El iPod, el gadget de entre todos los gadgets

Quien tiene la visión de que el iPod es sólo para escuchar música, debería considerar venderlo o donarlo a alguien que sepa sacar mejor provecho de la diminuta maravilla de Apple, porque del gadget que tiene funciones de teléfono y es terminal inalámbrico para conectarse a Internet hoy se pueden obtener decenas de descabellados usos que nada tienen que ver con la reproducción de música.

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No es que sea un dios, pero la industria y los mismos usuarios le han proveído de cierta omnipotencia: «No hay límite para la imaginación humana, hay un sinfín de posibilidades. Hoy en día hay más de 5.000 accesorios que forman parte del ecosistema de iPod.

Pero no es sólo cuestión de accesorios. Hay funciones que quizá ni los cerebros más creativos de Apple consideraron a la hora de concebirlos. Las versiones más recientes del gadget tienen en su reverso una superficie metalizada que refleja todo lo que pasa por su frente. Eso lo convierte en un perfecto espejo; invento ideal para quienes no pueden vivir sin estar pendientes de su aspecto. Hay blogs que promueven el uso del iPod como espejo personal.

Y para quienes sueñan con tener su propio programa de radio y no han dado con el lugar ideal en alguna estación, el dispositivo adaptable iTrip, puede ayudarles al menos a ensayar y hacerlos sentir que están al aire. El iTrip es típicamente utilizado para transmitir a través de las ondas de frecuencia modulada (FM) las canciones del iPod al equipo reproductor de los automóviles sin necesidad de cable o conector alguno. Pero los más osados pueden atreverse a transmitir sus podcasts hasta cualquier receptor de radio FM muy pero muy cercano.

Una linterna y apuntador láser no es que resuelvan grandes problemas en la vida, pero el accesorio iBeam conectado al iPod lo convierte en cualquiera de esos dos equipos, bien para buscar caminos en la oscuridad, ayudar en presentaciones con Power Point o simplemente para sacar de quicio a los demás iluminándoles la cara o apuntándoles con el láser. La elección queda a riesgo del usuario.

Sobre el uso más extendido del gadget hoy por hoy, Cristina Caballero de Apple comenta que «depende de cual iPod te refieras. De repente tienes miles de canciones en tu biblioteca musical o quizá sólo unas pocas. Puede que te guste ver videos en cualquier lugar, o simplemente escuchar unas cuantas canciones y salir caminando. Al margen de adónde vayas o de qué quieras escuchar, siempre habrá un iPod hecho a tu medida. La verdad que es mucho más que un reproductor de música solamente. Es un reproductor digital ultraportátil. A través de los años, se ha evolucionado basado en la retroalimentación de nuestros usuarios». Sin embargo Caballero recuerda que «el iPod empezó como un reproductor de música, cosa que fue, es y sigue siendo clave para los usuarios».

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