Bajo aires de eterno adolescente, Steve no para. El hombre que creó a Apple y propulsó los estudios Pixar a la cabeza de la industria de animación prosigue hoy con el Mini-iPod la era de la música en Internet.
Aunque resulta dificil caracterizar a Steve Jobs en pocas líneas, Guillaume Grallet lo intenta de manera sucinta pero efectiva en un reciente artículo de L´Express.
?Enero de 1984, un Americano mal afeitado anuncia la salida de una máquina de 7 kilos, el primer ordenador con pantalla color: lo bautiza Macintosh. Un jovenzuelo es portada de la revista Time. Veinte años más tarde, Steve Jobs, tras varias decenas de millones de “Macs” acaba de lanzar en Europa el Mini iPod, una versión miniatura – un paquete de cigarrillos – de un walkman digital capaz de contener hasta 1.000 canciones. El lanzamiento estaba previsto en marzo, pero esta pequeña joya electrónica encontró tal éxito en los Estados Unidos que las fábricas no podían proporcionar suficiente número para el Viejo Continente a tiempo. Sorpresa general, Jobs y su banda demostraron que era posible vender la música por internet – 99 céntimos de euros por canción – con la iTunes Music Store
“¿prefieres pasar el resto de tu vida vendiendo agua con azúcar o quieres cambiar el mundo?”
Resulta imposible caracterizar en pocas líneas al señor Jobs porque se protege excesivamente. Es capaz de hacer esperar más de tres horas a un periodista venido especialmente de Europa, no concederle más que una entrevista de cinco minutos, donde, entre dos suspiros, elude la mayoría de las cuestiones.
“Es, en los negocios, el equivalente masculino de Jackie Onassis en política”, explica a Alan Deutschman, periodista de Vanity Fair y autor de la Segunda Vida de Steve Jobs. Es una persona compleja y dificil de categorizar: “tiene la creatividad de Sergey Brin y de Larry Page, los dos fundadores de Google, la experiencia del fabricante de ordenadores Michael Dell, y la combatividad de Carly Fiorina, la jefa de Hewlett-Packard”, explica un afmirado responsable del Instituto de estudios americanos Forrester Research.
¿Por dónde comenzar? ¿Algún comentario (inevitable) sobre su apariencia y sus eternas zapatillas de deporte New Balance? ¿De sus gustos culinarios? Vegetariano desde su viaje a la India cuando apenas que tenía 20 años. ¿De su supuesto idilio, en aquella época, con Joan Baez? ¿De su casa Victoriana al sur de Palo Alto donde, desde que es padre de cuatro niños, lleva una vida bien guardada y un Mercedes en el garaje? Son muchos los elementos que lo han convertido en el Bad Boy de la informática.
Un carácter difícil
Es un insatisfecho que solo prevé su existencia como una consecuencia desenfrenada de proyectos, llevados a cabo o abortados, poco importa. “La vida es corta. Y vamos a morir todos pronto. Si se quiere actuar, ahora es el momento “.
Nació en 1955. Niño abandonado, Steve Jobs es adoptado por Paul y Clara Jobs de Mountain View, una ciudad sin historia de California. Steve tiene una hermana biológica, Mona Simpson. Su infancia es tranquila. A los 17 años “se aburre”.
La leyenda afirma que el mismísimo William Hewlett le llama trabajar para incorporarse a su empresa. El cofundador de Hewlett-Packard no se huele nada, sino que, divertido ante su desfachatez, le propone un período de prácticas. Allí conoce a Steve Wozniak “la primera persona que sabía más de electrónica que él”, tal y como reconocerá Jobs más tarde.
En aquella época, 1976, Steve tiene 21 años, Woz 26. Fundan Apple. El Apple I es el primero de una larga raza de ordenadores personales. El éxito les lleva a contratar a John Sculley, el responsable de Pepsi. “¿Prefieres pasar el resto de tu vida vendiendo agua con azúcar o quieres cambiar el mundo?” “Poseía el talento de conseguir la adhesión del más escéptico “, se acuerda Sculley.
Todo va bien. A menos que el difícil carácter de Jobs lo vuelva odioso. “Steve es capaz de organizar una tarde muy elegante en la ópera para todos y después no pronunciar una palabra durante una semana “, dice un antiguo colaborador”.
La tensión sube, en particular, con Sculley, que lo empuja hacia la salida de la empresa en 1985.
La historia habría podido detenerse en este momento. Muchos afirmaban entonces que el ex-pequeño prodigio no era más que un falso valor. Pero Jobs adquiere Pixar, una empresa de películas entonces en dificultades, al productor George Lucas. Jobs pone 10 millones de dólares sobre la mesa, una inversión que pocos toman seriamente. Quince años más tarde, la empresa ha producido Buscando a Nemo y Toy Story, y, por supuesto, vale muchísimo más. “No dibujamos cuentos de hadas, sino historias de hoy”.
En 1986, Steve infatigable crea Next, una empresa con la que espera conseguir el ordenador ideal para los estudiantes. Next vendió 50 000 unidades, y más caro de lo previsto. “Trabajé al lado de Jobs durante dos años; el placer rápidamente dejó lugar al horror”, se acuerda a Alice, una antigua empleada de Next.” Con varios amigos, ella forma parte del Workaholics Anonymous, una asociación de adultos destruidos por una vida profesional difícil.
Es un fracaso, pero, sin embargo, en ese momento, va conseguir su jugada maestra, al convencer a Apple, gracias a un grupo de amigos que aún trabajan en la casa, de comprar Next y su tecnología.
No sólo lo salva de la quiebra, sino que vuelve de nuevo, cual hijo pródigo, a la empresa que creó. Al principio, ocupa puestos poco importantes, pero no tarda en llegar a CEO.
Es un nuevo Jobs. “Pide consejo y, sobre todo, los tiene en cuenta; aprendió mucho de sus errores “, observa Regis McKenna, un gurú de la comunicación en Silicon Valley.” “Ganó en finura”, confirma Jean- Louis Gassée.
La empresa, que rozó varias veces la quiebra, está hoy en plena forma. ¡Vende más iPods que ordenadores! Más de 805.000 durante el primer trimestre de 2004, nueve veces más que el año anterior. Bastante para, en tres primeros meses del año, superar un 29% las ventas (1,9 mil millones de dólares) de esta empresa de 10.000 trabajadores.
“Si observan bien, Jobs tuvo tres vidas.” En primer lugar la de inventor del ordenador personal. A continuación, la del cine con Pixar. Y luego la del triunfo del iPod, dónde ha inventado el concepto de música de pago en Internet”.
Jobs garantiza que no es ya el dinero que le hace correr. “Más de 1 millón de dólares a los 23 años. Más de 10 millones un año más tarde, y más de 100 a los 25. Si fuera por dinero, habría parado”.”No soy un buen inversor. Mi objetivo no consiste en ser el más rico del cementerio.”
Fuente: L´Express
Es un gran fallo, el mac de 1984 NO tenia pantalla a color.
Los primeros mac con pantalla a color son los Mac II, creo que se lanzaron en 1986
Ah, por cierto, creo que algun modelo de Apple II anterior al mac si que tenia pantalla a color