El cierre de un ciclo

Desde la vuelta de Steve jobs a Apple no ha habido mas que un convulso movimiento por ofrecer una nueva empresa para nuevos usuarios con nuevas políticas de mercado, nuevas estrategias y nuevas tecnologías. El círculo ahora está (o casi está) cerrándose.

La salida al mercado del primer iMac supuso un dramático y drástico cambio de dirección de Apple. Durante los años pasados, debido en parte a una quizás política mal asumida en cuanto a direcciones de trabajo, estrategias planteadas, etc (y no lo digo yo, lo dice alguien que trabajo en Apple durante muchos años) Apple sufrió un retroceso importante con respecto a su plataforma instalada, y sobre todo, un daño a su imagen que aún le está pasando factura.

La entrada de Jobs supuso un revulsivo importante, y sobre todo, una nueva estrategia empresarial, que comenzó por el cambio de imagen de sus productos: el iMac fue el primer paso de una estrategia planteada en 3 fases: producto, usuario y plataforma.

Producto

El beige se transformó en color. Y de repente, entraron a formar parte de nuestras vidas una serie de nuevas tecnologías que entonces resultaban muy novedosas, pero que han ido incorporándose paulatinamente y con mucho éxito entre los usuarios. Quizás uno de los mayores pasos de esa nueva Apple que planteó Jobs fue la adopción de estándares del mercado informático, descartando por fin una serie de tecnologías, que no por válidas, sino por propietarias (buses específicos, conectores exclusivos, etc), estaban ahogando a Apple por la presión de los fabricantes de productos para estos elementos propietarios. Nunca lo sabremos, pero el chantaje debía ser tan grande, que el paso se dio no solo por abrir el mercado, sino por desembarazarse de proveedores que se aprovechaban de una plataforma minoritaria para hinchar desmesuradamente los precios y destripar la cartera del usuario: eso se tenía que acabar, y Jobs lo terminó. Entró la memoria genérica, los discos duros genéricos, el USB, el PCI y una serie de tecnologías que permitieron a Apple dejar en manos de muchos más fabricantes la creación de hardware para los usuarios.

Muchos de estos fabricantes no perdonaron esto a Apple, y simplemente, se retiraron de la plataforma dedicándose exclusivamente al mundo PC.

La gama de hardware se ha ido ampliando desde la salida del iMac cubriendo por fases los diferentes nichos: primero fueron los ordenadores para el usuario convencional, en un segundo paso, la gama profesional y posteriormente, una agresiva gama de portátiles.

Es más que evidente que la herencia de el contrato con Motorola suponía también un lastre para Apple: pese a la adopción de nuevas tecnologías, siempre un paso por delante de el mundo PC (Airport es un magnífico ejemplo), la necesidad de fuerza bruta por parte de los usuarios, especialmente los del segmento profesional, (que está disponible para los usuarios de la plataforma Wintel por relativamente pocos euros), estaba frenando considerablemente a la empresa de Cupertino en sus planes de expansión de producto: la llegada de IBM y su G5 viene a cubrir en parte el principio de una nueva fase donde veremos, en muy pocos años, un aumento espectacular no solo en la velocidad de computación, sino en la «calidad» de la misma.

Usuario

Un tiempo después del lanzamiento del iMac, en Apple se mostró por primera vez una intención clara y decidida de recuperar al usuario de la calle, penalizando durante algunos años al usuario profesional. La estrategia del Digital Hub es un cuidado plan de batalla para suministrar al usuario genérico no solo una experiencia informática efectiva, sino una serie de complementos adecuados para llevar una vida digital satisfactoria.

Apple ha demostrado, calladamente, que ha sabido cumplir con algo más que dignidad ciertos aspectos del Digital Hub: primero ofreciendo software gratuito junto con el sistema operativo que permite realizar una serie de tareas que hasta el momento estaban vedadas para los usuarios. La política de abrir el mercado de internet, audio y vídeo en un mundo donde el papel tiene los días contados, junto con una agresiva y cada vez más potente capacidad de interconexión con el resto de las plataformas, ha hecho poco a poco al Mac uno más en las grandes redes de todo tipo: es ahora y al fin casi transparente con respecto a los demás, lo que significa estar a la altura (o casi) de las circunstancias en algunos casos y sobrepasar (de largo) al mundo Wintel en otros.

