Quizá el asesino en cuestión – cuyo nombre, nos dicen, rima con Snapple – meramente tiene la intención de despistarnos con esta última maniobra inspirada por Dexter. Pues Slasher no era no otra cosa sino una aplicación gratuita que mostraba la imagen de un cuchillo y hacia sonar un sonido de “horror” cuando el usuario hacia un movimiento como de acuchillar con el teléfono.
El desarrollador Josef W. Wankerl lamentó la desaparición de su aplicación, temiendo lo peor. Mientras que las autoridades inicialmente no dieron indicación de saber porque Slasher podría haber sido elegido por el asesino, luego le dijeron que el contenido de la aplicación podía ser considerada “censurable”, citando una regulación poco conocida que dice:
Las aplicaciones no deben contener contenido obsceno, pornográfico, ofensivo o difamatorio, o materiales de cualquier tipo u otro contenido o materiales que en el juicio razonable de Apple podrían ser encontradas censurables por los usuarios de iPhone y iPod touch.
Desde luego, esto levanta más preguntas de las que responde. Por ejemplo si el contenido de Slasher era censurable, ¿qué estaba haciendo en la App Store en primer lugar? Y con un motivo tan amplio, ¿puede ser detenido el asesino? Especialmente cuando sus métodos pueden ser vistos como arbitrarios.
Por su parte, Wankerl quiere justicia. Ha apelado a las autoridades a que expliquen exactamente que parte de Slasher es censurable. ¿Podría ser este el final del asesino? ¿Podremos saber finalmente dónde están enterrados NetShare, BoxOffice y I Am Rich? ¿O no obtendremos respuestas acerca de los motivos de estos asesinatos?
Fuente: Macworld