Simth y otros dos juntaron algo de dinero y Wang, 31, se puso a trabajar con algunos ingenieros. Llamaron a la compañía Smule, y crearon cuatro aplicaciones, cada una de un dólar. Hay un encendedor virtual, un fuego artificial virtual, un cambiador de voz para hacerte sonar como Darth Vader o un elfo, y el ganador: un programa llamado Ocarina que transforma al iPhone en un instrumento electrónico de viento. Publicado en noviembre, Ocarina obtuvo 400 mil descargas en menos de un mes. Smule, que originalmente tenía la intención de hacer 100 mil dólares este año, en lugar de eso hizo un millón de dólares. “Es sorprendente,” Smith dijo. “El negocio ya deja beneficios.”
Wang y Smith están utilizando el más reciente fenómeno en llegar a la industria de la tecnología. Miles de personas están escribiendo aplicaciones para el iPhone y vendiéndolas a través de la App Store de Apple, que es parte del mercado en línea iTunes. Apple lanzó la App Sotre en julio y ya ha entregado más de 300 millones de descargas de más de 10 mil aplicaciones. “Nunca hemos visto nada como esto en nuestras carreras,” dijo el CEO de Apple Steve Jobs a los analistas de Wall Steet en una llamada en conferencia en octubre.
Apple introdujo el primero iPhone en junio de 2007 seguido por el modelo 3G en julio de este año. Apple ha vendido 13 millones de iPhones, y en el tercer trimestre de este año vendió más unidades que Research in Motion, el fabricante del BlackBerry. En términos de beneficios, Apple alega que ahora es el tercer fabricante de teléfonos más grande del mundo, después de Nokia y Samsung.
Apple no dice cuánto dinero ha hecho con la App Store, y tampoco ha dicho cuántas de las 300 millones de descargas fueron aplicaciones gratuitas y cuántas costaron dinero. Apple obtiene el 30 por ciento de los beneficios generados por las aplicaciones. Pero para Apple ahora el dinero no lo importante. El objetivo de esta carrera es convertirse en la plataforma de computación móvil dominante. El espacio de la computación móvil se ve un poco como los primeros días de los ordenadores personales, cuando distintos sistemas operativos estaban compitiendo para ser el rey.
Media docena de plataformas de teléfonos inteligentes compiten en el mercado, incluyendo Symbian, Windows Mobile, BlackBerry y el Android de Google. Hay otro en camino por parte de Palm. El próximo año Palm introducirá un nuevo sistema operativo para la computación móvil. La plataforma que atrape a más desarrolladores probablemente gobierne el mercado.
La mitad de la diversión de tener un iPhone es probar todas las nuevas aplicaciones que puedes poner en él, y los desarrolladores están publicando cosas a pasos agigantados. “Es un poco como la fiebre del oro,” dice Brian Greenstone, quien administra un negocio pequeño llamado Pangea Software en Austin Texas, que ha creado varios juegos para el iPhone, incluyendo Cro-Mag Rally y Enigmo. Greenstone, 41, ha estado escribiendo juegos para los ordenadores Apple por 21 años. Pero dice que nunca ha visto algo como el fenómeno de las aplicaciones del iPhone, que este año le entregarán 5 millones de dólares en beneficios. “Es loco. Es como dinero de la lotería. En los últimos cuatro meses y medio hemos hecho tanto dinero con las aplicaciones de iPhone como con todas las aplicaciones que hemos vendido en los últimos 21 años -combinadas.” El negocio es tan bueno que Greenstone ya no se molestará en escribir para Mac. Además, Greenstone dice, las aplicaciones son fáciles de crear: algunas se crean en sólo dos semanas con un sólo desarrollador. “Alguien en su cuarto literalmente puede hacer un millón de dólares sólo con escribir una aplicación,” dice Greenstone.
Steve Demeter, un programador de 30 años, escribió un juego para iPhone llamado Trism en su tiempo libre, trabajando durante la noche y los fines de semana. Para finales de septiembre había ganado 250 mil dólares en sólo dos meses. Ha hecho más dinero desde entonces, pero no dice cuánto. Es suficiente para dejar su trabajo en el banco Wells Fargo para el cuál había estado escribiendo código para sus ATMs, y ha contratado cinco ingenieros para desarrollar otros nuevos juegos para el iPhone. “Podríamos obtener fondos. Podríamos ser comprados. Hay muchas cosas en la mesa,” dice. “Mi vida es muy diferente de cómo era hace un año.”
Dónde estarán las cosas en un año nadie lo sabe. Pero por ahora, los pequeños están felices de navegar en las pisadas de Apple.
Fuente: Newsweek
