El juego de auriculares del iPod dispone en su parte trasera de una serie de agujeritos que permiten, entre otras cosas, que el sonido ambiente acceda a tus oídos de manera que no te quedes aislado totalmente del mundo. Su utilidad es relativa, porque en un momento dado, ni los cascos del iPod (ni ningún otro) se adaptan los suficientemente bien a nuestros oídos como para cancelar totalmente el sonido exterior.
El proceso es tan sencillo como pegar un trozo de cinta adhesiva y luego, recortar el sobrante con cuidado con unas tijeras pequeñas. SI se hace bien, el resultado es imperceptible.
¿Cuál es el auricular parcheado?
Si te parece que el resultado es demasiado “fuerte” para ti, puedes perforar con mucho cuidado y sin profundizar uno a uno los agujeritos hasta dar con el ajuste deseado entre volumen y graves y el sonido exterior que deseas recibir.
Si escuchas la música siempre a mucho volumen y notas distorsiones, solo tienes que retirar los pequeños parches de cinta adhesiva para revertir este pequeño Hack.