El padre del iMac

Los ampliamente conocidos como PowerMacintosh G3 portaban procesadores PowerPC G3 y sustituyeron a los PowerMac 7300, 8600 y 9600, los modelos más altos de la gama por entonces. Apple comercializaba el G3 en dos variantes: una versión torre y otra minitorre y fueron los primeros Mac que se podían configurar directamente a través de la Apple Store en línea. Estos Macs, comparativamente, y gracias a sus procesadores, supusieron para el mercado profesional un importante empuje a nivel de potencia de cálculo.

Dentro de esa gama Apple también comercializó una versión de esta generación de máquinas para educación, el poco conocido G3 llamado «Diente» por su aspecto, una máquina poco conocida y que fue el padre y madre del G3 Bondi Blue, la máquina que supuso el punto de inicio de la recuperación de Apple tal como la conocemos hoy.

El G3 AIO (All-in-One) era una versión del G3 minitorre con un un procesador G3 a 233 MHz con una unidad de disquete y una versión a 266 MHz con disquete y una unidad Zip integrada además de una unidad óptica. La máquina contaba con un disco duro de 4 GB. De hecho, la mitad de estas máquinas fueron construidas con una carcasa traslúcida.

El modelo traslúcido realmente solo portaba una pieza que cubría la parte superior y posterior del Mac.

Cuando Jobs volvió a Apple, entre todas las máquinas disponibles en Apple, seleccionó este modelo como punto de partida para renovar la percepción del mercado al respecto de los ordenadores que fabricaba la compañía: el iMac no fue un diseño construido de cero, sino que utilizó la estructura de este pequeño Mac para educación para modificar su estructura exterior añadiendo más plástico traslúcido por todas partes, eliminando la disquetera, añadiendo puertos USB y un modem interno y lanzarlo al mercado como el ordenador para que todo el mundo se conectara a Internet.

Y Apple ya no fue la misma empresa.