Longhorn, o la dirección hacia el control

La mayor actualización de Windows desde el año 95 queda todavía lejos pero simplemente con lo que se especula que hará, ya causa temor en la industria. Las prácticas monopolísticas de Microsoft son conocidas y están probadas judicialmente, pero teniendo en cuenta las tecnologías que se van a implantar en el nuevo sistema operativo de Microsoft, podemos decir que ésta pretende llevar tales prácticas a extremos nunca vistos.

En Faq-mac ya os hemos hablado de algunas de las funcionalidades de Longhorn, y hemos sido bastantes críticos, ya que algunas son meras copias de funcionalidades presentes en otros sistemas operativos. De hecho, existen rumores de que Microsoft ha amenazado a Apple con abandonar el desarrollo de ciertos programas para Mac, como método para impedir una posible denuncia por infringimiento de patente con las “pilas” o stacks (nuevo sistema de organización de archivos que estuvo a punto de presentarse con Panther pero que al final se ha guardado para versiones posteriores) Aunque esta estrategia suena a típica de Microsoft, no es el objetivo de este artículo.

El objetivo es algo mucho peor… y no pretendo ser catastrofista.

Longhorn no sólo se dispone a introducir el criticado Palladium o NGSCB, sobre el que podeis leer un artículo en faq-mac aqui escrito por Ross Anderson.

John Manferdelli intentó dejar claro, precisamente, las muchas incógnitas en las que se está sumergiendo NGSCB, nadie sabe en que consistirá finalmente, y todavía hoy sigue vendiéndose como vaporware desde Redmond. Según los comunicados oficiales de Microsoft, yo considero a NGSBC anticonstitucional, puesto que elimina el derecho de presunción de inocencia (si quereis saber por qué, os recomiendo la lectura detallada de los artículos de Ross Anderson en faq-mac).

Con todo, esto no es lo más preocupante. Lo más grave son los “estándares” que pretende imponer Microsoft. Hace unas semanas comentábamos uno de ellos, WVG, parece que Microsoft va a aunar muchas de las políticas de dudosa moralidad que ha empleado anteriormente, en Longhorn.

Una de estas estrategias son los movimientos que está teniendo Microsoft en el mundo de código abierto. Desde hace tiempo, su presencia en foros y consorcios que desarrollan estándares ha aumentado considerablemente, sobre todo en la W3C.

Microsoft planea un nuevo movimiento para hacerse con el control de la red, como seguro algunos ya sabéis XAML, es el pilar que soporta Avalon (equivalente a Quartz de Mac Os X), XAML, un lenguaje basado en xml y que guarda un gran parecido con XUL, el lenguaje que actualmente utiliza Gecko, el motor de Mozilla para dibujar la interfaz de esta plataforma de código abierto que ha dado lugar a tantas aplicaciones, entre ellas el popular navegador. Estoy completamente de acuerdo con Nigel McFarlane en que Longhorn guarda otras similitudes con Mozilla (demasiadas tal vez), como en su API Indigo, muy parecida a Necko, la librería de redes de Mozilla.

No es de extrañar que Microsoft cada vez integre lenguajes y formatos junto con su sistema operativo, con una clara orientación hacia Internet. Bill Gates lleva confirmando esa orientación de su sistema operativo desde 1998, con la integración de Internet Explorer en Windows, Escritorio activo, etc.

Pero esta vez Microsoft quiere ir más allá. Esta vez no sólo consiste en crear una serie de extensiones y efectos DHTML. Con XAML y Avalon, Microsoft pretende conquistar Internet, de forma que las aplicaciones online no sólo se limiten al navegador, sino que Longhorn incluye una nueva forma de creación de programas basado en aplicaciones online, con interfaces propias nativas.

En resumen, un movimiento que Microsoft pretende utilizar para potenciar los servicios .NET y las futuras versiones para servidores de su sistema operativo.

