Es una sensación muy incómoda estar trabajando en tu mesa y notar como hay algo que vibra y que se transmite directamente a la zona de trabajo. Estas vibraciones están generalmente causadas por un dispositivo que incluye un disco duro mecánico, una unidad óptica como un reproductor de DVD o ventiladores, y que está pobremente diseñado de forma que según el tipo de soporte en el que esta apoyado transmite una (a veces muy débil pero consistente) vibración a través de la mesa que resulta muy incómoda y que puede incluso amplificar el sonido generado por las partes móviles del dispositivo.
Los elementos de apoyo utilizados en el dispositivo son los culpables de esto y generalmente han sido colocados por el fabricante poco menos que de adorno para cumplir con los estándares mínimos de la industria.
Eliminar estas vibraciones y por extensión, el molesto ruido que pueden causar es, sin embargo, sencillo y barato. Más allá de los trucos de colocar un trapo, láminas de espuma o recortes de piezas de goma, existen en el mercado elementos específicamente pensados para este trabajo… y otros que no, pero que harán su trabajo a la perfección y por un coste significativamente menor.
Uno de estos elementos son los sistemas antideslizantes para cristales de mesa. Construidos en silicona, generalmente transparente, son elementos adhesivos que se pegan en un cristal para evitar que se deslice de su posición en una mesa: son ideales para colocar en dispositivos y conseguir no solo que el dispositivo no pueda ser desplazado con facilidad en la mesa, sino también eliminar gran parte si no todas las vibraciones generadas por el mismo, devolviendo la paz a tu escritorio.
Tampoco tienes que volverte loco para conseguir estos elementos: puedes encontrarlos en cualquier ferretería por un coste muy pequeño y vienen en diferentes tamaños: es una opción ideal para devolverte la paz mientras trabajas.
