Más allá del Switch

La campaña Switch de Apple ha cumplido un añito, y sus resultados no son tan esperanzadores como se esperaba. Apple quizás deba enfocar otros objetivos simultáneamente, y posiblemente, con un mejor resultado.

De la campaña Switch y de sus resultados se han vertido ríos de tinta, tanto a favor, como en contra. Apple, hace un año, consideró que era el momento de asaltar el mercado de consumo, y lo hizo a la brava: primero con una campaña publicitaria agresiva, y además, añadiendo todos los valores posibles al consumo en forma de software, hardware y servicios.

Sin embargo, los datos no son muy esperanzadores. Apple se mantiene en su porcentaje de mercado, punto arriba, punto abajo. Los datos, de lo mareados que están, e interpretados de múltiples maneras y formas, no ofrecen realmente un punto de vista “enfocado” de la situación. Según los interprete uno u otro analista, son buenos, o malos. ¿Para qué volverlos a re-re-re-interpretar? Mejor avancemos.

Mercados incipientes, oportunidad de negocio

Desde mi punto de vista personal, hay en estos momentos un mercado que parece estar hecho a la medida de Apple. Pese a que simultáneamente se ha profundizado en el mercado del audio y del vídeo (y se ha abandonado el mercado del diseño y la preimpresión a los avatares de Adobe, Macromedia y Quark) como punta de flecha en el mercado profesional, los tiempos que corren, quizás las modas, o quizás un movimiento mucho más profundo, implican nuevas maneras de hacer negocio.

Tiempo de administración

La desastrosa política de Microsoft con las administraciones públicas y gobiernos a lo largo de estos años ha dado como fruto una planta negra, fea, mustia, llena de plagas y problemas que al final no queda otro remedio que cortar. Los encargados informáticos de las diferentes administraciones, que han recibido una educación universitaria de segunda (o tercera generación) con respecto al mundo digital, han empezado a mirar en otros jardines, principalmente por dos motivos: seguridad y economía.

Porque Microsoft ha estado exprimiendo a las administraciones durante largos años con sus sistemas propietarios que han forzado una relación de dependencia que resultaba de todo punto inadmisible: son como la estatua del general en la plaza principal del pueblo, da igual de que partido político sea el alcalde, ellos siguen allí impertérritos, espada en alto y mirando hacia el infinito. Y con unos precios que, pese a ser ajustados mirándolos individualmente, en el volumen de licencias que se mueven los organismos públicos resultan prohibitivos para muchas empresas. Y además, los pagamos todos los contribuyentes. De la seguridad mejor no hablamos, ¿no?

Las administraciones, ya sea como punto primordial o como promesa electoral, han empezado a migrase al software libre. La manera de tratar este tema por los políticos ha sido un tanto nebulosa: en cualquiera de los casos han intentado hacer una propuesta seria para ahorrar unos cuantos euros, o el advenedizo que ha intentado ganar unos votos de los geeks de la tecnología. De cualquiera de las maneras, a mi me ha surgido una pregunta.

En un modelo de software libre, ¿quién controla la calidad del mismo?

Y con esta pregunta me fui a hablar, por iChat y en una breve conversación con un responsable de Universidad y ante mi pregunta ¿Quién controla la calidad del software que sería responsable de gestionar los recursos de una nación/región/autonomía? Me contestó sinceramente que los usuarios, o en su defecto, los departamentos técnicos de cada administración.

He de confesar que la respuesta me dejó perplejo, porque inmediatamente vi que de una problematica uniformidad cortesía de Microsoft, se podía pasar a un “Reino de Taifas” donde cada uno impone su normativa, que posiblemente sea diferente de la del vecino de al lado, montándose una Torre de Babel que en cualquiera de los casos es un paso atrás.

¿Y que puede hacer Apple en todo este posible embrollo?

Mucho. Sinceramente a mi me parece que le han creado el nicho perfecto para aposentarse.

Primero porque MacOS X ofrece una ventaja espectacular sobre los sistemas actuales: es capaz de acomodarse a las aplicaciones de Software libre a través del sistema o de las X11. Es capaz de moverse con soltura entre diferentes tipos de redes sin apenas despeinarse. Es capaz de, además, correr programas comerciales simultáneamente al software libre, ofreciendo la posibilidad de tener un cóctel de aplicaciones comerciales y libres realmente imbatible. Y tiene un nuevo entorno de programación para el desarrollo de nuevos programas que permite a los desarrolladores embarcarse en nuevas aventuras. Un ejemplo clarísimo sería el éxito de Rendezvous + Airport (configuración cero+cero cables) en una administración, donde la instalación de un ordenador o su movimiento, supone añadirlo a una red donde casi siempre el problema es seguro con las configuraciones semi-clónicas que se desparraman por las mesas.

A todas estas ventajas está el reconocido soporte de Apple para sus aplicaciones y hardware que, pese a que algunos usuarios estén descontentos con el mismo, el porcentaje de respuestas positivas frente a un problema es mucho más alto, y más satisfactorio, que el que ofrecen otros servicios técnicos o de soporte de software de forma puntual (y local) en cada uno de los paises.

¿Pero que metemos en la administración, G5?

En algunos casos si, pero en la mayoría, por precio, prestaciones y calidad, la máquina ideal es el eMac. Sin embargo, el eMac resulta visualmente poco atractivo para la habitual sobriedad administrativa: es quizás necesario convertir el eMac en un Ad-Mac de color gris o incluso negro para que pase desapercibido en las mesas de los funcionarios. El eMac es todo en uno (menos cables para conectar) dispone de un monitor grande y visualmente agradecido, es fácilmente transportable (al menos frente a un PC con su CPU, monitor, cables, etc.), lleva todo incluido y es llegar y enchufar. Y si se coloca la unidad a un precio agresivo, el interes que se despertará aún será mayor.

Es posiblemente el momento oportuno para concentrarse en una iniciativa de este tipo: el mercado está en ebullición, y el que tenga la cuchara más grande (ofrezca mayores ventajas en conjunto, y sobre todo, los mínimos problemas) seguro que pasa a ser el Chef más cotizado.

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Anónimo
Anónimo
21 years ago

Cierto, pero falta un detalle.

Apple NO QUIERE VENDER.
Esto lo deduzco porque la realidad es que nadie sabe que Apple es tan bueno, NADIE.

Lo que triunfa en esta sociedad son los buenos vendedores, nada más.

De todas formas, como maquero, deseo: “Larga vida al Mac”

Anónimo
Anónimo
21 years ago

Yo lo unico que quiero es que mejore la fiabilidad de los MAC. Ultimamente la calidad de fabricacion deja mucho que desear. Muchos ordenadores con fallos de funcionamiento por todos lados.

Anónimo
Anónimo
20 years ago

Soy pecero y ex-maquero. Pienso que si en teoría esto podría funcionar, en la práctica lo que demuestran las administraciones es que lo que más les aterra son los cambios, simplemente porque los funcionarios ya han tenido bastante con tener que aprender informática para ahora además cambiar de sistema operativo. Y si aún encima les haces cambiarse de aparatejo, pues mucho peor… eso por no decir nada del “maravilloso” servicio técnico de Apple, que además destaca por su precio comedido para que los cargos se luzcan frente a sus superiores.

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