Hace frío. Mucho frío.
En las especificaciones de cada Mac viene, dado por Apple, un arco de temperaturas en las que la compañía de Cupertino recomienda su uso y operación. Mientras que apagado tu Mac soporta bastante bien las temperaturas extremas, en funcionamiento la cosa cambia y además hay que tener en cuenta un caso especial: los cambios bruscos de temperatura.
Si vas a recibir un Mac durante los próximos días o en general, en temporadas de frío extremo, un par de recomendaciones.
Esperando tu nuevo Mac en invierno
Estás nervioso: en unas pocas horas o incluso minutos, el servicio de mensajería va a traer tu nuevo Mac a casa y estás deseoso de poder abrirlo, encenderlo ponerte a explorarlo. Llaman a la puerta, recoges tu Mac (especialmente un iMac o un portátil) abres la caja, y de repente te das cuenta que la pantalla está toda rajada.
Inmediatamente piensas, con todo el disgusto del mundo, que la unidad se ha llevado un golpe cuando no es así: simplemente eres víctima de un cambio brusco de temperaturas. El problema es que la pantalla no ha soportado el cambio brusco de temperatura, ya que viene «muy frío» de su viaje y se ha tenido que enfrentar de golpe a los confortables 23 o 24 grados de tu casa. La pantalla se dilata bruscamente y se raja. Si realmente fuer aun problema de un impacto, en las pantallas se ve el punto donde se ha llevado el golpe: en un caso así, simplemente no hay y solo hay rajas en casi toda la pantalla.
Cuando se va a recibir un Mac en épocas de frío extremo, es recomendable dejar la caja en una zona de temperatura intermedia para que la unidad se «precaliente» durante unas horas para evitar este problema (que es mucho mas común de lo que parece). Esto no es un problema endémico de los Macs: afecta a todos los ordenadores y en general a todo el equipo electrónico al que se le somete a un cambio drástico de temperatura. Y si la pantalla ha sufrido ese resquebrajamiento, aunque no lo veamos, el hardware interior también sufre mucho con estos cambios de temperatura.
De la misma forma, si tu Mac (o en general) tu equipo electrónico está en una oficina y se queda durante todo el fin de semana sometido a temperaturas extremadamente bajas, enfriándose mas allá de la temperatura operacional marcada por Apple, es recomendable cubrirlo con un paño, manta o similar (y a ser posible, que no suelte pelo). Los paños que sueltan pequeños pelos (al igual que las bolas de suciedad) pueden causar pequeños microcortocircuitos en entornos con un alto grado de humedad y cambios bruscos de temperatura.
Otro problema ocasionado por el frío es la condensación. Si hace mucho frío en una ambiente muy húmedo, el fuerte contraste de temperaturas ocasiona condensación y la humedad, o directamente, el agua es mal amiga de la electrónica por motivos obvios.
En general, los cambios bruscos de temperatura, de forma continuada y por efecto de la dilatación y la contracción hacen la vida de tu Mac mucho mas corta, disminuyendo el ROI (el retorno de la inversión) de una forma alarmante. Un entorno de temperaturas equilibrado, dentro de los parámetros operativos del ordenador te asegurarán que la vida de tu Mac es larga y productiva y no te encontrarás con problemas, roturas inesperadas y fallos que muchas veces se achacan a la calidad del producto o al transporte cuando el problema es, simplemente, una mala gestión del entorno ambiental.
Creo que este artículo estará más bien dirigido a los equipos de sobremesa (iMac) con la superficie de cristal,
porque he usado el MBookPro desde el G4 hasta los últimos con Intel y viviendo en Rusia los cambios de temperaturas son de -20 grados a +20 grados. Hasta más, los he olvidado encendidos el fin de semana en el maletero del coche y el lunes funciona ideal.
Eso sí, el aluminio frio no es muy agradable!
Yo concretamente he visto este problema con al menos un par de MacBook blancos a los que la pantalla, delante de mis ojos, se rajó de forma espontánea al abrirlos en un entorno excesivamente caliente (30º) que venían «de viaje» desde Apple en pleno invierno (concretamente en dos días de muy bajas temperaturas como estos que estamos pasando).
No es una circunstancia agradable y realmente es un problema que hay que tener en cuenta y que le ocurre no solo a los equipos de Apple.
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http://www.faq-mac.com
Pues a mi me habéis dejado partido el corazón que vivo en un frío y lejano país y suelo sacar a pasear mi MacBook Pro unibody porque lo necesito para trabajar… Vamos que el pobre se come los 14-15º de mi casa, sale a la calle donde hace -4/5 (los mejores días) y en el trabajo de nuevo hace 15ª o más… Por ahora no se me ha resquebrajado, pero comenzaré a exigir en el trabajo alguna prima por peligrosidad o algo…
por diversos motivos está en una precaución que se hace con neveras, u otros aparatos que tengan componentes que dilaten.
y las pantallas llevan un cristal protector ….
o séase, nada nuevo, simplemente que no se escapan a las leyes de la física !!!
Estoy en el hemisferio sur, que hago con el calor? jaja
Ya te tocará en agosto. 😛
Un saludo
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Creo que Apple debiera advertir este problema en la caja de embalaje y hacer un comunicado a la empresa de transporte para que eso no ocurra. Atribuyo toda la responsabilidad a Apple y no al nuevo usuario que con ansias espera su nuevo equipo. A todo esto no me has respondido mi problema que te envié hace una semana.