Como complemento a a todo este software y hardware, Apple está por primera vez comenzando a ofrecer servicios exclusivos que son un valor añadido con peso específico a la hora de elegir plataforma: un usuario que decide adquirir un ordenador valorará todos los contenidos extras, servicio y opciones que se le ofrecen y que le pueden hacer la vida más fácil. El iPod, la tienda iTunes, .mac, iPhoto, iChat, etc.. son opciones implementadas con mayor o menor éxito que tienen un peso específico a la hora de elegir.

El usuario profesional de alguna manera se ha visto penalizado durante este viaje hasta hace bien poco, y quizás el más penalizado ha sido el segmento de la impresión. Durante años Apple ha dominado a sangre y fuego este sector que de repente parece haber abandonado con el consiguiente coro de lamentos de los profesionales.

Pero esto tenía que ocurrir.

El papel, como soporte de información es un elemento que tiene los días contados. Como material tangible fabricado con elementos naturales y en un mundo donde nos bebemos los recursos con una naturalidad pasmosa, el papel acabará siendo un producto de lujo solo al alcance de unos pocos. Las tecnologías digitales, que son capaces de producir muchos contenidos «con una sola máquina» ofrecen un coste de producción mucho más bajo y con la llegada de las grandes redes, un precio de distribución muchísimo más barato que el papel.

Esto no quiere decir que Apple se olvide del segmento de la impresión y el diseño para papel, pero no nos engañemos, ya no es una joya de la corona ni está sentado a la derecha de Jobs: es uno más entre tantos otros segmentos con una cierta tendencia a desaparecer en las próximas dos décadas.

Por eso Apple está trabajando ahora en la generación de elementos de productividad para la presentación digital de información y además a varios niveles: el usuario de a pie (Soundtrack, Final Cut Express, iMovie, etc) y el usuario profesional (Final Cut Pro, Shake, Logic, etc), añadiendo además una serie de productos de todo tipo para comunicación, presentación, y en un posible futuro, gestión empresarial. Son poderosas herramientas de creación de contenidos digitales que le permiten poner un pie con seguridad en el siguiente nivel de la comunicación entre personas, donde los bytes tendrán el mismo valor que una fotocopia compulsada.

Plataforma

Durante esta dura carrera de fondo, uno de los pasos más duros, más grandes y más complejos ha sido el cambio de sistema operativo. Un paso que otros no se atreven a dar.

La entrada de MacOSX ha supuesto una revolución en muchos aspectos y aunque, en general, ha sido bien acogido entre los usuarios, ha causado discrepancias, enfados y más de un dolor de cabeza. Pero es lo que hay. Mac OS 9, como sistema propietario, está muerto y enterrado y pertenece a una herencia que irá cayendo en el olvido y solo se mantendrá viva en la memoria de los usuarios más antiguos y los más nostálgicos. Un ejemplo claro de la importancia de la implantación de MacOSX en la plataforma es la salida de los nuevos iBooks: el venerable G3 ya no es un procesador adecuado para este nuevo sistema (si, de acuerdo, funciona, pero «no es lo mismo») así que ha desaparecido de la gama en un claro avance de lo que tiene que venir. A muchos les sorprendió la maniobra de Apple (incluso a mi) pero un poco de tiempo da la perspectiva adecuada para ver que los «tiros van por ese lado».

Sin embargo MacOSX es todavía un sistema inmaduro, pese a las fuertes actualizaciones que recibe ahora anualmente (y las ligeras que hay casi mensualmente). Para aquellos que conocieron el desarrollo de MacOS, MacOSX Panther se encuentra ahora aproximadamente …. en el 7.5.3 (fina ironía tecnólogica). Las siguientes versiones de MacOSX por venir ofrecerán una experiencia más sólida de trabajo y ocio; es simplemente cuestión de tiempo.

Otro de los cambios significativos que atañen a la plataforma es el cambio de proveedor de procesadores. IBM será durante los próximos años, el responsable del corazón de nuestras máquinas y tratará de ofrecer con su experiencia en el sector una mejora en nuestras vidas digitales. ¡Quién nos iba a decir que el enemigo a batir iba a acabar siendo nuestro mejor amigo! La vida tiene estas extrañas circunstancias.

