Este ensayo ha recibido mucha atención en la web, traspasando la audiencia a la que originalmente iba dirigida, así que creo que se hace necesaria una pequeña introducción.
Esto se escribió para antiguos trabajadores de Apple, en particular para aquellos que trabajaron en Apple en la misma época en que yo lo hice, cuando la compañía creció, alcanzó su culmen en beneficios y para a continuación prácticamente morir. Es un esfuerzo por sacar alguna lección de esas experiencias.
No es, a pesar de algunas cosas que puedas haber leído en internet, una crítica a la actual encarnación de Apple. Pero me da la impresión de que eso es lo que algunos lectores pensaban que intentaba hacer. Si eso es lo que buscas, puedes irte a otro sitio a buscarlo. Por otro lado, si quieres ver una aproximación personal sobre la historia de Apple, sigue leyendo. –MM
Es fantástico ver tanta gente satisfecha con las cosas que consiguieron mientras estaban en Apple. Los logros fueron maravillosos, mejoraron las vidas de las personas y hacen bien en celebrarlo.
Pero creo que no podemos perder de vista el hecho de que Apple Computer en su conjunto fracasó en la segunda mitad de los años 90. Nuestro objetivo en esa época, si recordais, era transformar el mundo a base de liberar a la gente del mal diseño de los ordenadores y de las asfixiantes normas corporativas. “El ordenador para el resto de nosotros” prometimos.
Hoy en día “el resto de nosotros” somos un pequeño porcentaje de los ordenadores personales. La empresa ha sobrevivido, gracias a la gente que trabaja en ella hoy, pero no es la empresa que intentamos construir.
Aunque conseguimos con éxito que los ordenadores personales utilizaran el interfaz gráfico, desde entonces la innovación en la computación personal se ha virtualmente detenido. El sistema operativo con que trabajan la gran mayoría de los usuarios de ordenadores está anclado en 1993, con muy pocos avances importantes desde entonces. Los programas que hay en los escritorios de los usuarios, como los mastodónticos Word y PowerPoint, no han mejorado de forma importante desde hace años.
¿Por qué? Porque no tienen que cambiar. Porque no hay competencia real. Porque Apple fracasó.
Aquellos de nosotros que usamos Windows cada día en el trabajo tenemos un recuerdo constante de que nuestra empresa fracasó. Desgraciadamente, el resto del mundo está siendo castigado al mismo tiempo que nosotros.
Y aún así nadie asume responsabilidad alguna de lo que ocurrió. De hecho, la mayoría de los que estábamos en Apple proclamamos con convicción que el desmoronamiento de Apple no fue culpa nuestra. Algunos incluso han escrito libros para probar que ellos no tenían ninguna culpa de lo que ocurrió.
Es un periodo terrible en la historia de la empresa sobre la que nadie asume responsabilidad en su caida. Así que dejadme que yo rellene ese espacio para que sepais quienes son los responsables.
Yo lo hice. Yo maté a Apple Computer.
Por supuesto, si tu trabajabas allí, recibí tu inestimable ayuda para conseguirlo. Por descontado, un considerable número de ejecutivos ineptos también empujaron lo suyo, y el comportamiento corrupto de Microsoft. Pero, por encima de todo, Apple, la vieja Apple que todos conocimos y amamos, la que estamos jaleando aquí- fue destruida por su propia cultura enferma y disfuncional. Cuando Steve Jobs volvió a escena, había poco que salvar. Le rindo honores por lo que ha conseguido; no creo que haya nadie más en la tierra que pudiera hacerlo como él. Y puede que la Apple que él está construyendo tenga algún día la autoridad y el peso que la antigua. Pero no podemos olvidar que para volver a levantarla, tuvo que reducir a cenizas todo lo que quedaba de la antigua.
¿Qué falló?
La historia de Apple que transcurre entre finales de 1980 y los últimos años de 1990 es, en mi opinión, una historia de brillo individual y estupidez de grupo. Desde el momento en que me uní a la empresa en 1987, quedé impresionado por la energía e inteligencia de la gente que me rodeaba. Nunca en mi carrera he trabajado con personas más inteligentes, interesantes y capaces. Y probablemente nunca vuelva a hacerlo. Y aún así, a pesar de nuestra brillantez, como grupo éramos demasiado a menudo como los Keystone Kops de los ordenadores. (N. del T.: Keystone Kops fue una serie de películas rodadas entre 1912 y 1917 en forma de comedia, protagonizadas por un grupo de policías incompetentes. Desde entonces se ha utilizado para criticar a un grupo por sus errores, especialmente si los errores suceden después de una gran cantidad de actividad y energía, o si hay una falta de coordinación entre los miembros del grupo. Sacado de http://en.wikipedia.org/wiki/Keystone_Kops).
Aunque tuvimos éxitos importantes a finales de los 80 y principios de los 90 (el PowerBook y el Power Mac me vienen a la mente), la media de innovación era mucho más baja que en los primeros 80, cuando Apple aceleró desde el Macintosh original hasta el Macintosh II en una explosión de creatividad extraordinaria. Por cada innovación que llevábamos al mercado, una docena de ideas no conseguían salir del laboratorio. Cientos de millones de dólares se gastaron proyectos masivos que llevaban a ninguna parte. ¿Recordais Taligent (1), Kaleida (2), Jaguar (3), OpenDoc (4)? La lista es prácticamente infinita. Aún hoy, el mundo del PC tiene que incorporar completamente las innovaciones en que trabajamos y que no conseguimos comercializar en los 90, cosas como el software por componentes y las avanzadas ideas sobre la interfaz de usuario que se concibieron en el proyecto Sybil (5).
