Mac Mini: un equipo potente, capaz, robusto (para una casa con niños) y sin necesidad de arruinarme

Tenía en mente comprar un nuevo ordenador económico para que mis hijos se iniciasen en el tema de la informática. Hasta ahora el único ordenador de mi casa era un MacBook Air, un equipo algo delicado y frágil (aparte de caro) para dejarlo en manos de los niños. Para evitar que un accidente destrozase todo el equipo, pensé que lo mejor era comprar un Mac mini, un teclado, un ratón y una pantalla. Así, el riesgo de que un accidente obligase a comprar todo de nuevo se reducía.

¿Qué opciones tengo?

Tras la renovación de la gama Mac mini el pasado octubre, el Mac mini básico por 499€ parecía tentador, pero un repaso a sus características me llevó a buscar otro equipo:

-Memoria de 4GB, no actualizable por estar soldada. Comprarlo con 8GB implica 100€ más.

-Disco duro de 500GB, demasiado pequeño para guardar ahí una biblioteca de fotos y videos y, sobre todo, es un disco de 5.400rpm que ocasiona un cuello de botella brutal en este equipo, dejando su rendimiento real casi igual que el que tenía el mini bastantes años atrás. Se puede instalar un Fusión Drive de 1TB que soluciona en parte ambas carencias, pero ello implica gastarse 250€ adicionales.

Los pros y contras de este equipo ya se han analizado en faq-mac. Yo le veo más defectos que virtudes y como no pensaba gastarme 849€ o más en el mini y luego añadir teclado, ratón y monitor, busque otra alternativa y no, no fue un iMac. El elegido ha sido un Mac mini 2011 de segunda mano. ¿Por qué este equipo? La razón no es que tenga especial cariño a esta “añada”, ni porque sea más o menos barato, sino porque en 2011 Apple sacó un Mac mini muy interesante.

Un mini muy especial.

Se trata de la versión con procesador Core i5 a 2.5Ghz, apenas un poco más potente que la  versión básica de 2.3Ghz, pero que costaba casi 800€. La razón de ese precio eran los 4GB de RAM de serie, frente a los 2GB del modelo básico y, lo que es más importante, una gráfica independiente: la AMD Radeon HD 6630M con 256MB de RAM. Parece algo poco relevante, pero esta gráfica deja completamente libre la memoria principal y así podemos usar este mini con apenas 4GB de RAM y, lo mejor, es que la gráfica de AMD le da mil vueltas a la Intel HD 3000 que integra el Mac mini 2,3Ghz, también supera a la Intel HD 4000 del modelo 2012 y es equiparable a la HD 5000 del nuevo modelo 2014. Lo peor es que no es capaz de mostrar una resolución 4K a traves de HDMI, pero como no me planteo a corto plazo un monitor de esa resolución tan alta (y precio también tan alto), no me importa.

En cuanto a potencia de procesador, en los test de Geek Bench, el mini 2011 i5 2,5Ghz empata con el i5 a 1,4Ghz del modelo 2014. Más igualados no pueden estar.

 

 

De acuerdo, un Mac mini viejo es prácticamente equivalente a un Mac mini recién salido de fábrica, pero ¿dónde lo conseguimos? Hay que buscar en el mercado de segunda mano, evidentemente, y ese equipo en particular no es demasiado común, pero se pueden encontrar unidades en excelente estado y bien de precio. Concretamente yo compré uno por 402€ en ebay.de (sí, es un poco rebuscado, pero ahí hay bastante variedad y buenos precios) y me costó 18€ el envío a España. Puede parecer caro, porque he ahorrado menos de 100€ respecto a comprarlo nuevo, pero es que ya venía con 8GB de RAM y un procesador i7 a 2,7Ghz (5.708 puntos en GeekBench). Desde luego una oportunidad que no había que dejar pasar, ya que incluso incluía un mighty mouse y venía con la caja y todos los accesorios originales.

“Tuneando” el mini.

