Proyectar un sitio web IV. Información, programación y revisión, por Luman

Con nuestras plantillas para la web listas, es el turno de ponermos con los contenidos del sitio, ya sean simples páginas estáticas de información o páginas dinámicas generadas desde una base de datos. Nuestra relación con el cliente se va a estrechar en este punto.

Comenzaremos ahora a ir creando el sitio web. Es muy recomendable colgar todo esto en nuestro propio servidor y no en el del cliente, no sólo porque vamos a estar realizando pruebas y cambiando cosas cada poco tiempo, si no, sobre todo, por seguridad. Si no hay dinero, no hay web. Así de sencillo. Hasta que no hayamos cobrado, no subiremos y configuraremos la web en el servidor del cliente. Parece una tontería pero no lo es, y nos cuidamos así de sustos.

En este punto empezaremos a llamar continuamente al cliente para que nos suministre el material que vamos a necesitar, ya sean textos, fotos o la información necesaria para la creación de la base de datos (familias de productos, categorías, detalles de los productos), caso de que nuestro sitio use una. Paciencia en esta fase. También es muy común que más adelante el cliente nos pase nuevos textos porque los que nos pasó en un principio, lo había visto el super-jefe, y ahora haya que cambiarlos o incluso eliminarlos de la web. Paciencia.

Nuestra principal tarea durante esta fase consistirá en ir dando forma al sitio web con los textos que nos has proporcionado y que conformarán las distintas secciones, es decir, copy & paste. Y por otro lado estaremos programando los distintos scripts que use el sitio (envío de formularios y boletines vía email, consultas a la base de datos, el Administrador del sitio…). En estos casos y dependiendo de nuestra experiencia y trabajos anteriores podremos reutilizar código que ya hayamos usado para otros sitios o usar código de terceros (siempre teniendo cuidado de no infringir ningún tema de copyright o atribuirnos el trabajo de terceros y cobrar por ello). Si necesitamos un foro, podemos programarlo desde cero o usar alguno ya listo para usar, lo que nos ahorrará mucho tiempo. Lo mismo con galerías de imágenes o sistemas de suscripción. Aquí ya entramos en el gusto de cada cual. Hay quien prefiere crear desde cero (reinventar la rueda, a veces) o servirse de proyectos de terceras partes. En el primer caso controlamos todos los aspectos, pero puede que invirtamos más tiempo en el desarrollo del sitio del debido, por lo que usar código de terceras partes nos puede facilitar las cosas sobremanera.

Si nuestro sitio va a utilizar una Base de Datos es recomendable dedicarle un tiempo a su diseño y no tomárnoslo a la ligera. Es muy común encontrarnos escribiendo scripts que luego se complican en extremo porque no hemos diseñado bien la estructura de la base de datos, la cual debe ser lo más flexible posible para poder modificarla o ampliarla en el futuro. Podemos basarnos en la base de datos que tiene nuestro cliente en su empresa para ello, aunque es más que seguro que la tengamos que adaptar para la web. Podríamos ver también el tema de exportar esta base de datos para así facilitar la labor de añadir productos al comienzo del sitio, o algún sistema para que se cuando se actualice una base de datos lo haga también la otra mediando algún programa. Estos son soluciones adaptadas para cada cliente.

Cuando vayamos teniendo completo nuestro sitio web es hora de hacer pruebas y revisiones. Podemos hacer pruebas de usabilidad del sitio con amigos o familiares observando como navegan por el sitio, hacerles buscar un determinado producto o servicio, y hacerles preguntas sobre por qué pulsaron aquí o allá. Descubriremos así la cruda realidad, y es que lo que nosotros pensamos que el usuario hará en nuestro sitio web está lejos de lo que hace realmente. Como resultado de estas sencillas pruebas tendremos que cambiar algunos elementos del menú o destacar de alguna otra manera elementos importantes que pasan desapercibidos para los usuarios. Es muy importante orientar el sitio hacia el usuario y no hacia el cliente, el que paga, y defender esta postura, ya que quien realmente va a usar el sitio son los usuarios, y si estos no entran en él o no encuentrán lo que buscan, nuestro sitio web habrá fracasado, por mucho que le guste al cliente esa animación del logo de la empresa dando vueltas a pantalla completa y que pesa 2 megas. Como ya hemos comentado en anteriores artículos, tratemos de educar al cliente y orientarlo en todo lo que podamos. Y preparémonos ahora para una lluvia de cambios en la fase de revisión del sitio.