Desde entonces, cada vez que firmo un correo (y yo soy del club del “un saludo“) lo miro y compruebo y lo vuelvo a revisar.
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¿Cómo evitar de forma automática las palabras malsonantes?
El diccionario de Mac OS X es una excelente herramienta pero en su contenido se incluyen las palabras malsonantes más comunes. Eso quiere decir que si por error escribes algo malsonante como error tipográfico o como parte de una palabra malformada no aparecerá subrayada de color rojo y es muy posible que se nos pase sin dar cuenta. Sin embargo, el diccionario de Mac OS X no nos permite retirar una palabra o un grupo de palabras y además, si tenemos que evitar escribir una serie de palabras, lo mejor es que el filtro se aplique en todos los programas del ordenador.
La mejor manera de evitar estos problemas (sobre todo, si necesitas un control estricto sobre estos asuntos) es usar un programa de autotecleado como sistema de filtro. Un ejemplo de gran programa de autotecleado es Textpander, una utilidad que comenzó siendo gratuita y fue adquirida por SmileonmyMac o Typeit4Me, una utilidad similar.
Ambos programas está pendientes de lo que escribimos, de manera que si pulsamos una combinación de teclas determinada el programa escribirá por nosotros lo que esté predeterminado.
El truco es definir una combinación de teclas (que forman una palabra o un grupo de palabras incluidos sus espacios en blanco) para que cuando sea pulsada, sea donde sea dentro del ordenador, sustituya la palabra por una serie de símbolos que automáticamente el corrector marque como erróneos o la sustituya, en otro caso, por una palabra menos malsonante.
Ejemplos y trucos
Pongamos por ejemplo la palabra puta. Podemos definir en cualquiera de estos dos programas que cuando se teclee esa combinación de teclas automáticamente escriba (en función de nuestras necesidades):
Es posible jugar con elementos largos visibles con facilidad como xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx para una mayor identificación visual o varios retornos de carro. la cuestión es poder identificar rápidamente que hemos escrito una palabra prohibida.
Pero la combinación de letras “puta” puede aparecer como parte de otras palabras como putativo o computación, así que hemos de ser más específicos a la hora de preparar nuestro filtro: la mejor manera de de hacerlo es contar con los espacios en blanco, que son como el aire: no se ven, no se tienen en cuenta, pero están ahí y cumplen una función.
Así para establecer el filtro en cualquiera de estos programas la mejor manera de hacerlo es establecer como palabra objetivo (espacio)puta(espacio) y así no habrá nunca problemas de fallo en la detección.
¿Y cuando realmente quieres escribir una palabra malsonante?
Bueno, si realmente tienes que escribir una palabra malsonante, lo mejor es usar un modificador de permiso de manera que el programa escriba la palabra malsonante por ti. Como estos programas lo único que hacen es detectar las pulsaciones de teclado y no repasar lo ya escrito, la palabra se escribirá exactamente como debe ser.
El modificador de permiso ha de ir siempre delante y ha de ser un tipo de símbolo que no usas habitualmente como los que puedes obtener al pulsar la tecla opción y cualquiera de las teclas. Un buen ejemplo es § (opción+tecla K). Si en estos programas establecemos una regla que diga que al teclear §puta escriba puta evitaremos el filtro de tecleado y obtendremos nuestra palabra malsonante en el texto, sea cual sea el motivo por el que la queremos usar.
Me he tirado unos cinco minutos pensando cuál era la palabra malsonante de la que habla el principio del artículo… ¡Y es que tal y como está escrito engaña!
Al principio creí que era un insulto en catalán o algo así (porque es la única lengua que sé que tiene palabras que acaban en i y porque no sé nada de catalán). Pero no. El problema no es que la “i” esté cerca de la “o” (un saludi), sino que esté cerca de la “u”.
En todo caso yo siempre tengo por norma leer dos veces lo que he escrito, aunque sean mensajes cortos, porque tiendo a repetirme y siempre acabo evitándolo en la segunda pasada. 😉
Por cierto, muchas gracias por los trucos. Sé que me vendrán bien. 🙂
Saludos! 😀
Lo que me pasó fue que solía acabar cada mensaje escribiendo todo el texto de la firma. Aquel día estaba un poco más desorientado que de costumbre y envié no menos de ochenta mensajes con la firma:
Un saludo.
Juan Díaz.
Sin saber que mi subconsciente estaba revelando mi estado en ese momento y, en un arranque de descaro y sinceridad, sustituyo la u por su vecina, la i. Para regocijo y descojone de todos los destinatarios que, cachondos ellos como pocos, no han dejado de recordármelo todos estos años (¡y lo que queda!).