Al estar XAML basado en xml y ser de código abierto, podría pensarse que, a través de ingienería inversa se desarrollarían sus equivalentes compatibles en el resto de sistemas. Pero no tiene pinta de que sea así. Microsoft tiene muy bien pensado este movimiento, y por ello, para el despliegue y desarrollo de estás aplicaciones online será necesario disponer obligatoria y exclusivamente de Windows, puesto que harán uso de otras API’s propietarias incluidas en Longhorn.

Con todo esto, Microsoft prueba suerte, tirando una moneda con una cara buena y otra mala.

En esta apuesta pueden ocurrir dos cosas,: 1) Microsoft se hace con el mercado de servidores e implanta su plataforma .NET gracias al triunfo de las aplicaciones basadas en XAML (con la grave amenaza que supondría para el resto de sistemas operativos que se quedarían prácticamente fuera de Internet). 2) Microsoft no es capaz de competir con servidores Unix (los actuales líderes) que serán incompatibles, incluso con la implantación .NET de Ximian mono, por lo que XAML pasaría desapercibido para el mercado, a excepción de las aplicaciones locales de Longhorn.

Como algunos ya sabréis Longhorn usa un modelo similar al de Mac Os X para las aplicaciones nativas, en el que se separa el código de la aplicación de la interfaz gráfica. Esto supondrá, además, que los programas tendrán que ser reescritos o readaptados, al igual que pasó con Mac OS X en sus inicios, aunque las aplicaciones seguirán funcionando de un modo similar a las aplicaciones Classic.

Hace poco veíamos en faq-mac como Dell invertía más en I+D y tenía más empleados que Apple. Sin embargo, es obvio que Apple, con menos recursos consigue innovar como ninguna compañía, y una de las razones para ello es que sus productos están bien identificados con unas gamas compactas. Apple sabe de la importancia de esto hace mucho tiempo, pero que los fabricantes de PCs x86 parecen no compartir (recordemos los antiguos tiempos de Apple con los Performa y anteriores).

Con la salida de Mac OS X, Apple encontró problemas para que ciertos desarrolladores produjeran programas nativos. Tuvo que invertir mucho dinero y esfuerzo para convencerles. Con Longhorn, Microsoft se encontrará con el mismo problema pero con la dificultad añadida de que no podrá destinar desarrolladores y recursos sin abandonar alguna de la áreas en las que actualmente invierte o incluso en las que se dispone a invertir (recordemos el proyecto Windows en cada coche).

Microsoft además se enfrenta a la Unión Europea, como ya hizo anteriormente (1,2…) , que se encuentra estudiando de cerca las posibles actitudes monopolísticas que va a emplear en Longhorn. Probablemente y conociendo a nuestros políticos, a Microsoft no le costará mucho escaparse sin castigo alguno…

Predecir lo que sucederá dentro de 2 años con Longhorn es bastante arriesgado, puesto que Microsoft mantiene una actitud deliberadamente ambigua. Sin embargo, es probable que Microsoft, de un modo u otro, salga perjudicada de todo este embrollo. Por otro lado, si Microsoft juega bien sus cartas, los perjudicados podríamos ser nosotros.

A pesar de que Microsoft es una compañía gigante, con muchos recursos, empleados e inversión en I+D, está diversificando sus productos demasiado. Microsoft quiere copar y liderar todos los mercados y esto puede resultar muy perjudicial para el desarrollo de Longhorn, especialmente con más de 2 años por delante.

Y eso, cuando se trata de desarrollo de sofware, es toda una vida.

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Anónimo
Anónimo
20 years ago

Habra que intentar hacer algo, no?

por lo menos intentarlo

Anónimo
Anónimo
20 years ago

que asco!

Anónimo
Anónimo
20 years ago

Sí podemos hacer algo: no comprar nunca un PC, y, si es posible, no comprar ni usar productos de Microsoft en el Mac. Es un gota de agua pero muchas gotas hacen un oceano, ¿no?.

Anónimo
Anónimo
20 years ago

diria mi madre MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES!!!!! mas de lo mismo 😉

Anónimo
Anónimo
20 years ago

Puf, esperemos que de cientos de errores.

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