Fat Freddy invita a: OpenOffice.org 1.0 para Mac Os X

La competencia de la Suite más vendida en el mundo que aspira a erigirse en la más regalada (4,5 millones de descargas en su primer año), ya en versión Golden Master para Mac Os X.

Todo un movimiento filosófico

Anunciabamos hace unos dias en faq-mac.com la finalización del desarrollo de la versión mac de esta “suite de oficina”.

OpenOffice.org es más que eso. Su condición de desarrolladores de una aplicación gratuita de código abierto que es capaz de hacer la competencia a uno de los buques insignia de Microsoft, hace que su labor trascienda de lo méramente práctico, para convertirse en todo un movimiento popular de gran actividad muy relacionada con el resto de comunidades Open Source de todos conocidas.

Lo mejor de todo ello es que, fieles a sus principios, aspiran a extenderse a todas las plataformas (de hecho, casi lo han conseguido). Es por ésto que, aunque los usuarios de Linux y Windows disfrutan de estas aplicaciones desde hace tiempo, el equipo de Macintosh acaba de finalizar el desarrollo para Mac Os X. Desgraciadamente, no está programada una versión para Classic. La Comunidad no cierra la puerta a esta versión, pero dejan claro que la complejidad de portar desde cero una aplicación a este sistema la convierten en una opción improbable.

¿Qué ofrece OpenOffice.org?

La Suite consta de aplicaciones similares a la de Microsoft para convertirse en una alternativa real y no un vano intento complicado de instalar, configurar, manejar o aprender. OpenOffice cumple las espectativas.

Las aplicaciones que incluye son:

Writer: el editor de texto. Una herramienta muy completa para crear documentos, informes, boletines de noticias, y folletos de sobremesa. Permite integrar fácilmente diagramas e imágenes en documentos, y publicar contenidos web, herramientas de corrección, opciones de buscar/cambiar… tiene todo lo que se puede pedir a un editor de texto y más. Además, reconoce perfectamente documentos de Microsoft Word tanto al abrir como al guardar.

Calc: la hoja de cálculo. Utilizada para realizar análisis de datos, dispone de herramientas para realizar gráficas estadísticas 2D y 3D. Compatible con bases de datos corporativas y, de nuevo, capaz de reconocer los archivos de Excel. Como ellos dicen, “eres libre de abrir o guardar tus archivos en formato Excel para enviarlos a la gente que permanece bloqueada en los productos Microsoft”.

Impress: permite realizar presentaciones multimedia a nivel de otras aplicaciones de manejo sencillo. Muy rápido e intuitivo en su manejo, ofrece animaciones y efectos especiales así como herramientas de dibujo. Por supuesto, compatible con archivos Powerpoint.

Draw: genera tanto diagramas simples como ilustraciones dinámicas 3D con efectos especiales. Reconoce los formatos gráficos más comunes.

Database User Tools: herramientas de usuario para crear bases de datos abiertas que compatibilizan todas las aplicaciones de la suite y organiza nuestros proyectos o archivos de un modo intuitivo que incluye “Arrastrar y Soltar”

En definitiva: con OpenOffice disponemos de una suite similar a Microsoft Office, perfectamente válida para la inmensa mayoría de los proyectos requeridos por usuarios aficionados y profesionales, y… ¡gratis!.

En cuanto a la compatibilidad entre ambas suites, los desarrolladores advierten que Microsoft no hace públicas las especificaciones de sus aplicaciones, por lo que no es una compatibilidad 100% fiable. Algunos usuarios de Open Office advierten que “la compatibilidad entre archivos de Microsoft Office y OpenOffice.org es incluso mayor que entre algunas aplicaciones de la propia Microsoft” 😉

OpenOffice en el Mac

Antes de nada, advertir que esta versión, aún siendo final y estable, solo funciona sobre Darwin PPC y Mac Os 10.2 con X11 instalado, lo cual hace que todavía no resulte todo lo intuitiva y ágil que sería deseable -sobre todo en el momento de su apertura-, y que su apariencia haya sido heredada de interfaces de otras plataformas. Tendrá solución: la versión nativa está siendo desarrollada en estos momentos y prometen finalizarla en breve, incluyendo, claro está, la interface Aqua.

