La gestión de los derechos digitales (DRM) de las canciones está dividiendo a la industria musical. Hoy declarará ante la Cámara de los Comunes británica la asociación de discográficas independientes del Reino Unido (AIM) para dar una opinión sobre el tema contrapuesta a la de que defienden las grandes multinacionales.
En la actualidad la Cámara de los Comunes investiga la cuestión del DRM para establecer la manera de proteger a consumidores, artistas y compañías de distribución en un mercado continuamente cambiante.
“Las discográficas independientes se orientan fundamentalmente al artista y quieren ofrecerles todas las oportunidades posibles de alcanzar mercados nacionales e internacionales: usando en lugar de rechazando las nuevas tecnologías; fomentando el acceso a nuevas músicas por parte del gran público y del público especializado; evitando proteger el copyright con una postura punitiva; siendo conscientes de que una cierta pérdida del control del copyright es un factor necesario si se quieren alcanzar nuevos y entusiásticos mercados musicales de todo el mundo; y creyendo que puede adoptarse un punto de vista fresco ante todos estos factores”.
AIM cree que los sistemas DRM “no pueden ofrecer y no ofrecerán una respuesta completa a los negocios IP vía internet, aunque acepten esta tecnología como una forma de venta aceptable.
Aunque en AIM creen que estas tecnologías pueden servir para asegurar que los artistas cobren por la distribución de su música, no creen que deban ser utilizadas para ejercer un control policial sobre el contenido, ya que ven en las descargas de música una oportunidad para generar nuevas audiencias y un crecimiento del negocio.
Fuente: Macworld
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