Lo importante está dentro… y fuera también, por Alberto Lozano

Tal vez sea deformación profesional, pero el haberme dedicado toda la vida al desarrollo de hardware hace que en lo primero que me fije sea en las “tripas” de los chismes antes que en su aspecto o sus funciones.

Sí, yo era de los críos que cuando recibía un juguete, lo primero que hacia era desmontarlo. Y esa diversión continúa con mis juguetes actuales. Espero que cuando reciba mi iPad, no me dé tanto para desmontarlo cómo me dio mi primer iPhone.

Pero volvamos al tema.- Digo que lo importante está dentro ya que el diseño de un nuevo procesador es la parte más atractiva en mi opinión.

La pregunta es ¿habiendo la cantidad de procesadores que hay en el mercado y de resultados probados, porqué Apple se ha liado con un diseño propio?

Bien, la respuesta real la tiene Jobs, la mía es fruto de la intuición, o de la imaginación, mejor dicho.

Fabricando su propio procesador Apple controla el todo, hardware y software. Y ambas cosas forman un conjunto perfectamente ligado, y optimizado, que le costará mucho reproducir a la competencia caso de que, cómo es de esperar, iPad se convierta en el juguete y muchos otros fabricantes se lancen a su estela cómo sucedió con el iPhone.

Apple también puede reducir las posibilidades de hackeo sobre todo si no publica las especificaciones de su chip , eso le vas a permitir mantener el gadget bajo control y evitar en bastante medida que terceras partes le metan un linux o aplicaciones no autorizadas, por ejemplo.

Sobre todo, aumentarán las dificultades para los hackers si el chip A4 incorpora algún tipo de protección DRM, cosa que en este momento no se ha hecho pública.

Personalmente creo que compraré un iPad; no es caro, aunque lo encuentro un poco grandote para llevarlo en el bolsillo, eso tiene solución ya que los de Scott eVest afirman que el iPad cabe en todos sus modelos de cazadoras y yo tengo una de esas.

En cualquier caso no va a sustituir a mi Papyre para la lectura de ficción ya que, a pesar de la gran calidad de imagen de la pantalla del iPad, no hay nada cómo la tinta electrónica a la hora de leer una buena novela y eso sin contar los 15 días que me dura una carga de batería. Tal vez lo que le falta al iPad sea una segunda pantalla, en la parte trasera por ejemplo, de tinta electrónica y que permita, finalmente hacerlo todo, todo, todo en un solo aparato. Pero no voy a dar ideas que luego Apple se las apropia y no paga nada por ello.

De todas maneras puede que no meta el chisme en un bolsillo de mi eVest ni en el portafolios sino en el coche, aunque sea sujeto con esparadrapo. No sabéis la ilusión que me hace llevar un GPS de 10 pulgadas.

Por cierto una de las críticas que están proliferando es que no pueda hacer llamadas de voz.

Hace poco Apple ha permitido en la Appstore una aplicación para iPhone que estuvo largo tiempo vetada, iCall que permite realizar llamadas de voz por IP.

Por otra parte, hay la opción del iPad 3G libre sin vínculo con operadora.

Además, iPad ejecuta, Jobs dixit, todas las aplicaciones del iPhone.

¿Casualidad o causalidad?

Pues si es blanco, mojado y va en brick, seguro que es leche.

De todas maneras estamos hablando de la primera generación de iPads. Si el artilugio triunfa, me tiene intrigado cómo puede llegar ser la quinta generación del los iPads, sobre todo si tomamos cómo referencia al primer iPod y a un iPod Touch actual.

Para terminar, dije arriba que lo importante también esta fuera, aunque en este caso no me refiero ni al interface ni a la carcasa del invento. Me refiero a que sin gastarse apenas un dólar Apple ha conseguido aparecer hoy en la portada de casi todo los medios mundiales. Basta con ver que a pocas horas de la presentación del iPad en Google ya aparecen más de cinco millones de referencias y en los temas calientes de Gogle Trends está en primer lugar seguido por Obama. Tal vez no sería mala idea que Obama contratase a Jobs cómo asesor de marketing para la Casa Blanca…

Alberto Lozano es pionero de todo lo que se puede ser pionero en tecnología, y administrador de Mac-Club, una de las listas con más enjundia del panorama Mac español.