Es fácil cargar todos los fallos en los ejecutivos senior de la empresa, pero sinceramente, no creo que tuvieran suficiente poder como para causar un daño tan absoluto. Muy a menudo, el problema consistía en que no trabajábamos conjuntamente para conseguir un objetivo común. Esto se debe parcialmente a las políticas que se cuecen en las grandes empresas, pero aquí, además, se sumaba que todos nos considerábamos demasiado inteligentes como para aceptar y seguir las visiones de otro. La resistencia pasiva era la cultura dominante de la empresa. Nos sentábamos en las reuniones y sonreíamos y asentíamos con la cabeza ante el plan del dia, para volver a nuestras oficinas y echar pestes de las estupideces que se habían dicho y jurar que ni muertos colaboraríamos en semejantes propuestas.
Aquellos de nosotros que éramos jefes a menudo fracasábamos en insistir en que nuestros equipos trabajaran juntos. En vez de integrarlos para cooperar hacia un objetivo común, nos pertrechábamos entre paredes, protegiendo nuestros proyectos y presupuestos del ataque de los otros. Las ideas e iniciativas del exterior eran rechazadas con la misma radicalidad con que nuestro cuerpo rechaza los gérmenes.
Nos convencíamos a nosotros mismos de que nuestra única competencia era diseñar interfaces de usuario, pero éramos mejores diseñando organigramas y camisetas. En diez años que pasé en Apple tuve básicamente tres trabajos, pero rendí cuentas ante 12 vicepresidentes diferentes.
Todos queríamos ser jefes. Nadie quería ser ayudante. Nuestros jefes carecieron de la sabiduría o de la voluntad para eliminar ese juego. Y por eso nuestra compañía fracasó.
Aprendimos la lección.
Ahora yo, como un montón de antiguos empleados de Apple, estoy en una nueva empresa, enfrentándome a muchos de los mismos retos que Apple tuvo en los finales de los 80. Pienso muy a menudo sobre mis experiencias en Apple, y me guían en mi trabajo… me dicen qué no hacer. Aquí hay algunas de las lecciones que he aprendido:
– Porque la cooperación es esencial para tener éxito, tienes que agradecer las ideas de los otros, buscar la parte buena y encontrar la forma de construir una agenda común.
– Porque la unidad es más importante que la perfección, necesitas aceptar y promover las decisiones de tus jefes, incluso aunque estés en desacuerdo.
– Porque nadie puede hacerlo todo, es importante cooperar con otras partes de tu organización, incluso aunque pienses que tu podrías hacerlo mejor.
– Porque ninguna empresa puede cambiar la industria ella sola, tienes que aliarte con otras empresas para compartir las oportunidades, y ayudarles a comprender tu visión y su importancia.
– Tienes que eliminar las palabras “imbécil” y “lerdo” de las conversaciones profesionales (sin importar lo ajustadas a la realidad que parezcan).
Suena muy básico, pero creo que fue la falta de esas bases, más que cualquier otra cosa, lo que mató a Apple.
¿Haremos las cosas distintas esta vez? Es difícil de decir. Pero me siento mucho mejor.
Quién sabe, tal vez aún podamos cambiar el mundo.
Michael Mace
Director de Análisis competitivo
Director de Marketing de la Plataforma Mac
Director de Marketing de la división Home & Education
Apple Computer, Inc 1987-1997
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(1) Érase una vez, Apple tuvo dos proyectos fundamentales para crear el siguiente sistema operativo, llamados Blue y Pink. Blue era una especie de proyecto de mejora-lo-que-tienes; Pink era un empezar desde el principio con un acercamiento desde una nueva perspectiva. Apple no podía decidirse sobre cual centrarse, así que, como siempre, intentó hacer los dos. Blue se mantuvo dentro de la empresa, y Pink se sacó a una nueva empresa formada con IBM a través de una joint venture; la empresa se llamaba Taligent. Taligent consumió montones de dinero y personas de ambas firmas, sin llegar a nada perdurable, al menos que yo sepa.
(2) Otra joint venture, destinada a hacer… algo. Ya no lo recuerdo.
(3) Un primer intento de mover Apple hacia la computación basada en RISC. Absorbió a un montón de gente con talento y luego se disolvió.
(4) Una iniciativa para una computación centrada en los documentos.
(5) Uno de los conceptos más interesantes en Sybil era el tratamiento del sistema de archivos como base de datos. Podías hacer varias clasificaciones en tus archivos, organizándolos en forma de “pilas” agrupadas por su nombre. Un documento podía estar en varias pilas diferentes basándose en su contenido. Era un forma prometedora de navegar a través de las enormes cantidades de información existentes en un disco duro. En vez de eso, seguimos anclados en la metáfora de las carpetas, que fue diseñada para utilizarse en disquetes de 400 k. (Por cierto, he oído que la próxima versión de Windows tendrá un sistema de archivos al estilo de base de datos).
Pd.: Puedes leer las respuestas a la historia de Michael aquí (en inglés).
Traducido por Alf del original
me parece absolutamente acojonante que no haya ni un solo comentario ante semejante acto de contricción.
Gracias, Michael, gracias.
Will, tb falta el tuyo 🙂
pa que no falte el mío: he estado buscando info acerca de SiByl y no encuentro nada… algunap pista?
saudes
Donde puedo encontrar informacion sobre esos proyectos fallidos de Apple que mencionas…
necesito informacion de todo lo que tenga que ver con macintosh y en lo posible historia, comandos, todo en relacion al Sistema operativo de Mac. bueno de ante mano se agradece….
mirad en http://www.theapplemuseum.com y en http://www.applehistory.com.
mac no muere ni morira nunca preguntenle a gates, si no me creen