Tiempos de Paz, la homilía de Sinesby

Si hace unas semanas estábamos exaltados, preocupados, impresionados,… con la gran noticia de Apple, ahora, después de largas batallas campales, movimientos reivindicativos e insultos al vecino, podemos medio respirar.

El problema comenzó con un simple rumor, que dejó de serlo en tiempo record, 1 hora para decir nada, pero muchas cosas a la vez. A simple vista podría parecer un disparate, y de hecho fue ese disparate el que produjo la inclusión de armamento nuclear de alto riesgo en la situación. Era el fin de la vida en este mundo, en los foros, chats, etc. los más atrevidos vaticinaban un futuro incierto y mísero. ¿Qué será de nosotros?, ¿y ahora como nos gastaremos el sueldo? Algunos camicaces bien entrenados amenazaban con pasarse a PC si alguien no sacaba la bandera blanca a tiempo.

Tras incalculables pérdidas en el frente y con un horizonte aun humeante, ya sólo nos queda rezar y practicar la palabra con predicadores de gran renombre y otros surgidos de la nada. La fe es la respuesta, los científicos sólo pueden hacer estimaciones imprecisas y carentes de fundamento. Aun no sabemos la gran verdad, ni la sabremos hasta dentro de un año por lo menos, ¿que ocurrirá mientras tanto? de todo, pero nada en especial, nos esperan largos meses de sequía, las noticias seguirán llegando con cuenta gotas y la desesperación nos conducirá a pensar en cosas que nunca hemos querido pensar. Esperemos que para cuando todo esto termine, no sea demasiado tarde.

Pero la esperanza es buena, y el camino tomado hasta ahora parece correcto. Démosle una o dos oportunidades más al que tantos buenos momentos nos ha proporcionado. La lejanía nos impide ver lo que tanto deseamos, pero conforme nos acerquemos, el bulto irá tomando forma, para bien o para mal. Vivimos nuevos tiempos, vivimos… ¿tiempos de paz?

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