Mactivismo: Libertad de elección (software), por Jorge

Cuarto artículo de una serie que pretende concienciaros de que hay mucho por hacer en el mundo del activismo digital, y que con vuestros Macs podéis marcar la diferencia.

Mientras preparo artículos más «comprometidos» y con más base ideológica y legal (por lo que requieren más investigación y comprobación), como los que versarán de la protección de datos personales, de la lucha contra la patentabilidad del software, etc, etc, en esta cuarta entrega de Mactivismo vamos a hablar de la libertad de elección.

Ya que la máquina la hemos elegido (un Mac, por supuesto 😉 y no la vamos a cambiar, podemos elegir el Sistema Operativo y las Aplicaciones y Utilidades de software que en ella instalaremos. Del Sistema Operativo no voy a hablar aquí (Manzanas / Pingüinos … otro día por favor). Así que nos vamos a centrar en Aplicaciones y Utilidades.

Por qué es necesaria la libertad de elección

Hay muchos usuarios de ordenador que lo único que quieren es «escribir una carta / navegar por Internet / enviar un email», mientras que otros tenemos la costumbre (aunque también se puede ver como vicio u obsesión) de instalar y probar todo lo que cae en nuestras manos (aquellos que tengan Version Tracker o Mac Update como URL de inicio en su navegador, que levanten la mano). Seas del tipo que seas (aunque si usas un Mac, lo más normal es que seas del segundo tipo, o casi), este artículo te va a mostrar las posibilidades que tienes a tu alcance para elegir qué programas usas para conseguir lo que quieres.

¿Por qué nos tendría que preocupar la libertad de elección?, ¿por qué probar otras cosas si estoy contento con lo que tengo?. El conservadurismo está muy bien, pero el inmovilismo es peligroso. Si todos elegimos «por defecto» (lo que viene instalado con el sistema, lo que «todo el mundo usa», etc), corremos el grave peligro de crear oligopolios o monopolios, lo que está demostrado que sólo causa problemas. Es nuestra responsabilidad como usuarios / consumidores mantener un cierto dinamismo en el mercado a base de consumir una variedad de productos que hagan sentir la presión de la competencia a los fabricantes.

Los peligros a los que me refiero son, por poner un ejemplo, el comportamiento de Micro$oft. Que quede claro que no soy uno de esos «Mac Integristas» que odian a Micro$oft por defecto (reconozco que tienen, o tenían, un gran equipo de desarrollo para Mac, y que, infringiendo leyes y ética, han hecho mucho por el desarrollo de la Industria Informática). Yo los odio con conocimiento de causa. ¿Por qué? pues por sus demostradas prácticas anticompetitivas y antimonopolio en EEUU (y supongo que pronto se demostrará que han hecho lo mismo en la UE), por piratear software en Francia (tuvieron que pagar 3 millones de Francos Franceses por piratear partes de SoftImage3D), por hacer firmar a empresas Japonesas que no les llevarían a juicio aunque Micro$oft emplease tecnologías patentadas por esas empresas, porque su software ha sido declarado «no seguro para uso gubernamental en instalaciones de seguridad crítica» tanto en EEUU como en Australia, por auto atribuirse permisos de administrador en vuestro sistema al instalar la actualización de seguridad del Windows Media Player, por anunciar en una rueda de prensa que el software libre financia a terroristas (luego tuvieron que rectificar, lógicamente), por permitir que sus camisetas «Freedom to Innovate» se hagan en Haití en condiciones infrahumanas, por no permitir que una empresa de EEUU (al borde de la quiebra) vendiese su software (con licencia) para salvarse, por gastarse más dinero en atención telefónica de clientes enfadados que en programar software que no cree problemas (con errores tan estúpidos como «Error: Keyboard not attached. Press F1 to continue»), por declarar beneficios a base de trucos contables con las opciones sobre acciones (y no gracias a las ventas), por anunciar que van a hacer que sus aplicaciones sean más seguras aunque ello signifique estropear otro software que tenga el usuario en su ordenador, por su juicio a MikeRoweSoft, por hacer su programa de mensajería incompatible con programas multiprotocolo, por cobrar más del triple a colegios que a universidades por sus licencias (en el Reino Unido), por querer cobrar licencias de su sistema operativo a una ONG australiana que recogía ordenadores de la basura y los donaba a los pobres tras repararlos e instalarles Windoze, etc, etc. (Nota: todas estas afirmaciones han sido publicadas por prensa internacional, y estaré encantado de dar su referencia a quien lo solicite. Todas las ® citadas pertenecen a sus legítimos propietarios).

