La gestión de esta característica se realiza a través de la pestaña Seguridad en las Preferencias de Safari, activando (o desactivando) la correspondiente casilla, aunque por defecto y por evidentes motivos de seguridad deberías tener siempre activada.
Safari utiliza para lanzar estas advertencias un servicio de Google llamado Google Safe Browsing que no es más que una lista negra de sitios web y recursos que contienen malware (o su distribución) y sitios web de phishing. Tanto Chrome como Firefox y Safari utilizan este servicio para la detección de estos sitios, y al hacer una petición por tu parte a un sitio web, esta petición se contrasta con las listas negras y es entonces cuando recibimos una advertencia de seguridad.
El proceso de contraste entre tus peticiones y las listas negras de Google Safe Browning tiene, sin embargo, algunos detalles que merece la pena comentar. El proceso se realiza haciendo una llamada a Safe Browsing Lookup API que tiene un problema de privacidad asociado a la misma que básicamente afecta solo a los usuarios de Chrome: las URL buscadas o están cifradas así que el servidor sabe que URLs han sido usadas o buscadas por los usuarios de la API. la versión 3 de esta API, que es la que usa Firefox y Safari, introduce en cifrado (hash) de las URL a 32 bit, de forma que se preserva la privacidad del usuario mientras se mantiene el servicio que permite que puedas recibir este tipo de alertas ante una web maliciosa.