Especial Diseño I: Desktops, el arte de lo pasajero

El ordenador como herramienta ha supuesto una revolución dentro de los ámbitos creativos, proporcionando a mucha gente la posibilidad de explorar diferentes formas artísticas que hasta ahora estaban vedadas a la mayoría del publico.

Y a la sombra de estas nuevas maneras de crear arte, ha nacido, casi de puntillas, un formato que comienza ya a alcanzar la mayoría de edad, y que tiene una estructura propia, basada no solo en los parámetros del hecho creativo, sino en condiciones de usabilidad y formato. Son los Desktops, o fondos de escritorio.

Un poco de historia

Con el nacimiento de los entornos gráficos para el manejo de los ordenadores, la pantalla principal de trabajo (y hablemos en términos genéricos, ya que esto no va de Macs o PC’s) paso a ocupar una parte muy importante en cuanto a tiempo frente a los ojos del usuario.

Rápidamente una de las opciones que se implementaron en estos sistemas de ventanas en cuanto llegó el color fue la posibilidad de cambiar ese color plano por uno más acorde con las necesidades o gustos de los usuarios. Poco después, se incluyo la posibilidad de sustituir ese color plano por una imagen en diferentes formatos.

La explosión del fondo de escritorio llegaría cuando los sistemas operativos mejoraron en cuanto a su capacidad gráfica: la posibilidad de poder presentar miles o millones de colores a través de potentes tarjetas gráficas permitió a los usuarios saltar de los 16 o 256 colores a fondos de escritorio mucho más sofisticados.

¿Es en realidad un fondo de escritorio arte?

Ésta es una pregunta realmente difícil. Los fondos de escritorio se suelen dividir en dos claras ramas: las fotografías y los fondos creados digitalmente. La fotografía está considerada ya en si como un arte, pero es claro que en muchísimos casos no cumple con las reglas de usabilidad (que expondremos más adelante) de un fondo de escritorio, ya que no están tomadas para ese fin.

Los fondos creados digitalmente pueden (o no pueden) estar diseñados para ese tipo de uso. En cualquiera de los casos, están también atados a las mismas normas de usabilidad.

Los fondos de escritorio son en realidad una manera de “consumo” de arte rápido. Generalmente y salvo contadas excepciones raramente aguantan mucho tiempo en el ordenador (ya que pasan muchas horas delante de nuestros ojos). Sin embargo no nos debemos engañar al respecto de que ese consumo masivo de fondos quiere decir que el material descargado o creado es de mala calidad: simplemente se trata de un problema de saturación visual.

¿Normas de usabilidad?

Si. Un fondo de escritorio no sólo es un objeto bello creado más o menos artísticamente para recrearnos la vista: debe cumplir unas normas de usabilidad de manera que su relación con los diferentes elementos del interface sea armoniosa y no nos suponga un problema en el devenir del uso del ordenador.

El formato

Por la limitación lógica de las pantallas habituales, el “fondista” se ve atado a una serie de resoluciones escaladas que corresponden a las diferentes resoluciones que un monitor puede soportar. Generalmente (y salvo contadas excepciones) estas resoluciones son 640×480, 800×600, 1024×768 y 1600×1200. Con la implantación de mejores tecnologías gráficas, así como monitores capaces de ofrecer grandes resoluciones, las resoluciones de 640×480 y 800×600 pueden considerarse en la práctica como obsoletas.

Usabilidad

Este es un concepto realmente complicado que obliga al usuario a elegir una opción ante un cruce de caminos. MacOS y Windows. La disyuntiva es evidente ya que por defecto, ambos sistemas operativos sitúan los elementos del interface en posiciones diferentes, de manera que en la creación de un fondo de escritorio uno se debe plantear a quien va dirigido en términos de usabilidad.

Así mismo un fondo de escritorio debe maximizar en lo posible la legibilidad y la localización rápida de los elementos del interface de manera que el tiempo necesitado en la búsqueda e identificación de estos elementos sea el mínimo, y que los textos presentados contra el escritorio no requieran ningún esfuerzo para leerlos. Generalmente este es el punto donde fallan la mayoría de los fondistas: el texto, ya sea por la abigarración de contenidos detrás de el, o por un contraste inadecuado de colores resulta de difícil lectura. ¿Resultado?, a la era.

Colores y formas

Como cualquier representación gráfica, un fondo de escritorio se ve atada tanto al color como a la forma, que son bases establecidas hace muchos años y que siguen siendo vigentes.

Los colores claros dan sensación de mayor tamaño, mientras que los colores oscuros (hablando en términos de tonalidades totales para un fondo) constriñen la imagen haciendo más pequeña la pantalla. Así mismo, los colores claros son más “ligeros”, mientras que los oscuros son más “pesados” la acumulación de elementos de color en algunos de estos sentidos en los extremos de las pantallas hacen que la obra se “caiga” de lado siendo a la larga un lastre visual.

