El estudio de música en casa II, por Macnolo Santana

Segunda parte de este interesantísimo tutorial acerca del tratamiendo de audio de fuentes externas, por Macnolo Santana.

Parte 2.- Silencio, grabando…

Ya tenemos el estudio de grabación montado (casero, pero estudio) y vamos a estrenarlo, pero antes hemos de escoger el software adecuado para ello y asegurarnos de que si trabajamos con el Mac OS Classic (9 y anteriores) debes desactivar la memoria virtual. En el X esto no es problema.

También te recomiendo tener siempre el disco duro desfragmentado.

Programas:

En efecto, el Mac dispone de lo necesario para digitalizar sonido analógico, ya sea la circuitería que trae de serie, ya sea una tarjeta de sonido añadida o un dispositivo externo USB, pero necesitamos un programa que gestione el nivel de entrada y le de formato al sonido.

Para ello existen multitud de aplicaciones gratuitas o de pago. Cada una tiene sus particularidades y a algunos les gustará trabajar con una muy compleja y a otros les bastará con aplicaciones muy simples. El resultado final va a ser casi el mismo. Digo casi porque lo habitual es que el sonido, una vez digitalizado, se limpie de ruidos con algún filtro, se ecualice y se mande a la tostadora o se convierta a formato mp3 para archivar o escuchar con el reproductor adecuado.

No vamos a tratar aquí la grabación de instrumentos MIDI, ni la mezcla multipistas ni efectos especiales con el sonido, ya que no es el fin de este tutorial, sino acercar al iniciado a llevar a buen puerto una grabación en cd de su archivo sonoro en formato analógico.

Una de las aplicaciones que más éxito tiene tanto en Mac OS classic como en X es SoundStudio, actualmente por la versión 2.1. Es shareware, pero completamente funcional durante 14 días.

La facilidad a la hora de trabajar con ella es su principal baza. Permite el ajuste del nivel de entrada de la señal de audio y la grabación y reproducción del archivo resultante se realiza a través de botones identificados como si de una pletina se tratase. Trabaja con QuickTime y permite guardar y exportar en varios formatos.

El entorno de trabajo de SoundStudio 2.1. Click para ampliar

Una aplicación algo más compleja, pero también más rica en opciones es Spark ME, gratuita y hermana pequeña de Spark XL y Spark LE, estas últimas de pago. Viene equipada con filtros y ecualizadores gráficos y paramétricos, lo cual la hace muy útil para correcciones complejas. Si no quieres gastarte ni un céntimo en aplicaciones esta es tu opción.

Un programa casi casi profesional que además te permite registrarte como usuario del mismo.

Spark ME 2.7 en acción. Click para ampliar

Bias Peak 4.0 es una aplicación profesional para editar, mezclar y procesar audio incluso procedente de vídeo digital, así que si te mueves en ese terreno éste es tu programa. Es similar a Spark, aunque su forma de trabajar es algo más engorrosa, ya que dispone de muchas más funciones. Es especialmente destacable su ecualizador paramétrico, muy intuitivo y fácil de usar.

Aspecto de Bias Peak 4.0. Click para ampliar

DSP-Quattro X es la evolución del conocido D-Sound Pro que tanto éxito tuvo en Mac OS Classic, ya que era un programa muy potente y fácil de usar. Su interface gráfico era muy espartano, pero los resultados obtenidos eran muy profesionales.

Ahora está completamente reescrito, tanto para el Classic como para el X, con un interface gráfico muy moderno y una rapidez y potencia de trabajo realmente impresionante.

Es el que he escogido para mi uso personal. Su precio de 118 euros con impuestos incluidos es irrisorio en comparación con la potencia que ofrece. Se acompaña de filtros muy efectivos y dos ecualizadores, uno gráfico y otro paramétrico, además de una máquina virtual de mezcla de efectos.

DSP-Quattro X 1.0.4 a pleno rendimiento. Click para ampliar

Grabación desde fuentes externas:

Pletina de cassettes:

Antes de poner la cinta a reproducir deberás asegurarte de que esté correctamente bobinada, sin apelmazamientos.

Si no lo estuviese lo mejor es que la hagas avanzar rápidamente hasta el final y luego la rebobines hasta el comienzo. De este modo evitaremos que haya exceso de fricción en las paredes internas de la cassette por el posible apelmazamiento de la bobina de cinta.

Hoy en día es difícil encontrar una cinta tan mala que sufra de este problema, pero lo más seguro es que vayamos a digitalizar alguna que otra con bastantes años de antigüedad y en aquel momento no eran tan buenas como las de ahora, o simplemente que su uso continuado haya terminado por desgastar las bandas deslizantes del interior de la cassette.

Lo siguiente que has de hacer es asegurarte de que los cabezales de la pletina estén limpios, lo cual es fácil si tienes una cassette limpiadora o unos bastoncillos higiénicos de algodón impregnados en alcohol.

