Generalmente no es conveniente cambiar el nombre cuando un disco duro o unidad de almacenamiento está atado a carpetas que están relacionadas con servicios. Por ejemplo, si tienes asignada la carpeta del Dropbox a una unidad externa con un nombre de volumen (es decir, un nombre de disco), si cambias ese nombre luego Dropbox no va a encontrar la ruta a su carpeta y te va a indicar que no encuentra la carpeta.
Pero hay otras ocasiones en las que por diferentes motivos dos o más unidades de almacenamiento tienen el mismo nombre. Sin embargo esto no es realmente cierto. En el escritorio aparentemente ambas unidades tienen el mismo nombre pero al solicitar información de esa unidad de almacenamiento con ⌘i vemos que en el nombre de ha añadido un ” 1″ (espacio 1) para diferenciar ambos discos, lo que al final puede causar problemas, más que al sistema, que es capaz de diferenciar entre ambos discos, para nosotros, porque aunque parezcan ambos discos iguales, realmente no lo son.
Precisamente por esto es bastante recomendable no poner el mismo nombre, exacto, a dos unidades de almacenamiento.