Bienvenidos al siguiente nivel, por Faustino Forcén

¡¡Bien!! Es lo primero que se me ocurre. ¡Bien! Si no has probado el Music Store de Apple estás tardando. Hay varias y poderosas razones para ello.

Para empezar, por fin alguien (vale, EMI anunció esta semana un modelo similar) entiende cómo funcionan los consumidores de música. Estamos hartos de gastar dinero en discos que no podemos escuchar donde nos apetece. Ya no es que nos estén licenciando una copia de la música. Ni siquiera. Obligan a escuchar la música cuándo y dónde ellos creen que es seguro (para sus bolsillos). La licencia de Apple permite duplicar la música para uso personal y escucharla en el iPod o en el Mac o en un CD. Compramos música, no trozos de plástico que se estropean o nos roban.

¿El precio. Un CD por 9,99 dólares? ¿El mismo disco que está en la tienda por 30 euros? Vale, sin caja, sin libreto. La música. Aquí hablamos de música.

Integrado.

¿Una única parada para buscar música? Bien, no es la única si lo que te va son las bandas indies y estás suscrito a cualquiera de los sites donde esas bandas ofrecen su música para descargarla gratis (hablo de sites con 50.000 grupos). Pero es un comienzo si lo que te gustan son los 40 principales. Ojo, no esperes encontrar a David Bisbal ni a Rosa. Pero todo se andará. Pero iTunes te da la opción de pedir que lo añadan. Otra cosa es que hagan caso.

Además, por fin, tenemos una tienda de discos en condiciones. Si alguno seguía mis gruñidos en Macworld recordará la columna en la que hablaba de que Napster era, para mi como para otros, una forma de escuchar música nueva, de descubrir nuevos grupos o nuevos sonidos. Haced la prueba. Simplemente “navegar” y escuchar cosas que no conozcais.

Y se acabó cargar con todo un disco solo para escuchar una canción.

En el terreno de los contras…

No es un catálogo exhaustivo. Pero tampoco es una lista de “series baratas”. Se echan en falta, en una primera búsqueda, algunos de los nombres de EMI, como Morrisey o Queen, y no están todos los álbumes de todos los grupos ofrecidos.

Bueno, como experimento no está mal. Hay que tener en cuenta que toda la música que se ofrece está online. En algún servidor. Replicado. Está bien que el almacenamiento esté por los suelos, pero el ancho de banda sigue siendo el principal coste en cualquier negocio de este tipo.

Pero por qué, por qué, por qué…

Ya sabemos que los europeos somos los piratas del universo, pero ¿hasta el punto de pasárnoslo por las narices diciendo que sólo puedes comprar si estás en EE.UU.?

Están dando la razón a los que dicen: si no nos dejan comprar robaremos…

One Comment

  1. Anónimo

    Sigo insistiendo enq no es lo mismo un disco original a un puñado de mp3….No es lo mismo
    Hay un cierto ritual a la hora de poner un disco y no cuando pones el ordenador…..Este rollo no me va

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