Hace unos meses estuve preparando una formación sobre ITIL con un experto francés acerca del diseño e implantación de servicios para empresa. ITIL es para algunas personas una bestia negra por que eran muchas ocasiones se convierte en una capa de burocracia y trabajo inútil, pero los conceptos básicos de ITIL son muy interesantes para aplicarlos a nivel de usuario, sin las propias complejidades de su aplicación en empresa.
ITIL te dice siempre que utilices el sentido común, y el sentido común a la hora de ver las especificaciones de una herramienta y comprarla no entra en la ecuación. Lo primero que tienes que definir es el tipo de servicio que necesitas para solucionar un problema (entendiendo como servicio una aplicación, una plataforma, un flujo de trabajo…) y cuando tengas definido cómo quieres que se solucione ese problema o necesidad que tienes, busques entonces, solo al final, la herramienta que se va a encargar de ello.
También, como parte de los criterios a la hora de utilizar una herramienta entra el SLA, tres letras que son una bendición o una maldición, en función de a quien le toque afrontar esta parte. SLA significa Service Level Agreement y es en la empresa, un documento que define el nivel de servicio de ese servicio, como afecta su ausencia parcial o total a la empresa y qué medidas correctoras o sustitutivas se han de emplear cuando el SLA cae por debajo del porcentaje prefijado para que el servicio siga siendo útil y funcional.
Esta es una explicación sencilla de un SLA, porque claro, a la hora de entrar en empresa y servicios, este documento define con muchísimo detalle como se ha de actuar cuando el servicio falla.
¿Te has preguntado tu a la hora de comprar herramientas como afectará a tu productividad, a ese SLA que has firmado contigo mismo?
El otro día hablaba por twitter sobre la integración de utilidades a muy bajo nivel que técnicamente permitirían altas tasas de productividad. El problema para el SLA que deberías firmar contigo mismo es ¿si falla esa utilidad, tengo un plan B? Cuando usas tecnologías fuera de lo que te ofrece el sistema operativo del dispositivo que usas para trabajar y estas fallan, por ejemplo, por una actualización del sistema o por un defecto en la aplicación tras una actualización, el efecto onda expansiva es terrible y nuestro SLA se va a hacer puñetas mientras tratamos de crear otros flujos de trabajo que no te obliguen a hacer muchas tareas repetitivas de forma manual. Yo precisamente por eso no permito aplicaciones que realicen modificaciones profundas en el uso del Mac que es donde es más fácil realizar esta tarea con, por ejemplo, un sustituto del Finder.
Una utilidad de software es siempre una respuesta a un problema definido, una forma de acelerar un flujo de trabajo, sustituir grandes partes de uno ya existente para hacerlo más efectivo o incluso para solucionar un problema que pensábamos que no teníamos, pero hay que hacer un estudio previo al respecto de la utilidad y su valor. Por eso existen las versiones demo (para este tipo de evaluación) aunque luego siempre las descargues-emos para trastear sin que realmente sean una solución a nuestros problemas porque en la descripción claramente vamos que simplemente… no lo son.
En general, un adopción de software se dice que tiene éxito cuando se empieza a utilizar inmediatamente y de forma natural: cuando ocurre esto es porque realmente hemos hecho un estudio de nuestro flujo de trabajo, hemos encontrado el problema o la forma de optimizarlo y la solución implementada es tan natural por su elección que inmediatamente la adoptamos con una bajada muy corta y limitada del SLA para retomar muy rápidamente el nivel de productividad inicial.
Caminando por lo más básico, esto es, el manejo de archivos de manera cotidiana me tiene conquistado Path Finder de Cocoatech desde hace años. Es tan capaz y versátil que en una sola ventana puedes controlar casi todo.
La elección de la mayoría de aplicaciones responden a tu perfil profesional. Y en mi campo de diseño gráfico, Adobe me tenía cansadito hasta que la gente de Affinity llegó con su Designer y Photo.
Luego está el arsenal de utilidades universales y esas acaban usándose porque hacen pocas tareas pero muy bien. Unarchiver, EasyFind y un larguísimo etcétera.