La música después del coronavirus, por Javier del Águila

Una vez que la situación de confinamiento se va relajando y empezamos a retomar con ilusión actividades tan simples y placenteras como pasear o correr, la mayoría de nosotros nos hacemos la misma pregunta: ¿qué pasará a partir de ahora? 

Todo apunta a que va a haber cambios en nuestras vidas más o menos significativos, esperemos que muchos de ellos positivos, y la industria de la música no será una excepción. 

En la industria musical conviven en realidad muchas industrias o actividades relacionadas: la discográfica, que se refiere a la grabación de música y su distribución a los consumidores; la editorial, que se dedica a la concesión de licencias para la explotación de composiciones; la música en directo, dedicada a producir espectáculos en vivo; la educación musical, dedicada a la enseñanza; y otras como la fabricación de instrumentos musicales, software, equipos de sonido, etc… 

Trataré en este artículo cómo puede afectar el confinamiento a 3  de los principales pilares de la industria musical: la música grabada, la música en vivo y la educación musical, dado que es probable que el resto de actividades se vean menos afectadas que éstas.

La industria discográfica o de música grabada, que incluye desde un CD o un vinilo hasta una escucha en Spotify o Apple Music,  tenía ya un nivel de digitalización muy alto antes de que pasara todo esto. Según IFPI, el organismo que representa a esta industria a nivel internacional, los ingresos totales provenían en su mayoría de canales digitales (cerca del 60%), principalmente de streaming, con 255 Millones de usuarios de pago en todo el mundo. Los ingresos por esta actividad crecieron un 21% dicho año y es muy probable que en 2020 se incrementen aún más debido a los efectos del confinamiento mundial. En este sentido, no parece que vaya a haber un cambio significativo, sino más bien una aceleración de la tendencia actual: cada vez habrá más streaming, el modelo de negocio dominante en los últimos años y, muy probablemente, también en los próximos. 

El crecimiento de ingresos por streaming y, a su vez, la caída de la música en vivo, pueden provocar que la industria discográfica recupere de nuevo el trono que ocupó en la mayor parte del siglo XX como la más importante actividad musical, sobre todo en lo que a ingresos se refiere.

Los integrantes de Venue Connection allá por 2012

En cuanto a la música en vivo, que en estos últimos años era la principal actividad musical, cabe esperar que se vea muy afectada en 2020 por razones evidentes. No sabemos cuándo podremos volver a ver grandes festivales o macroconciertos, no parece que vaya a haber grandes giras este año y no hay actualmente soluciones que permitan compensar la caída de estos ingresos. No creo que sea posible generar un modelo de conciertos de pago on-line equivalente al actual, de hecho no se puede considerar que estos conciertos sustituyan a una actuación en vivo. Por tanto, es una incógnita cómo se va a reconvertir esta parte de la industria, probablemente los conciertos con aforo limitado y con barreras que limiten el contacto entre el público serán una posible solución, pero en cualquier caso la música en vivo va a pasar una etapa complicada, con una caída importante de facturación.

Por último, creo que puede haber grandes cambios en la forma en la que funciona actualmente la educación musical, la industria de la que realmente viven la mayoría de los músicos en nuestro país y que ha visto en el confinamiento una oportunidad de generar ingresos mediante clases on-line, un modelo que ya existía pero que ahora parece que puede crecer en gran medida y consolidarse. Gran parte de la población se ha acostumbrado a recibir clases online y los profesores han podido desarrollar sus clases en este formato, por lo que llegará un momento en que algunos dejen de impartir clases presenciales, dadas las ventajas que conlleva el modelo on-line. En este sentido, parece que el impacto puede ser muy positivo: se reducirán los costes para los profesores y los alumnos, se incrementará el público potencial y se reducirá el impacto medio-ambiental motivado por los desplazamientos. Lógicamente seguirá habiendo clases presenciales y tendrán un valor añadido sobre las clases online, pero aparecerán nuevas oportunidades que antes no existían.

A mí particularmente me apasiona la música en todas sus variantes, espero que todos podamos sacar conclusiones positivas de lo que estamos viviendo y aprovechar las oportunidades que nos brinda la tecnología para disfrutar de más y mejor música. 

En este sentido, muchas veces escucho que hoy en día ya no se hace música buena, y para mí nada más lejos de la realidad, de hecho creo que hay mucha y muy buena música, simplemente hay que buscarla porque es poco probable que aparezca en una radio comercial. 

El modelo ha cambiado mucho en los últimos años,  ya no existen discográficas que inviertan cantidades millonarias año tras año en un artista para consolidar una carrera a largo plazo, y los canales de distribución son muy diversos, por lo que la industria está muy atomizada, hay mucha más música disponible en muchos más canales, de ahí la dificultad de encontrar la calidad.

Por otra parte, espero con cierta ansiedad el día en que podamos recuperar los conciertos en vivo y el contacto humano, porque no hay ninguna experiencia digital que pueda sustituirlos.

Javier del Águila es guitarrista, compositor y productor afincado en Madrid

Instagram: javier_del_aguila

YouTube: https://www.youtube.com/channel/UC38lT8rRTsJy-yl09vMf9Ww 

Alf

Propietario de www.faq-mac.com.

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