Este concepto de cargador (una propuesta de un diseñador sueco, para combatir la falta de sol en invierno -cuando los cargadores solares no valen para nada) aúna diversión y tecnología.
Tú juegas al yoyo y éste almacena la energía generada. Cuando has acabado, conectas el USB y ya tienes fuente de energía. Sencillo, ecológico y práctico. Muy nórdico, en resumen.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.