Otras recomendaciones para su completa funcionalidad son tener instalados XFree86, dll compact, freetype y ghostscript. El instalador contiene las opciones no disponibles en el sistema y su instalación no reviste una gran complejidad.

Otra observación, y no menos importante, es el hecho de que esta versión está desarrollada únicamente en inglés. Teniendo en cuenta que es más que probable que hagamos un uso intensivo del procesador de texto, es obvio que el no disponer de un corrector en español conlleva un problema de cierta seriedad. La Comunidad en Español de OpenOffice, muy “combativa”, ha creado las traducciones del programa para Linux, Windows, Solaris e Intel, con un diccionario en castellano y catalán para todas ellas, que hay que descargar por separado. Aunque en la página no hacen referencia al respecto (intuimos que por la juventud de nuestra versión), confiemos en que en un futuro próximo dispongamos de la suite en español, y con nuestros diccionarios.

Tras darle unos repasos tenemos que reconocer que no nos han mentido. La suite resulta suficientemente completa, funcional e intuitiva (obviando el engorro que supone el tener que utilizar XDarwin y X11). En cuanto a la compatibilidad con archivos de Word, no nos hemos encontrado con ningún problema con los generados en la versión Mac del programa de Microsoft. Nos hemos visto incapaces, en cambio, de abrir alguno creado en Word bajo Windows, aunque ha podido con la inmensa mayoría. La compatibilidad “al revés” ha resultado eficaz en un 100% de los casos. Por otra parte, la curva de aprendizaje para usuarios que ya conocen o dominan Microsoft Office es realmente sencilla. Todas las aplicaciones de la suite han sido diseñadas “robando” una gran parte de la filosofía de trabajo de Microsoft office, con lo cual, a estos usuarios, casi ni les hacen falta manuales.

La velocidad de ejecución de todas las aplicaciones resulta óptima para el tipo de operaciones que realizaremos, que no requieren de complejos procesos de cálculo. Es de esperar que con la optimización del programa en modo nativo ganemos también en agilidad, aunque, repetimos, incluso ahora su manejo resulta suficientemente cómodo.

La compatibilidad entre archivos no se limita tan solo al ya mencionado Office. OpenOffice reconoce y exporta a una cantidad importante de formatos de archivo de varios tipos. Entre los gráficos, trabaja desde los TIFF o EPS hasta Metaarchivos de Windows, pasando por Sun Raster Image o Pict de Mac Os. En cuanto a los de texto, Solo Texto, texto RTF o cualquier versión de Microsoft Word. Su desarrollo para tantas plataformas obliga.

Si ya te has convencido, puedes descargar la versión Mac Os X en la zona de descargas de OpenOffice.org (170 Mb).

Conclusiones

Procesador de texto, hoja de cálculo, presentaciones multimedia simples, generacion de diagramas simple e intuitiva, código abierto, razonable compatibilidad con la suite de Microsoft y… gratis.

La web oficial de los desarrolladores, tanto en inglés como en castellano es completísima y puede resolver la mayor parte de nuestras dudas. Amplia documentación con tutoriales de los programas, sección de faqs (en inglés), lista de correo, canal de irc (en inglés)…

Como colofón, hemos de reconocer que, todavía, la suite de Microsoft resulta ligeramente más funcional: dispone de algunas opciones más (aunque la inmensa mayoría están contempladas en nuestra suite), es más agradable a la vista y algo más cómoda en el manejo general de las aplicaciones, pero, repetimos: obviando la relación calidad precio ;), OpenOffice.org es una alternativa totalmente válida y funcional a nivel profesional y, sobre todo, en sus aplicaciones domésticas.

Desde aquí, ánimo y un fuerte abrazo al equipo de OpenOffice.org.

¿Les damos un 9?

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Anónimo
Anónimo
19 years ago

La verdad es que es una suite ofimática que en algunos aspectos mejora con mucho las prestaciones y la operativa de trabajo de otras suites.
Pero es un verdadero problema el no poder contar con un diccionario en castellano. Corregir los documentos manualmente retarda la publicación siendo este paso un punto crrítico en cualquier trabajo.
Esperemos que pronto se animen y creen para todos los usuarios de Mac un diccionario para los miles hispanohablante de españa que adoran esta suite.

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