RGB vs la vida real

Los monitores actuales trabajan con un espacio de color basado en tres haces de luz que son el rojo, el verde y el azul (red, green and blue, RGB). Este espectro de color permite generar una paleta de colores mucho más amplia en algunos aspectos de la vida real, especialmente en la saturación (intensidad…) de los colores. Lo que vulgarmente se llaman fosforitos. Esto es así porque en el mundo real el color viene dado por el reflejo de la luz en un objeto, mientras que en el mundo digital el color se genera a través de luz coloreada compuesta.

La saturación de colores suele ser un problema serio a la hora de crear un fondo de escritorio; los malos fondistas suelen acudir a ella debido a lo llamativo que resulta al principio, pero general un grave problema visual: el ojo al saltar de un elemento del interface a otro a través del escritorio debe realizar una “adaptación” para asimilar ese color que no es habitual en la vida real: esa adaptación que se realiza muchas veces en un plazo de tiempo corto (movemos continuamente los ojos a través de la pantalla) puede crear dolor en las cuencas de los ojos, vista cansada con mucha facilidad, dolores de cabeza e incluso cervicales.

Sin embargo (y como todo en el arte) estas normas se ven supeditadas al gusto personal el usuario y al añadido de la usabilidad, ya que este tipo de arte no es sólo para ser admirado, sino que se usa contra otros elementos (el interface) y se debe integrar con el ya sea por similitud, ya sea por contraste.

Como decidir si un fondo de escritorio es adecuado

Primero nos tiene que resultar visualmente atractivo, ya que es para nuestro consumo y disfrute, pero no nos debería causar un problema de trabajo al tenerlo instalado. Si tenemos que parar un segundo a leer la etiqueta de un icono, si los iconos del sistema resultan difícilmente reconocibles, o incluso si por el tipo de gráfico sentimos que nuestra pantalla se hace “pequeña” ese fondo es un lastre para nuestra experiencia visual. Por muy bonito que sea, es un impedimento en vez de una ayuda.

Apple y los fondos de escritorio

Generalmente Apple ha cuidado mucho este aspecto tanto en color como en usabilidad desde MacOS 8, que es cuando se pudo hacer realmente una gestión del fondo del escritorio a pantalla completa sin las necesidad de usar software de terceras partes. las normas de usabilidad (aun en las fotografías) y de contraste de textos son generalmente muy respetadas, añadiendo además colecciones un poco más atrevidas en cuanto a la gestión de color (que se lanzaron con el iMac y su gama de colores) y los fondos de color “abstracto” (realmente bonitos, pero muy saturados y un poco agresivos”) incluidos en MacOSX.

Donde conseguir buenos fondos de escritorio

Si solo eres un consumidor y no te atreves a crear, hay cantidad de sitios en Internet que ofrecen diferentes escritorios, así como muchos creadores que sólo se dedican a este tipo de arte de “consumo”.

Sitios recomendables para darse una vuelta son:

http://www.customize.org

http://www.deviantart.com/

http://www.deskmod.com/

http://www.artuproar.com/

Ten en cuenta que estos sites se dedican al desktop para Windows en su mayoría, así que puedes encontrarte con que el fondo de escritorio no concuerda con la manera de colocar los elementos del interface en Mac, aunque para eso hay un truco: abre el fondo con un editor de imágenes y dale la vuelta en modo espejo, de manera que la zona donde habitualmente quedan los iconos del disco duro y donde coloca Windows sus iconos por defecto pasará a la derecha, que es donde lo coloca el Mac (eso si, si lleva texto, se verá al “revés” pero ¿a quién le importa?.

Ahora es el momento de que explores por ti mismo la posibilidad de crear tu propio fondo de escritorio. Realmente resulta muy satisfactorio tener delante siempre una obra tuya.

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Anónimo
Anónimo
21 years ago
Anónimo
Anónimo
21 years ago

la , de customize hace q no se cargue 😉

saludos faqueros 😀

Anónimo
Anónimo
20 years ago

por favor agreguen los diferentes tipos de resolucion de monitores, y pongan los subtitulos de cada una de ellas

Anónimo
Anónimo
20 years ago

HOLA.QUISIERA SABER SI ME PODRIAIS AYUDAR.
TENGO UN I MAC Y QUISIERA PONERLE UN FONDO DE PANTALLA TIPO ACUARIO,YA SABEIS ESE QUE SE MUEVEN LOS PECECITOS Y QUE TANTAS GANAS TENGO DE TENER Y NO CONSIGO.
SISTEMA OPERATIVO MACOS 9,2.
ESTARIA MUY AGRADECIDO SI ME PUDIESEIS AYUDAR.
UN SALUDO.
JOSEBA

Anónimo
Anónimo
19 years ago

no tengo ni idea, ni como tampoco conseguir un fondo realmente atractivo para mi vista cansada, los de mac son la mayoría demasiado fuertes, quitando el gris

Anónimo
Anónimo
17 years ago

para crear una animasion de fosforitos

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