de Apple y es además un proyecto experimental sobre el que se aprovecharán muchas de las gamas de producto de Apple. Pero tomarlo como punto de partida para que todo “sea así” a partir de ahora porque esa es la apreciación de una serie de personas que no son capaces de ver de forma más amplia lo complicado y espinoso que es el mercado de los ordenadores y solo ven el pequeño fragmento que les rodea es muy, muy arriesgado. Sobre todo cuando la división de ordenadores de Apple está funcionando tan bien comparativamente con otras empresas y Cook no es tan tonto como para darse un tiro en el pie.

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Santiago
Santiago
9 years ago

No es exactamente igual que un ipad…

[img]http://i.imgur.com/Kfsw0jf.gif[/img]

Santiago
Santiago
Responder a  Santiago
9 years ago

hmm no salen las imágenes

http://i.imgur.com/Kfsw0jf.gif

Yules
Yules
9 years ago

A mí, como dije cuando se filtró, me parece un paso más en la línea que marcó Jobs de reducir el hardware a su mínima expresión, como se evidencia cuando se analiza la evolución de la mayor parte de los productos de su gama (con el permiso de los telefonacos, aunque sigan intentando hacerlos más delgados). Eso sí, el paso es tan largo en esta ocasión que no se han atrevido a sustituir con él los Air, como hubiera sido lo natural: ultraportátil por ultraportátil. Otra evidencia de lo largo de este paso es que está visto que a la mayor parte de la gente no le cabe en la cabeza. 😉

Pues yo sí lo veo. No para mí, que he sacado mi portátil de casa veces contadas, pero si anduviera todo el día con el portátil a cuestas, que es un espectáculo que veo con frecuencia en ejecutivos y comerciales que tiran de maletillas con ruedas, lo vería aún más ¿Que podrías tener problemas para acceder a una Wifi en Villatempujo si resulta que 256 o 512 Gigas son poco espacio para tus documentos y aplicaciones profesionales? ¡¡¡!!!, pues no, no es para ti, pero pocos ejecutivos o comerciales tiran de sus maletitas en Villatempujo ¿Que puedes ir a un lugar donde no tengan Wifi o tenga poca velocidad? Pues sí, pero estamos en la era del 4G y en los albores del 5G. Yoigo tiene una tarifa de voz y datos ilimitados por 29€ al mes, y estas cosas suelen ser sólo el principio ¿Que tienes el capricho de pasarle a alguien un archivo en un pincho porque no puedes enviárselo por correo electrónico, ni tiene una cuenta en la nube desde la que puedas traspasárselo desde la tuya o a la que puedas subírselo? Pues sí, aunque el problema es más del receptor que del emisor, necesitas un adaptador. Pero no me digas que no puedes desenchufar el equipo porque se está cargando. Estamos hablando de 9 horas de batería y aunque se diera la circunstancia de que has tenido la falta de previsión suficiente como para tener que estar cargándolo mientras lo usas ¿es que no puedes desenchufarlo para usar el pincho y luego seguir cargando? Que yo sepa, las baterías modernas no sufren con las recargas parciales….

Pues no, que no cuela. Quizá se ha adelantado unos años. Pero no muchos, no lo pierdan de vista.

Como anécdota, recuerdo que llevando más de un año con mi primer pincho USB en el bolsillo, uno de 128 Megas (sí, Megas) por el que pagué en una buena oferta sólo 39 €, todavía mucha gente de a pie se sorprendía cuando les decía para qué servía y que dentro cabía el equivalente a unos 90 disquetes. Estoy seguro de que esos son los mismos que ahora se aferran a sus pinchos como si les fuera la vida en ellos.

Alquimista
Alquimista
Responder a  Yules
9 years ago

No hace falta irse a Villatempujo para quedarse sin wifi. Además ir por ahí conectándose a cualquier wifi abierta no es la mejor medida de seguridad…

Alquimista
Alquimista
9 years ago

Mmmmmm, según tu primer argumento, ¿no debería Apple haber incluido una ranura paea la nano-SIM? ¡Eso sí habría sido rompedor! Porque no hace falta irse a Villatempujo para encontrar lugares sin wifi, y eso sin olvidar que no es muy seguro ir por ahí conectándose a cualquier wifi…

lordshin
lordshin
Responder a  Alquimista
9 years ago

Supongo que ahí entrar el compartir internet del iphone (también sin cables).

Alquimista
Alquimista
Responder a  lordshin
9 years ago

Ni creas que lo que puedes hacer aquí -en España- lo puedes hacer en otros países, de hecho, en Estados Unidos las telecos ponen muchas trabas a eso.

Alquimista
Alquimista
Responder a  lordshin
9 years ago

Off topic: ¿cómo se hace para poner la foto en el perfil?

Yules
Yules
Responder a  Alquimista
9 years ago

Claro, hubiera sido lo ideal, pero estaríamos hablando de un equipo notablemente más caro y con otro reparto del espacio interior, algo menos de batería, etc… Imagino que en Apole, como en otros aparatos, han preferido no diseñar el equipo para la excepción que confirma la regla, que debería ser la de que si las unidades de almacenamiento disponibles no te bastan en un equipo que debería ser más tu maletín de mano que tu armario ropero, tampoco es equipo para ti.

Lo de notablemente más caro lo digo porque si en el iPad el hardware y los royalties implicados suponen $120€ a mayores, en este equipo, dadas las servidumbres que impondría el diseño para la situación de la bandeja de la SIM, una placa base exclusiva, etc, yo le echaría algo más.

A ver si alguien les pregunta y nos contestan, aunque también está resistencia de Apple a ponerle comunicaciones celulares a sus portátiles podría estar relacionada con estos intentos de independizarse de los operadores de telefonía y sus SIMs con los que han amagado en algunas ocasiones. Quién sabe.

Alquimista
Alquimista
Responder a  Yules
9 years ago

Pues conociendo a Apple me la imagino perfectamente colocando una bandeja interna, tal cual: destornillador, tapa fuera, SIM dentro, atornillar de nuevo y listo.
Creo haber leído que en Barcelona han oficializado las SIM virtuales -ese viejo sueño de Apple-, así que ahí tienen una buena oportunidad.

Yules
Yules
Responder a  Yules
9 years ago

Sí, porque Apple y atornillar, como que no los veo juntos, salvo tornillos pentalobulares, claro.

Mandibul
Mandibul
9 years ago

Hola.
¿Supongo que aunque el puerto es multiformato no se pueden usar ladrones de varias cosas, ¿no?
Por ejemplo: tener una conexión de vídeo y una de usb a la vez…

tecaware
tecaware
9 years ago

Cómo encajan el Touch ID, la conexión celular, la cámara y la inseparabilidad del teclado en esta teoría?

radarr
radarr
9 years ago

Ahora están a punto de lanzar un Mac con un procesador muy semejante, pero esta vez sin teclado.
Está claro que el futuro de la entrada de datos está en la voz. Por eso Apple, de nuevo, da un paso adelante y señala el camino a los usuarios.
Sin embargo, no debemos preocuparnos…. para este periodo de transición se han desarrollado teclados externos (en aluminio; dorado) que podrán ser conectados vía adaptador (también aluminio). Las extensiones, disponibles con PayPal.
Se venderán por separado- Sin pilas.

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