Y un último paso es (aunque de momento está resultando bastante tímido), la introducción en el segmento empresarial con el Xserve y MacOSX Server. Aunque está claro que sólo estamos viendo el comienzo y la punta del iceberg: si los acuerdos con IBM lo permiten, veremos Xserve con procesadores más potentes a no tardar mucho, además de una campaña fuerte y decidida de asalto a los mercados corporativos: es tiempo de hacerlo mientras el «enemigo» se debate en un larga y sangrienta batalla ocasionada por la debilidad estructural del producto que ofrecen. Es cuestión de esperar el momento adecuado, y Apple lo sabe.

(Famous) Last Words

Este ciclo está llegando a su fin. La reestructuración de Apple para afrontar los retos del futuro parece ya casi completa. Con casi todos sus plazos cumplidos, o casi a punto de cumplir, el «Plan Maestro» que (suponemos) Jobs arrojó encima de la mesa el primer día de trabajo debe tener ya muy pocos párrafos por tachar. ¿Qué vamos a ver en el futuro?. Nadie puede descifrarlo: a todos nos cogen por sorpresa una tarde de 24 de octubre.

Es el momento de mantener un ojo abierto y seguir las pistas que nos ofrezca Apple, porque si alguien va a inventar el futuro, tiene que ser ella… en cualquier momento nos van a sorprender con las primeras claves de lo que será la nueva estrategia a largo plazo y que nos afectará, logicamente, a todos los usuarios.

Van a ser tiempos interesantes … conviene no perdérselos.

10 Comments

  1. Anónimo

    Estupendo artículo, felicidades XiMac. Has puesto en negro sobre blanco lo que muchos usuarios hemos vivido en los últimos años de evolución de Apple y te quedas en lo mejor…¿y el futuro?. Cuando veo a mi hijo Víctor de 5 años toquetear «su» ibook, me da vertigo pensar dónde estaremos (tecnológicamente claro) dentro de 30 años….

  2. Anónimo

    por llevarle la contraria a xim. desde el punto de vista de alguien que no es usuario «normal», sino que ha vivido años del mac (y algunos directamente de apple).

    – El papel no desaparecerá a medio plazo. El video, simplemente, deja más beneficios. La pre-impresión siempre ha parecido ser el nicho en el que enterrar a Apple. Pero la ventaja original fue desapareciendo, simplemente. No es un cambio de «este ya no es el futuro», sino un cambio de «aquí ya no nos comemos un colín».

    – El «asalto corporativo»… han sido poco más de 150 xserves vendidos en españa (estaría bien ver las cifras de IBM o Dell en el mismo segmento de producto), a pesar del esfuerzo que están haciendo por convencer a los distribuidores de que hay soluciones (y el desconocimiento por parte de los mismos expertos de apple de lo que puede hacer el soft de sus socios como adobe con esos servidores). para mi es más una línea de negocio adicional para dar imagen de que se puede vender todo con manzanas, desde el imac de la recepcionista a los servidores corporativos. pero esos servidores van camino del mismo «nicho» que Apple: el mercado del video. en la primera demo del X Server en España se vendían dos ideas machacónamente: WebObjects y QuickTime Streaming.

    – los productos de apple siguen siendo un porsche, aunque a veces parezcan un 850 (y no de bmw) fuera de punto (el 10.3 recuerda más al 7 original que al 7.5, pero al menos con el 7 los archivos que desaparecían podían recuperarse). apple quiere ser dell, pero no se atreve a dejarlo claro.

    – para acabar, como parte del nuevo ciclo de apple los distribuidores ganan más vendiendo bolsas de transporte que ordenadores. el año que viene, cuando se abra la primera tienda de Apple en Europa el tema de la distribución irá a peor. Dell tiene soporte técnico, y gente que va a tu oficina si tienes un contrato de mantenimiento, aunque no tengan distribuidores. Apple tiene AppleCare, y obliga a los distribuidores que quieren ser servicio técnico a pagar una pasta por unos «cursos».

    otro día seguimos, que me llaman a cenar 🙂

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