Proyectar un sitio web V. El final de un proyecto, por Luman

Nos encontramos con que el sitio web ya está listo para una revisión final por parte del cliente. Tenemos el catálogo de producto listo y su administrador, los contenidos estáticos (Empresa, Calidad, Ayuda, FAQ, Aviso Legal, Protección de Datos…) y el resto de scripts listos y testados (lo que no quiere decir que estén correctos, el cliente siempre encuentra algún fallo que el programador no ve, regla de oro). Veamos como acaba el asunto.

Como comentamos en el primer artículo, establecimos cobrar otra parte del proyecto en la fase de revisión final antes de subir el sitio al servidor del cliente. De este modo, habremos cobrado ya el 50% del proyecto y si las cosas se tuercen no habremos perdido todo nuestro tiempo y trabajo. Esperemos no encontrarnos en este punto con que al cliente le da el punto de cambiar el sitio completo con un diseño que se le ocurrió esta mañana tomando café y nos lo enseñe en una servilleta. En tal caso tenemos varias opciones: pasar por el aro (nada recomendable), convencerlo de las virtudes de nuestro diseño (otra vez) y del tiempo y trabajo y dinero (claro) que supondrían tales cambio, coger el dinero y huir, mandándolo un poco lejos (opción solo viable en el País de la Fantasía) . Lo que es casi seguro es que tengamos que añadir/eliminar/modificar categorías o secciones de la web a última hora y cambiar algunas fotos, los clientes son así.

Cuando acabemos todo esto sólo nos quedará subir el sitio web al servidor o entregarle un cd con el sitio y las instrucciones para que su administrador de red lo configure en el servidor. Pero podemos comenzar aquí una fase de promoción del sitio mediante notas de prensa en páginas (digitales o impresas) del sector, creación de banners para programas de intercambio, alta en buscadores y directorios web… Tal vez no creamos un administrador y acordamos con el cliente la actualización manual de contenidos, por lo que cada x tiempo recibiremos material (textos y fotos) para actualizar el sitio. O la creación de banners o apartados especiales para alguna promoción particular dentro del sitio. Todo esto debemos aclararlo y acordarlo de antemano y ponerle precio. Tratemos de tener en mente que todas las extras se presupuestan y cobran, por pequeña que nos pueda parecer. Muchas “cositas” por pequeñas que sean son un tiempo y un trabajo.

Es más que probable que nunca acabemos una relación-proyecto con un cliente, a no ser que sea un proyecto pequeño y muy concreto, ya que nos llamará para tema de actualizaciones ampliaciones del sitio. Y recoardad que un cliente contento es nuestra mejor baza para conseguir nuevos clientes. Si tenéis alguna duda o algún aspecto que queráis aclarar más los comentarios están ahí abajo. Espero que os haya sido útil esta mini-serie y os sirvan algunas de las ideas y consejos que he tratado de transmitir en mejor o peor manera.