La columna de Alf: ¿Hacia dónde vamos ahora?

Acabo de terminar de visionar la pasado conferencia de presentación de Macworld Nueva York, y que tanto revuelo ha causado. Es una copia en video VHS, cortesía de Apple.

La verdad es que me levanto (como me ocurrió cuando la vi en directo) con sensaciones mezcladas. No cabe duda de que he visto cosas que van a ser muy importantes en el futuro, pero no consigo que me emocionen.

Uno acude a estos eventos con la actitud del que asiste a la inauguración de una exposición en una galería de arte. Espera ver cuadros terminados, enmarcados y listos para la venta. ¿Qué pensarían los clientes si el artista sólo enseñara lienzos blancos y bloques de piedra en bruto, hablando de lo bonitos que van a ser o de lo que va a esculpir en ellos? Que la gente se siente confusa, se siente frustrada, y se enfada, porque considera que le están engañando -ahora que lo pienso, es lo que ocurre cada vez que se comenta el «arte moderno»-. Si encima le dicen un precio que les parece abusivo, pues nos acercamos al motín popular y al linchamiento.

Todo el que haya pasado por Tierra Mac últimamente, sabe que lo que hemos vivido se parece mucho a lo que he descrito en el párrafo anterior. Por eso, ver detenidamente la conferencia en mi vídeo doméstico (no en la web, a través de esa absurda ventana de en sesión continua donde no puedes elegir el trozo que quieres ver), me da la oportunidad de asimilarla y detectar cuál es y dónde está exactamente el problema que me provoca esta sensación tan clara de sentirme «engañado» -igual que yo no gano los partidos que juega el Real Madrid, no tengo derecho a pensar que Apple va a sacar los productos que yo quiero y si no lo hace tirar el ordenador por la ventana acusándoles de estafa y/o abuso.

Normalmente, los comentarios que se oyen sobre esta última conferencia, son para acusar a Apple de una deslealtad hacia sus usarios que éstos no merecen, por el mero hecho de comprar sus productos. Decimos ser «fieles» a Apple como si ésta fuera una ong y sus productos una caridad que se hace para que no se hunda la compañía. Nadie -o muy pocos- reconocemos públicamente que utilizar un Macintosh nos compensa en tiempo, satisfacciones, productividad, comunidad,… incluso aunque tengamos el mismo ordenador desde hace años y no hayamos sentido la necesidad de cambiar de modelo.

Todo esto lo se, lo entiendo y lo asumo. Pero me levanto del sofá con el mismo mosqueo que hace unas semanas.

Y yo me pregunto ¿por qué?

Después de reflexionar, he llegado a la siguiente conclusión: espero las «keynotes» como una dosis de realidades, de hechos concretos, de modelos nuevos, de lanzamientos rabiosos que me supongan la gasolina que necesito para seguir presumiendo de marca. Quiero ir por ahí y decir «Apple mola, y no soy un gilipollas» (aunque el mero hecho de decir esto ya suponga que, al menos lo último, es mentira ;-), mira qué ordenador, qué diseño, qué programas,…

Y es que en esta presentación ha hablado de cosas que van a cambiar el mundo… pero yo no quiero cambiar el mundo dentro de un año, ni de seis meses,… yo quiero que Apple me diga que estamos cambiando el mundo «ahora».

Si me hablas de iTunes, no quiero que me enseñes características que estarán disponibles dentro de seis o nueve meses, ni que me hables de una tecnología para impresoras de red de las cuales sólo hay un prototipo -por si no habeis caido del guindo, Rendezvous es una tecnología que incorporarán impresoras de hoy en adelante, pero no es algo que se pueda aplicar o instalar en las ya existentes-, no quiero que me hablen de móviles BlueTooth -que hay cinco mal contados en España- quiero que me digan que los Macs tienen teclados y ratones inalámbricos. Para eso quiero BlueTooth.

¿Puede alguien en su sano juicio ir por ahi presumiendo de que Apple ha sacado iCal? Podemos ir al bar con los amigos y decir a voces: «joé, Apple ha sacado un programa de calendarios que es la bomba, puedo poner mi calendario en Internet para que todos veais lo que hago».

Y entonces me acuerdo de las palabras del presidente de Cingular: el factor (y perdón por la expresión) «¿A quién coño le importa?»

Me refiero que Apple (o Jobs) da por hecho que el Jaguar ya está acabado -y que va a durar un año-, y han venido a la keynote mirando hacia otro lado (presentando la colección del 2003, por usar un símil de la moda). Y por eso la conferencia va sobre el futuro, no sobre el presente. Como expresó Jobs al final de la conferencia -y como dicen Les Luthiers «Fuera de programa», en una última apostilla por si a alguien no le había quedado claro de qué va el rollo de Apple 😉 – el ordenador va a ser centro de nuestra vida digital (los que la tengan) y Apple se va gastar todo lo que pueda en demostrar su postulado, y al final estarán en una posición de privilegio.

Pues que bien. Entonces ¿me compro ya el G4,el G41/2 o el G5?

Seguiremos informando.

Alf

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