Para evitar todo este tipo de cosas, nosotros los usuarios / consumidores debemos de saber elegir. ¿Qué hacer? Pues informarse, probar, y luego (y sólo luego) elegir.

Informarse

En los dorados albores de Internet, los BBS y las listas de distribución, eran las mejores formas de informarse. Además, las revistas especializadas (mi más sincero agradecimiento a todos los equipos de redacción de las revistas de Mac) siempre han estado ahí para ayudarnos a descubrir nuevos programas. Pero hoy en día, hay que reconocerlo, hay webs y foros, que nos lo ponen muy fácil. Source Forge, Version Tracker, Mac Update, Download, y muchos otros, se dedican a listar software disponible para nuestra amada plataforma (y algunos de ellos para otras plataformas también). No sólo lo listan: lo describen, indican las diferencias con versiones anteriores, dan el enlace a la web del desarrollador y el de su descarga, permiten comentarios de usuarios, e incluso muestran una valoración. En definitiva, un arma fundamental para mantener nuestros programas al día y descubrir otros. Además, siempre tenemos a Google (o Yahoo) para una búsqueda más «imprevisible» 😉

Probar

Esta palabra de pánico a muchos usuarios (sobretodo los pobrecitos usuarios de Windoze; a los usuarios de Linux y a muchos usuarios de Mac no nos preocupa lo más mínimo instalar e instalar … y de vez en cuando borrar o desinstalar). Pero hay que atreverse. Lo mejor es disponer de una carpeta específica (o mejor aún, una partición de disco o incluso un disco aparte) para hacer «pruebas y trastadas». Además, conviene guardar un «log» de instalación o por lo menos, saber qué se instala y dónde (algunos programas, como muchos de seguridad, determinados protocolos P2P, etc, instalan lo que se denominan «daemons» que se ejecutan de modo invisible y puede ser difícil el eliminarlos).

Otra utilidad (en Mac OS X) para probar software (en este caso software libre) es Fink. No os voy a explicar cómo funciona aquí, pero os recomiendo que os informéis sobre una combinación perfecta para obtener y emplear cientos de programas libres en vuestro Mac: Fink + Fink Commander.

En otros casos el ejecutar el programa desde un CD (hoy en día casi mejor decir DVD), o una imagen de disco montada, puede ser más seguro y sencillo. Un ejemplo perfecto es el Linux Live CD (arranca nuestra máquina en Linux sin necesidad de instalarlo, lo que para muchos es la única manera de atreverse a probarlo).

Elegir

Pero aquí está la verdadera cuestión, y porqué este artículo está en la sección de Mactivismo, y no en «Software». ¿En base a qué hacemos nuestra elección? Cada uno de nosotros se mueve por motivos bien distintos. En el caso de los programas hay quien busca facilidad de uso, quien quiere un interfaz bonito, quien quiere programas estables, y quien usa «lo que todo el mundo».

Yo os propongo un motivo diferente sobre el cual basar vuestra elección: La ética. La convicción. Los valores morales.

Creo firmemente que hay que apoyar a los desarrolladores independientes de software, y sobretodo a la comunidad del software libre (mis héroes). En otro artículo os hablaré de las diferentes licencias y tipos de distribución de programas. Por ahora digamos que lo importante es conocer las alternativas de «software libre». Dejad que os ponga unos ejemplos:

¿Qué podemos hacer?

Digamos que os sentís «obligados» a emplear Micro$oft Office (el cual, por cierto, hay que reconocer que es uno de los mejores programas que existen para Mac), porque os envían documentos en formato .Doc, o .xls. Pues bien, ¿sabíais que nuestro viejo amigo TextEdit (Mac OS X) abre y guarda en formato .Doc? Yo tampoco me lo podía creer, hasta que lo probé. No es perfecto, pero sirve en la mayoría de casos. Otra alternativa, en este caso de software libre, es OpenOffice.org. Para los que no quieren pelearse con Fink, X11, y todo eso, os recomiendo que probéis NeoOfficeJ. Es un software de ofimática compatible con Micro$oft Office, basado en OpenOffice, que está portado a Java, con lo que lo único que hay que hacer es descargarlo y «doble click». Impresionante.

¿Qué hay de los que creen que han de comprar Adob€ Photoshop para editar imágenes de un modo simple? Pues la mayoría de ellos podrían emplear GraphicConverter (shareware) o el Gimp (libre) para su trabajo.

