Apple… música… Universal

Recientemente ha habido mucho que especular sobre la posibilidad de que Apple comprara la división musical de Vivendi, Universal Music, como seguramente has leido aquí, aquí, aquí, aquí y aquí.

Por si en realidad no te has parado a pensar qué significa Universal en el mundo discográfico, te cuento que agrupa a sellos tan respetados como Geffen, Island, MCA, Mercury, Motown, Verve… entre otros varios. En cuanto a la lista de artistas es absurdo intentar enumerar los fondos musicales que atesora, desde Maria Carey hasta John Coltrane, de Police a Counting Crows, de Natalie Cole a The Jam.

Entre Universal, Emi y Sony, Warner y BMG controlan el 75% de las ventas globales de música grabada, así que, el dueño de Universal realmente tendría una influencia trascendental sobre la evolución del mercado (y la comercialización, que es lo que de verdad les trae de cabeza hoy en día). Cualquier cosa que haga Universal tiene que ser seguida muy de cerca por el resto de la industria.

Dicen que Apple puede comprar Universal (primero, por el hecho de que está en venta). Y las plañideras saltan rápidamente al ruedo para decir que es una locura, una barbaridad y que sólo a Jobs se le podría ocurrir semejante cosa.

Supongo que es porque, en el fondo, los que lloran esas lágrimas de cocodrilo en el fondo quieren ver a Apple ahogarse en su propia insuficiencia respiratoria (ojo, no quiero decir que Apple se esté hundiendo ni nada parecido, sólo que lo desean), ver cómo se agota su capacidad de innovar (tal vez, cuando tengan procesadores potentes no necesiten epatar al mundo cada dos meses, y puedan -de verdad- dedicarse a inventar programas con versiones .0 y no con betas más o menos camufladas), para inmediatamente empezar a entonar el «ya lo avisamos».

Los que quieren que Apple se quede haciendo sólo ordenadores y programas para sus ordenadores, parecen pensar que si Apple compra Universal, van a trasladar las fábricas a Cupertino y el negocio musical lo llevarían los ingenieros de la propia casa.

Para todo el mundo es evidente que el oligopolio de las discográficas no ha redundado en una visión más completa de la jugada y una comprensión vanguardista de las tendencias de los consumidores, antes bien, ha redundado en una hipercalcificación de las articulaciones, y un acobardamiento ante la realidad que ha llevado a un divorcio espectacular y nunca imaginado entre los consumidores de música y sus «fabricantes».

Y aún así, después de cerrar Napster, y todas sus secuelas, las ventas de discos compactos no ha bajado, sino que ha subido (eso sí, las ventas de singles se han desmoronado, pero yo buscaría las causas más en los tres euros de precio que en la necesidad compulsiva de descargar música ilegalmente).

Es posible que mucha gente no sepa que Mars, los fabricantes, entre otras chocolatinas, de los escandalosamente adictivos M&Ms y los Twix, es el principal fabricante mundial de monederos para máquinas de Vending (las que venden cocacolas, tabaco y patatas fritas) y dueño de una de las principales marcas de comida para animales -no está permitido hacer asociaciones entre chocolatinas y comida para perros-. O que Philips fue la dueña, durante muchos años, de Polygram -aparte de su propio sello- hoy también parte de Universal Music. Y muchas otras empresas (paradigma: El Corte Inglés) se convierten en fabricantes en sectores en los que no tienen ninguna experiencia por la simple vía de comprar una empresa ya consolidada.

La concentración de poder no ha servido para evitar que tecnología y música se encuentren a hurtadillas y sin que se entere el «chulo», en cualquier servidor de carretera, realizando el intercambio como si estuviesen en riesgo de coger alguna infección por el hecho de «mezclarse».

Ha tenido que venir Apple, esa «perdedora», agonizante, loca por hundirse, para demostrar que la venta musical a través de ordenadores no tiene por qué ser clandestina, ni ladrona, y sobre todo, puede ser un éxito masivo.

Así que puede que, después de todo, si Apple compra Universal puede que aporte una nueva visión a un mercado tan establecido (y anquilosado) como la industria musical.

Si Apple compra Universal, poco se notaría en el negocio diario: Pocos puestos cambiarían y desde luego el «demoníaco» Steve Jobs no se convertiría en el director de Universal (algunos parecen creer que el plan de dominación del mundo que sin duda tiene trazado el director de Apple pasa por dirigir personalmente todas las empresas).

Aunque tal vez si veríamos novedades en el negocio extraordinario: los usuarios de .Mac conseguirían algunas canciones gratis al renovar su suscripción.

Es más que probable que, a pesar de que los mercados han premiado la apertura de nuevos mercados para Apple (iTunes Music Service), subiendo el valor de sus acciones un 33% en una semana, nadie en Cupertino esté pensando que comprar una multinacional musical sea un buen matrimonio en estos tiempos de presupuestos ajustados (bastante tienen con haber empezado a formar su propia compañía aérea privada ;-).

Y sin embargo, cada vez qué he leido sobre la posibilidad de tal adquisición, sólo se me venía una pregunta a la cabeza…

¿Por qué no?

Seguiremos informando…

5 Comments

  1. Anónimo

    Hi friends! I am the webmaster from universal mexico, and i was checking this news out but i didn`t know that universal is for sale

    tal vez me pordìan cometar maas de eso…

  2. Anónimo

    Deseo infofmarmetodo sobre la «MúSICA UNIVERSAL» ,plnteamientos, antecedentes,origenes
    incluyendo a cualquiera de estos personajes :
    «ELTOPIN»
    «VIVALDI»
    «MOZART
    «STRAUSSY»
    para cuando estaria listo,recuerden cualquierade
    esos personajes

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