He tenido la suerte de probar la nueva atracción de Port Aventura (invitado por ellos), Hysteria in Boothill, una experiencia en realidad aumentada pionera en el mundo (correcto, ¡en el mundo!). Estas son mis impresiones
Cuando te acercas a una innovación en tecnología, especialmente si es realidad aumentada, llegas con muchos “Isis”. Es decir ¿Y si es un truño? ¿Y si me mareo? ¿Y si el peso del visor es excesivo para entrar en la historia? ¿Y si la resolución no es buena? ¿Y si hay demasiada gente? ¿Y si…? Ya sabes, el miedo a tener que reportar un fracaso.
Además, esta atracción, que una de las novedades de Port Aventura para la temporada, no está incluida en el precio, es decir, se paga aparte al entrar (7€ por persona) así que es una apuesta arriesgada si el producto no tiene una factura satisfactoria. Imagínate la estrella de la temporada, no incluida en el precio y con internet lleno de criticas negativas…
Así que cuando aceptas una invitación así, asumes muchos riesgos como periodista que no “se vende” (aunque te salga gratis).
Afortunadamente, las pegas que puedo poner son referidas al “previo” a la entrada. De la atracción te lo cuento luego.
La “Histeria” se ubica en el ambiente del Far West, uno de los mundos de Port Aventura y está tan bien encajada que nos costó encontrarla y ¡tuvimos que preguntar! La cola se mantuvo constante todo el día, así que pospusimos la experiencia para la hora de la comida, con la esperanza de que aminorara el tiempo de espera (el gran problema de Port Aventura realmente, que va mucha más gente de la que pueden absorber las atracciones, lo que redunda en colas de hora y media, dos horas… ¡y más!).
El problema de las colas raya en lo absurdo, porque si vas a Port Aventura a montarte, no solo en las atracciones más populares, en prácticamente cualquiera, a lo más que puedes aspirar es a hacerlo en seis o siete, a razón de hora y media de cola.. echa las cuentas. Suma comer y paradas fisiológicas… el sabor puede acabar siendo un dulce sabor amargo.
Dulce porque Port Aventura sigue siendo una experiencia maravillosa, cuidada y mantenida como el primer dia, con una generosidad en los espacios y el paisajista como pocos parques en los que haya estado pero amarga porque la mayor parte de tu dia lo vas a pasar avanzando centímetro a centímetro para disfrutar de atracciones que duran entre uno y pocos minutos… como ocurre a veces con el marisco, mucho trabajo para la recompensa (y que no es barato).
Sin embargo, como es obvio, la gente sigue viajando desde donde está para vivirlo así que claramente el resultado es positivo.
Yendo a las tres de la tarde transitamos una cola de unos cuarenta minutos. Mis objeciones son que, una vez que entras en la casa, el techo es una especie de tela de saco que deja ver la nave industrial en la que estás, lo que te saca (al menos a mi) completamente del juego. Además, los trabajadores llevan walkie-talkie talkies como si estuviéramos en 1990 lo que hace que oigas todo tipo de mensajes mientras estás esperando para acceder.
Problemas menores y fácilmente solventables que sorprenden por la extrema atención al detalle que pone el parque en todo lo que hace.
La experiencia
En Hysteria in Boothill, nos adentramos en la casa abandonada de la familia McGregor, cerca del cementerio de Boothill de Penitence. Según el Sheriff de Penitence, en esa casa suceden fenómenos paranormales y te recomienda no entrar.
Al aceptar entrar asistimos a una sesión de espiritismo con la Medium Bladsky, donde, gracias al visto de realidad aumentada (Meta Quest 3) podremos entrar en contacto con los espíritus de la familia McGregor.
Hysteria in Boothill es una experiencia que se recorre a pie, equipado con un visor de realidad aumentada y unos auriculares que te permiten disfrutar de la aventura como si estuvieras solo.
Es una producción del departamento digital de PortAventura World junto a la compañía especializada en computación espacial Spatial Voyagers, con quien hemos charlado en el podcast y que estuvieron invitados en la mesa redonda que hicimos en el Meta World Fest.
Todo es mucho más orgánico de lo que los “Isis” que te comentaba al principio pudieran anticipar. Entras rápidamente en la historia y tu cerebro, a pesar de saber que lo que ves en buena parte no existe, se lo traga con absoluta candidez.
Sobresaltos y respingos por lo que ocurre ante tus ojos, sin llegar al pánico. Es decir, diversión por encima de todo, Tal vez el final es un poco abrupto para lo trabajado que está la introducción y el desarrollo, pero eso va en opiniones personales.
Como “fiel” de la muestra, fui con una persona que nunca había tenido contacto con la realidad aumentada, que se mareaba con las películas 3D y que, para acabar de rizar el rizo, tiene claustrofobia.
Así que las probabilidades de que hubiera percances o quejas antes, durante o después de la experiencia eran abundantes.
Falsa alarma, no solo salió con la misma sonrisa que yo sino que incluso dijo que “se le había hecho corto”, demostrando que está lista para incorporarse a las nuevas formas de entretenimiento de lo que queda década.
El futuro ya está aquí
Por supuesto, habiendo probado el Vision Pro de Apple, soy perfectamente consciente de las carencias de resolución de las Meta Quest y por lo tanto de lo mucho que van a mejorar esta atracciones una vez Apple haga los dispositivos más asequibles y -sobre todo- automaticen la calibración para que no sea necesario un protocolo de varios minutos para poder empezar a usar el visor.
Esta misma atracción con Vision Pro centuplicaría la experiencia inmersiva pero eso es -precisamente- lo que hace que estos tiempos sean tan excitantes. Saber que estás en el inicio de toda una nueva categoría de entretenimiento y que has podido verlo en persona.
Para Port Aventura no cabe duda de que la inversión ha sido remunerada con creces, solo juzgando por la cantidad de gente que entró en un día sabiendo que es eso (o más) todos los días del año.
Lo bueno de las aventuras virtuales es que son una inversión ahora y una rentabilidad durante mucho tiempo. Y que pueden ampliarse o modificarse tantas veces y durante tanto tiempo como desee el parque.
El futuro trae (evolución de los visores mediante) atracciones mixtas -una parte vivencial y otra virtual, más atracciones de realidad aumentada como esta y, por supuesto, la inauguración de los parques de atracciones virtuales, donde podrás vivir una montaña rusa virtual o una aventura en el amazonas desde tu sofá o tu salón por un precio razonable… ya en suscripción o puntual.
Con todo, me siento un privilegiado de haber podido tener la experiencia pionera en BootHill. Y si eres amante de la tecnología, de las atracciones de miedo (que no terror) o de lo nuevo, tienes un motivo muy importante para visitar Port Aventura.
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