¿Qué es lo primero que hay que hacer con este equipo? Cambiarle el almacenamiento interno. Hay varias alternativas: simplemente cambiar el HD por uno más rápido y de más capacidad, mantener el disco original y añadirle un SSD, hacer ambas cosas o, por último, la alternativa que monté yo: 

Como yo quiero tener la máxima capacidad interna posible, para guardar ahí bibliotecas de fotos y videos, aumentar la velocidad de acceso y no arruinarme por el camino, decidí comprar dos discos de 2,5’’, 7.200rpm y 1TB de capacidad. Los discos SSD son muy rápidos, pero todavía relativamente caros: 500GB en SSD cuestan casi 200€, mis dos discos de 1TB salieron por mucho menos. Aquí está el resumen de las compras:

Mac mini 2011 i7 2,7Ghz 8GG		420 €
Disco Travelstar 7K1000 2,5 1TB x2	​ ​​ ​	123 €
Conector OWC 2º disco duro		20 €
TOTAL		563 €

El rendimiento del disco duro interno a 5.400rpm que monta Apple es simplemente patético. Esta es la razón de sustituir el disco interno por uno más rápido. La mejora comprando un disco de 7.200rpm ya es importante, pero comprando dos y formando un RAID 0 es más que espectacular. 

Disco duro interno 5.400 rpm

Disco duro interno 7.200 rpm

RAID 0  2 discos duros internos 5.400 rpm

Disco Fusion 128SSD+3TB 7.200 rpm (montado en un MacPro)

RAID 0 dos discos internos 7.200 rpm

Incluso esta configuración de dos discos en RAID 0 es mejor que un disco Fusion de Apple. Si bien el comportamiento general del ordenador es más rápido con Fusion porque los ficheros más usados están en el SSD, cuando hay que utilizar la parte del disco duro, volvemos a los cuellos de botella al estar leyendo y escribiendo en el lentísimo disco de 5.400rpm, porque la unidad que monta Apple en la versión de 1TB también funciona a esta velocidad.

¿Un RAID?, ¿eso no era para matar moscas?

Vamos a ver qué es eso de un RAID 0. Es ni más ni menos que unir dos discos físicos en una única unidad lógica, de forma que el sistema operativo interpreta que tiene un disco duro del doble de capacidad. Aparte de la ventaja de no tener que pensar donde tenemos un determinado fichero, si en el disco 1 o en el 2, el aumento de velocidad es casi el doble, porque el ordenador tiene dos canales de lectura y escritura simultáneos y las operaciones tardan casi la mitad del tiempo.

Parece que la solución de dos discos duros internos en RAID 0 es de las mejores, si no la mejor, pero ¿cómo montamos este tinglado? Lo primero ¿cómo metemos un segundo disco duro en el mini? Si compramos el modelo actual, no hay forma, pero el mini 2011 y 2012 tenía una versión servidor que llevaba dos discos duros internos y la placa base es la misma, así que únicamente necesitamos un conector adicional para el segundo disco duro y montarlo, el sistema lo reconocerá sin más. Ese conector lo vende OWC en su web y cuesta 29$+3$ de envío y viene con las herramientas para desmontar y montar el mini. Únicamente hay que seguir las instrucciones para desmontar el ordenador, instalar el adaptador y un segundo disco duro. Adicionalmente, desconectaremos el disco duro original y pincharemos en su lugar uno de los nuevos de 1TB. Comprando una caja externa, se puede aprovechar el disco de 500GB que hemos sacado del mini como unidad para trasladar datos y realizar copias de seguridad. De hecho es aconsejable tener esa caja externa y montar el disco del mini dentro. La razón es que, tras la cirugía que hemos hecho con nuestro equipo se ha quedado con dos discos internos limpios (y formateados para PC) y no podremos arrancarlo si no tenemos una unidad externa para hacerlo.

Yo no hice así, sino que usé una memoria USB que configuré para poder arrancar desde ella e instalar OS X 10.10 Yosemite. Hacerlo es muy sencillo en sólo tres pasos:

1.- Debes tener en tu ordenador el instalador de Yosemite en la carpeta de aplicaciones, si no lo tienes, bájalo del App Store y se guardará allí.

2.- Introduce una memoria USB de 8GB como mínimo en el ordenador y renómbrala como Untitled.

3.- Abre el Terminal y copia y pega el siguiente insulto:     

sudo /Applications/Install OS X Yosemite.app/Contents/Resources/createinstallmedia --volume /Volumes/Untitled --applicationpath /Applications/Install OS X Yosemite.app —nointeraction

Te pedirá tu contraseña de administrador y comenzará a grabar los datos en el USB. Cuando termine, ya tienes una unidad de arranque que instalará Yosemite en cualquier equipo compatible.

