Apptrackr se ha visto forzada a mover sus servidores a países con leyes mucho menos estrictas al respecto del copyright además de imponer una serie de captchas para evitar las ramificaciones legales de los linos directos de descarga. Además, el grupo ha dicho que no pueden mantener su actual estructura con donaciones y van a comenzar a añadir publicidad.
Fuentes legales consultadas por faq-mac indican que es posible que esta maniobra de Apple no sea la única a lo largo de este año que se inicia, en un intento de cortar de raíz, y en la medida de lo posible, que el mercado de aplicaciones piratas florezca incontrolado, ya que supone una inmensa sangría para los desarrolladores, además de para la empresa de Cupertino, que cobra un 30% de cada aplicación vendida. Para Apple, mantener el control estricto en este aspecto, antes de que se convierta en una situación ingobernable, es aparentemente unas de las prioridades de este año, y es posible que veamos a lo largo de 2012 más acciones de este tipo.