CampusMac 2k3: Opiniones y testimonios: Teo

Pasados unos días de la celebración de Campusmac 2003, llega el momento de, al menos por mi parte, hacer una recapitulación de lo que viví y mis opiniones al respecto.

En primer lugar, tengo que decir que mi impresión general fue que la organización del Campusmac tuvo sus luces y sus sombras. Todo lo referente a la sala de ordenadores, a los cursillos técnicos (¿quizá algo básicos algunos?), al alojamiento, manutención (lo que llamaríamos intendencia)… funcionó casi perfectamente. Los miembros de la organización trabajaron, casi todos, sin descanso y en ningún momento percibí malas caras, a pesar de estar siendo reiteradamente solicitados por multitud de asistentes para que solucionaran los imprevistos que iban surgiendo; la simpatía y la sonrisa eran la tónica dominante.

¿Fallos? En mi caso, el primer fallo me tocó de cerca: Yo iba invitado a la Campusmac 2003 para presentar una obra de teatro, danza y multimedia. Por problemas de la organización con el suministro de infraestructura, al llegar se me dijo que no iba a poder ser y se tuvo que suspender la función (algo que a nadie le gusta, evidentemente). No voy a entrar en detalles, porque no viene a cuento. Entendí perfectamente las explicaciones de la organización y lo que no pudo ser, no pudo ser.

Dejando este tema a parte, y centrándonos en el resto de Campusmac 2003, por lo que yo pude percibir noté cierto desbordamiento que quizá fuera debido a que este año el número de asistentes había pasado de poco más de 100 a más de 200, o sea que había aumentado un 100%. Por otra parte, todo lo referente a la red inalámbrica general, fuera de la sala de ordenadores, no funcionó bien, o mejor dicho, no funcionó (al menos en las pruebas que yo hice con mi portátil, aunque igual fui yo, que no conseguí que me funcionara). Mi impresión general es que los problemas que surgieron fueron en aquellos apartados o puntos que se salían de la estructura que ya tenían practicada con la experiencia del año anterior.

Y llegamos al punto que yo considero más importante en esta edición. Este año habían querido dedicar el encuentro al arte digital, pero luego este apartado se quedó un poco desinflado, como un título general, pero poco más. Quizá se tendría que haber invitado a más artistas digitales y que la presencia del componente creativo fuera más fuerte. Se supone, o al menos yo supuse, que un encuentro dedicado al arte digital tendría una fuerte presencia de artistas invitados, exposiciones varias, presentaciones de trabajos, conferencias tipo “making off” sobre la utilización del medio digital en las artes, mesas redondas, música, pintura realizada con ordenador, arte digital en la red… o sea, que sería el punto principal del encuentro de este año y que cada día habría varios actos de este tipo para elegir. A este respecto, recuerdo que la última noche dos chicas que venían de Madrid, hablando conmigo en la fiesta de clausura, comentaron justamente eso, que ellas esperaban encontrar una oferta artística más amplia y que se habían encontrado con un Campusmac más centrado en las actividades que ya se habían realizado el año anterior (edición a la que también habían asistido). Y una opinión similar la escuché de boca de varias personas que comentaban que habían ido justamente porque esta edición estaba dedicada al arte digital. Así pues, creo que hubo gente que fue guiada por el título de esta edición y luego se sintió algo decepcionada en este apartado. Todo lo demás, todo aquello que ya se le presupone a un encuentro de usuarios de ordenadores, como los juegos online o los cursillos técnicos, por ejemplo, funcionó como estaba previsto.

Mención aparte merece el Proyecto Grimm. Durante todos los días del encuentro se organizaron multitud de actividades, tanto con ordenadores como meramente manuales o lúdicas, para los niños asistentes, y percibí una dedicación de los maestros miembros del Proyecto Grimm que me impresionó.

Sobre la organización y funcionamiento de las actividades dedicadas a los acompañantes, como excursiones y demás, no puedo decir nada porque no estuve muy atento a ellas, pero por lo que vi funcionaron bien.

Así pues, mi impresión general es bipolar. Por una parte disfruté de conocer a gente encantadora, de hablar de temas interesantes, del ambiente, de las instalaciones, etcétera, pero eché en falta una mayor presencia de lo que se supone que era el tema de este año: el arte digital.

Sugerencias (con la mejor intención del mundo) para encuentros posteriores:

1. Tablón con fotos y nicks en la entrada, para que el personal no vaya todo el día mírandole la acreditación a los demás, que según donde se llevara puesta la mirada era algo “indiscreta”.

2. Publicar un calendario de actos y cursillos, e imprevistos, a través del iCal que estuviera constantemente actualizado y así sería accesible por web para todos y en cualquier momento. ¿No se hizo, verdad? (a ver si ahora me paso de listillo y resulta que lo había).

3. Un sistema centralizado de ayuda a los asistentes, porque yo, como otros, me vi en la situación de que cada vez que necesitaba algo, como no sabía quién se encargaba de qué, terminaba pidiéndoselo al primero que pillaba de la organización, con los consecuentes problemas de pesadez e inoportunidad por mi parte y la duplicación de trabajo que eso ocasionaba (y eso lo saben bien algunos miembros de la organización que tuvieron que soportarme estoicamente 😉 ). Un sistema centralizado agilizaría la solución de los problemas, creo yo.

4. Derivado del punto anterior, delimitación clara de los diversos apartados del encuentro, con un responsable por apartado.

teo