Tras arrancar el ordenador con una unidad externa, entramos en Utilidad de discos, pulsamos sobre uno de los dos discos y vamos al apartado RAID. Allí damos un nombre a nuestra nueva unidad y seleccionamos Grupo RAID stripe en el Tipo de RAID. Hay que arrastrar los dos discos a la ventana para que los una y ya podemos pulsar el botón de Crear. Aceptamos la advertencia de que vamos a borrar todos los datos y listos. Ya tenemos un disco de 2TB rapidísimo donde podemos instalar Yosemite y restaurar nuestros antiguos datos desde la copia de seguridad,  ¿porque tenéis una copia de seguridad de vuestros datos, no?

Ya tenemos un killermac que nos ha costado menos de 600€ frente a los 849€ que cuesta un mini nuevo con 8GB y disco Fusión de 1TB y que, adicionalmente, podemos ampliar de RAM o discos duros en el futuro si necesitamos un rendimiento mayor de forma igualmente económica.

¿Qué más puedo hacer con mi nuevo juguete?

Pues una cosa interesante es usarlo también de servidor multimedia. Yo tengo un WD TV en el salón conectado a un disco duro para ver películas y otros contenidos en mi TV. Funciona bastante bien, pero tiene dos problemas: un interface que no termina de convencerme y el disco duro hace ruido y molesta (soy tiquismiquis, lo sé).

El mini es mucho más silencioso, pero no quiero tenerlo en el comedor, quiero usarlo como ordenador con su pantalla. ¿La solución? comprar un Apple TV. Con este hobby de Apple, podemos acceder a la biblioteca de iTunes e iPhoto del mini desde el sofá, controlándolo con el mando incorporado o bien desde el iPhone o iPad (mucho más práctico). Esta es la solución fácil y  cómoda, pero ¿cómo reproducir contenido que no tengamos en iTunes?

La solución lenta y costosa es recodificar las películas a formato iTunes, algo que no es complicado si disponemos del software adecuado, como HandBrake, pero sí tedioso. La segunda solución es menos elegante, pero nos la ha regalado la propia Apple, se trata de la opción AirPlay mirroring. Con esta solución, podemos usar cualquier TV conectada a un Apple TV como un segundo monitor conectado a nuestro Mac. Si activamos la opción, la TV aparecerá en el panel “Pantallas” como otro monitor. Podemos poner en marcha una película en el Mac y se reproducirá también en la TV. AirPlay también permite enviar el sonido del Mac a la TV, por supuesto, de otro modo esta solución no sería efectiva.

De hecho, activando AirPlay en el Mac, podemos seguir trabajando con él a la vez que en el sofá el resto de la familia disfruta de una película. Simplemente no activamos el duplicado de pantalla, sino que mantenemos dos pantallas independientes: en el monitor del Mac trabajaremos y la pantalla del Apple TV reproducirá el video. Ahora vemos otra aplicación de tener una gráfica dedicada. Si intentamos esto con las tarjetas Intel HD 3000 y HD 4000, no estoy seguro de que todo funcionase fluido. 

Falta el último complemento, porque ¿cómo pausamos la reproducción o cambiamos de película desde el sofá si el Mac mini está en otra habitación? Nuevamente, con un iPhone o iPad tenemos multitud de aplicaciones para controlar nuestro Mac. Algunas gratuitas, algunas no. Mi recomendación es VNC Viewer, que es un cliente gratuito VNC para iOS y que permite “sentarnos” frente al Mac desde el iPhone o el iPad. De hecho no lo uso únicamente para controlar las películas, sino para trabajar con el Mac desde mi iPad, pero esa ya es otra historia.

Aquí se puede ver una captgura de pantalla de VNC ejecutándose en un iPad Air mostrando el doble escritorio de un Mac mini conectado a un Cinema Display a 1920×1200 de resolución y a una pantalla de Plasma Panasonic Full HD 1080p. La potencia del Mac mini es suficiente para ejecutar las aplicaciones de OS X (puede verse como una ventana es Paralles corriendo software de Windows) y reproducir video a 1080p en la pantalla de la derecha con VNC. Maximizando la aplicación VNC, la pantalla de la derecha y, por tanto, la pantalla del salón, reproducirá el video deseado a pantalla completa sin que aparezcan el escritorio de OS X.

¡Que lo difrutéis!