¿Y qué hay de páginas web? Pese a que no alcanza ni de cerca la funcionalidad ni rapidez de DreamWeaver, el editor WYSIWYG de Netscape Navigator es suficiente para las páginas más simples. Por supuesto otra alternativa (que los informáticos que llevamos años en esto como un servidor encontramos muy normal 😉 es aprender HTML en código y emplear BBEdit u otro editor de textos para programar las páginas.

Tenemos el caso de los plug-ins (Flash, Shockwave, etc). ¿Hay alternativas? Bien, pese a que hay algunas utilidades y webs que permiten la creación de efectos Flash en texto, la verdad es que en este caso es un poco más complicado. Pero hay algo a tener en cuenta: el juicio Eolas Vs. Microsoft podría poner fin a los plug-ins. ¿Qué será de nosotros entonces? Pues: JAVA. Sé que es harto complicado (creo que fue el examen más difícil de mi carrera), pero entre los millones de líneas gratuitas de código en Java y disponibles para su descarga y uso, y que hay magníficos programadores que por muy poco dinero nos harán auténticas maravillas en Java a medida, estamos salvados (¿?).

Hay miles de ejemplos (programas libres para portales, foros, comunicaciones, etc, etc). Merece la pena que os informéis.

Como conclusión recordad que vuestro Mac viene con suficiente software para cubrir las necesidades básicas de cualquier usuario, pero hay un mundo de posibilidades que podéis y debéis descubrir en Internet.

Ya sabéis que podéis acudir a mi web (nueva URL) [http://jorge.cortell.net] y descargar los artículos que he escrito (incluyendo este) de modo gratuíto (y sin restricciones de ©). El mes que viene más.

Preparaos para la lucha. Esto es sólo el principio. Think different.

Ya no hay por qué «sentirse obligado» a comprar Micro$oft Office.

DESTACADO: Hay quien busca facilidad de uso, quien quiere un interfaz bonito, quien quiere programas estables, y quien usa «lo que todo el mundo». Yo os propongo un motivo diferente sobre el cual basar vuestra elección: La ética. La convicción. Los valores morales.

LICENCIA DE REPRODUCCION:

El presente artículo se reproduce bajo la licencia CC («Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 1.0») [http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/1.0-legalcode]. Básicamente esta licencia permite :

Copiar, reproducir, mostrar públicamente y modificar esta obra, siempre y cuando se cite al autor (Dr. Jorge Cortell), no se use para fines comerciales sin mi consentimiento, y las obras derivadas se mantengan bajo esta misma licencia.

8 Comments

  1. Anónimo

    Para algunas cosas M$ Word es obligado. Si trabajas en ciencia el programa de bibliografía cientifica Endnote solo se entiende con Word. La diferencia entre usar el tandem Word-Endnote con respecto a cualquier otra solución es abismal. No es probable que los de Endnote se molesten en hacer la integración con otros procesadores de texto, que combinados dudo que lleguen a un 5% del mercado. Yo mismo tengo MarinerWrite, AppleWorks y OpenOffice, y francamente solo uso Word.

  2. Anónimo

    Esto parece un panfleto anti-microsoft. Menos mal que no los odias por sistema. Acaso otras empresas no emplean esas tácticas? Acaso a los de Apple hay que canonizarlos? A caso siempre juegan limpio?

    De acuerdo en usar soft libre, pero de ahí a quemar en la hoguera a Microsoft sin mirar lo que hace el resto de la industria (que en muchos casos es igual o peor) hay un trecho.

    Menos mal que no eres sectarista, que si no…….

  3. Anónimo

    El tandem LaTeX (iTeXMaC, TexShop), BibDesk, y un editor de texto como por ejemplo TextWrangler, junto a otras herramientas como DEVONThink i DEVONagent, es absolutamente imbatible para trabajos de investigación y documentación. Si además te creas tus propios diccionarios con Excalibur, tienes el perfecto entorno de trabajo en Mac OSX. Por no hablar del Tandem MySQL – CocoaMySQL, en gestión de datos.

    Para escritura creativa, sin duda Ulysses es el mejor software jamás creado.

    GIMP, verdaderamente impresionante junto a GrapichConverter.

    Todo este software constituye la piedra angular de mi ordenador.

    PD: No soy informático ni diseñador, me dedico a la rama de humanidades: Gestión Cultural e Historia del Arte, que nosotros también usamos Macs y LaTeX.

  4. Anónimo

    Gracias por la información. BibDesk parece prometedor pero aun no llega a ser usable para mi porque todavía no importa adecuadamente de PubMed, y también debería importar de EndNote para poder traspasar años de información bibliográfica, pero me mantendré al tanto para ver como progresa.

Deja una respuesta