El futuro tras el iPad Air

Ayer Apple puso en circulación en nuestro país, así como en otros muchos, el nuevo iPad Air y completará el círculo a finales de este mes con el nuevo iPad Mini. Ambos dos traen mejoras sustanciales en cuanto a hardware, empezando por el procesador A7 ya incluido en el iPhone 5S. Cuando uno tiene el iPad Air en sus manos, al igual que ocurrirá con el iPad mini, y comienza a percibir el rendimiento de esta unidad, surgen varias preguntas acerca de lo que va a pasar tras esta generación y lo que significará para los usuarios.

Mientras los competidores de Apple se empeñan en comprar estudios para tratar de dar relevancia a sus tablets, en el último mes la compañía de Cupertino está dando claras muestras de su estrategia de futuro. Empezó por hacer más accesibles todos los Mac haciendo gratis ahora y para siempre OS X y añadiendo a la ecuación tanto iLife como la suite de productividad iWork. Si añadimos a esta ecuación el iPad Air, mi primer pensamiento es que la adopción del iPad, a pesar de haber vendido más de 140 millones de unidades a lo largo de su (corta) historia, es que todavía no se han vendido para Apple las suficientes unidades. No, no estoy pensando en “codicia” sino en una cuota de mercado lo suficientemente amplia para dar este segundo paso, importante, como es convertir el iPad en algo más que un dispositivo para consumir contenidos.

El caso es que mientras todo el mundo se vuelva en mostrar sus características y pruebas de rendimiento para evidenciar que el iPad Air empieza a ser un dispositivo capaz de superar a ciertos Mac relativamente contemporáneos como algunos modelos de MacBook Air, no puedo dejar de preguntarme si hemos alcanzada ese punto en el que el iPad de ja de convertirse en una dispositivo para “pequeñas aplicaciones” y comienza a ser una máquina idónea para ejecutar  software de alto rendimiento, aplicaciones hasta ahora reservadas a los ordenadores.

Hay dos puntos importantes en este salto que hay que tener en cuenta y el primero es un problema de desarrollo. Una aplicación de alto rendimiento como tal y diseñada para ordenadores lleva años siendo desarrollada para procesadores Intel bajo diferentes entornos. Pero siempre son procesadores Intel. Ahora es necesario modificar todo ese código para adaptarlo a un procesador totalmente diferente, con sus propia estructura y capacidades. Y esa no es una tarea pequeña.

El segundo punto es el interfaz. Todas las aplicaciones de alto rendimiento, diseñadas para ordenadores, utilizan términos comunes de usabilidad (teclado y dispositivo apuntador) para funcionar, independientemente del sistema operativo en el que ejecuten. Sin embargo, el paradigma táctil es totalmente diferente y junto con el desarrollo del código necesario para ejecutar una “killer app” (una aplicación esencial y que puede considerarse como un motivo de compra) en un nuevo procesador, es necesario crear un nuevo interfaz usable para la aplicación bajo iOS, que además sea consistente con aplicaciones relacionadas e incluso, con todas las aplicaciones de un mismo desarrollador.

Pero el punto de inflexión está ahí, listo para ser saltado, y la potencia del hardware del iPad empieza a ser un problema con una menor incidencia para dar este paso, desplazando la acción a las manos del fabricante que supuestamente espera que eclosione el mercado del iPad Air para dar ese paso adelante.O debería estar pensándolo ya e incluso trabajando por adelantado en considerar que quizás no en los próximos 6 meses no es posible, pero si en los próximos 2 años habrá suficientes unidades como para justificar este tipo de desarrollo. Sin embargo, el momento de empezar a planificar este salto es ahora, y por una razón muy sencilla: el mercado se va a romper.

El nuevo hardware, empezando por el procesador A7, sitúa a todos los desarrolladores en el mismo punto de partida. Nadie queda por delante gracias a años de experiencia y a una base de usuarios ganada en los ordenadores de escritorio. Sería impensable competir con Photoshop en estos momentos en los ordenadores de escritorio porque simplemente es un gigante tan grande, tan bien construido y con tantos servicios adicionales que costaría tanto dinero derribar que simplemente no es asumible. Pero en el mercado de los tablets, que empiezan a tener la suficiente potencia como para ejecutar un programa de edición de mapa de bits más allá de aplicar cuatro filtros o añadir cuatro textos, Photoshop no es el gigante que es en el ordenador. Es más accesible. Y de hecho, ahora mismo se venden más tablets que ordenadores. ¿Lo vamos viendo?

Las empresas de desarrollo de aplicaciones medianas e incluso, pequeñas, están ahora en disposición de dar golpes de mano en nichos de mercado ocupados hasta ahora por las intocables vacas sagradas del software. El momento de pensar si es un paso a dar empezó a gestarse hace un año con la salida del iPad 4, pero el reloj de esta carrera empezó a a correr ayer con la salida del iPad Air. Y mientras los gigantes del software, que por definición son lentos en sus reacciones deciden posicionarse, los pequeños y medianos desarrolladores de software tienen una importante oportunidad para llenar esos huecos ahora, ganando una base de usuarios crítica antes de la reacción de los grandes.

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Yules
Yules
10 years ago

Yo creo que no hay más que mirar el Surface Pro para darse cuenta de que en la convergencia entre el software de los dispositivos de sobremesa (incluyendo portátiles y ultraportátiles) y el de táblets con pesos y autonomías razonables, aún le quedan unos cuantos pasos en la evolución, salvo que algún progreso muy significativo en la relación potencia/consumo/calor de las CPUs o un importante salto cuantitativo en la capacidad de almacenamiento en las baterías, permita dar un salto más revolucionario que evolucionario.

De momento, yo decía en 2010 que un táblet con OSX hubiera pesado un kilo, hubiera tenido 4 horas de autonomía máxima y hubiera costado 1.200 € y, aunque ha habido progresos en ese sentido, mientras el peso y el precio no se dividan al menos por dos y la autonomía se multiplique al menos por lo mismo, todo lo que no sea un táblet apéndice del ordenador principal, como los iPads, es un despropósito para el usuario medio.

Oriol
Oriol
10 years ago

Lo que explicas es el deseo de muchos usuarios pero muchos programas que están disponibles para ordenadores de sobremesa es imposible que funcionen en una tablet debido a lo comentado anteriormente.

Serán un apéndice del ordenador principal o dependerán de la nube. Quizá algún día sea posible pero por ahora es un deseo de muchas personas que piensan que las tabletas pueden substituir a los ordenadores. Todo llegará pero aún falta.

Antonio Márquez
Antonio Márquez
10 years ago

en producción musical ya se ven avances en ese sentido, pero todavía es necesario el ordenador. en cuanto ableton (pej) desarrolle una versión completa de Live para iPad, muchos actualizaremos. saludos.

Jabba
Jabba
10 years ago

Compré el Air el viernes. Sustituye a un 1g. En producción musical, como dice Antonio, el crecimiento es exponencial. Ahora si me creo que en un par de generaciones veremos portátiles con arm.

Alejandro
Alejandro
10 years ago

Compraré una en AppleStore en cuanto estén disponibles para México. Creo que eso será el próximo 9 de noviembre. ¿O será mejor comprar una MacBook Air con 128G de almacenamiento?

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