Hasta la vista, pequeño gran iPod

Apple ha anunciado que el último superviviente de la familia iPod, el iPod touch, se extinguirá cuando se venda la última unidad fabricada.

No se pueden utilizar suficientes palabras para definir la importancia del iPod en la historia de Apple, de la música y de millones de personas.

Desde aquel mítico “Mil canciones en tu bolsillo”, que cambió las reglas sobre lo que se entendía por un reproductor MP3, hasta el iPod touch, que era como un iPhone, pero sin la función de teléfono, a lo largo de estos casi 21 años (el primer iPod se presentó el 23 de octubre de 2001) el iPod se fue transformando y mutando encontrando espacios para que todo el mundo tuviera el reproductor musical que necesitara.

Los iPod nano, shuffle, mini, etc. mostraron, año tras año que Apple no tenía problemas en probar cosas nuevas, aunque se equivocara (como aquel iPod nano sin botones, solo un clip para sujetarlo). O de incorporar nuevas funcionalidades que nadie podía prever su éxito, como el vídeo en la micropantalla del iPod nano -el primer reproductor de video realmente portátil- o los juegos en el iPod, primera Apple Store para las masas…

Por supuesto, no sería hasta la aparición del iPhone (29 de Junio de 2007) y del iPod touch apenas unas semanas después (5 de septiembre de 2007) que todo el concepto del vídeo y las App Store tomarían el mundo al asalto.

Pocas veces en la historia se pueden asociar tantas revoluciones culturales provocadas por la aparición de un dispositivo concreto. Pero el iPod lo tiene.

Desde la mencionada revolución en cómo se almacena y escucha música, el vídeo, los juegos (hay que recordar que el iPhone era de “adultos” y el iPod era el regalo tecnológico preferido durante más de una década, poniendo toda la tecnología al alcance de todas las edades, sin necesidad de aprender complejos manuales de funcionamiento.

Tal vez la gran carencia del iPod -especialmente notable en el iPod touch- es que nunca recibiera espacio para una SIM de datos, algo que sí han alcanzado el iPad y el Apple Watch, dándoles conectividad e independencia en cualquier lugar y situación.

La necesidad de tener una conexión WiFi para que el iPod touch pudiera ser plenamente funcional probablemente ha sido la barrera que le ha impedido encontrar su camino en la era del “siempre conectado”, y los teléfonos baratos (a precios similares) con igual o más almacenamiento han acabado con su oxígeno.

Es cierto que teniendo un iPhone ya no se me ocurre pensar nunca en coger un iPod, tal vez para hacer deporte, con una lista de reproducción, pero por lo demás, el iPod (en cualquiera de sus formas) hace mucho que está en el museo de las viejas glorias de Apple.

Por eso hoy tenemos que levantar la copa y brindar por nuestro compañero de aventuras, grande, pequeño o mediano, siempre disponible, fácil de manejar y con un diseño realmente sexy (¿de verdad acabo de escribir eso?), vale, si no sexy, adorable. Familiar instantáneamente, poderosamente sencillo y … sencillamente genial.

Junto con el iMac (lanzado en 1998), podemos decir que el iPod y el iPhone forman el tridente que permitió a Apple romper todos los moldes y convertirse en la marca de referencia que es hoy.

Sin embargo, el tridente actual son los chips M de los ordenadores, el iPhone y los servicios. Nuevos tiempos, nuevos protagonistas, pero el mismo futuro ilusionante.

No puedo ni imaginar cuál será el tridente de Apple dentro de otros veinte años. ¿y tu?

Gracias por tus servicios iPod. Esta generación no te olvidará, aunque la siguiente nunca oiga hablar de ti.

Alf

Propietario de www.faq-mac.com.

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