Ajustar el filtro Dolby B ó C, si fuera necesario y poner la cinta en reproducción.

Con el programa de grabación que hayamos escogidos iniciamos una grabación de prueba sólo para ajustar el nivel de entrada de la señal. Si os habéis fijado la escala que representa dicho nivel es como un vúmetro electrónico, cuya numeración representa decibelios (dB) y la misma indicará algo así como -48 -24 -12 -6 0 +6 +12 +24 +48

Pues bien, la escala negativa, normalmente de color blanco o amarillo indica un nivel de entrada sin saturación. El límite es cero. A partir de ahí todo lo que entre en la escala positiva (roja) es saturación de señal y por tanto, distorsión.

Ajustaremos los deslizadores de nivel de entrada hasta que queden un poquitín por debajo de cero, de forma que los picos de señal nunca lleguen a sobrepasar éste.

Ajustando el nivel de entrada de la señal. Click para ampliar

Una vez hecho esto, pararemos la grabación, la descartamos y comenzamos una nueva, no sin antes rebobinar la cinta. Ahora puedes hacer la digitalización de toda la cinta de un tirón y luego separar las pistas o hacerlas independientemente, eso ya a gusto del consumidor.

Hay que aclarar que los programas no suelen estar traducidos al español, por lo que es recomendable leer el manual, aunque tengamos que pedir a alguien que nos lo traduzca, para sacar el máximo rendimiento a la aplicación.

Tocadiscos:

La operación es la misma que para la pletina de cassettes, salvo que ahora no hay filtros que ajustar.

Si empleas un amplificador o previo dedicado para amplificar la débil señal de la cápsula no hay nada más que hacer que el ajuste de nivel en el programa y ponerse a grabar.

Si empleas un mezclador para esta tarea y el mismo incorpora un ecualizador deberás dejar los controles a cero, so pena de tener un sonido muy distorsionado. El volumen general o master no deberá estar muy alto, pero esto ya lo monitorizamos con el programa.

La limpieza del vinilo es fundamental antes de hacer la grabación. Para esto existen en el mercado productos específicos, si bien es cierto que cada vez son más difíciles de encontrar. Si fuera este el caso se puede utilizar un tisú limpiador que no deje pelusas, tal como los utilizados para limpiar gafas, impregnado en alcohol y limpiar la superficie del vinilo en el sentido de giro y siempre desde el centro hacia afuera, nunca radialmente.

Si la suciedad fuese mucha se puede optar por lavar el disco con agua destilada y una cantidad muy pequeña de jabon neutro, como los utilizados en fotografía para lavar las películas recién reveladas. Secar inmediatamente con una bayeta absorbente.

Hay quien asegura que reproducir el vinilo ligeramente humedecido ayuda a eliminar el ruido de electricidad estática y disimula los clics y pops tan característicos en este tipo de medio, pero he de decir que yo nunca lo he probado.

Es posible que así sea, pero esto conlleva otros problemas, como el hecho de que pueda producirse un ligero efecto aquaplaning en la aguja que se traduzca en una menor definición del sonido.

Para evitar el ruido de estática lo mejor es sustituir la base de goma original del plato por una base de fibra de carbono antiestática, disponible en comercios especializados.

Recomiendo grabar cada cara del disco de un tirón y luego separar las pistas con el programa de audio.

Tratamiento del sonido:

Ya tenemos nuestra “joya” sonora digitalizada y ahora vamos a pulir imperfecciones y a eliminar en lo posible el ruido de fondo. Para ello cada programa dispone de diferentes filtros que nos ayudan a ello, pero todos coinciden en una cosa: el ecualizador gráfico.

Hay que tener en cuenta el tipo de ruido que vamos a eliminar. Si se trata del ruido de fondo de una cinta lo normal es que sea un “hisss” agudo y así es como suele llamarse el filtro para eliminar el mismo. Si nuestro programa no dispone de dicho filtro elegimos el ecualizador gráfico y probamos a bajar los agudos en la franja de frecuencias de 2000 Hz a 6000 Hz. Los resultados los veremos en tiempo real. No hay que entusiasmarse mucho, ya que esta reducción también elimina parte de la información musical del archivo, así que tendrás que buscar un compromiso entre ruido y calidad.

Lo mismo es aplicable a lo vinilos, solo que aquí el ruido es más difícil de eliminar.

Por un lado tenemos los ya conocidos “clics” y “pops”, cada uno con una gama de frecuencias determinadas.

Probaremos con los ajustes del ecualizador entre las frecuencias de 4000 Hz a 10000 Hz, atenuando muy poco y comparando con la señal original.

Hay plugins que se pueden añadir a la mayoría de los programas y están diseñados para hacer esta labor de forma automática y muy efectiva, sin apenas eliminar la información sonora del archivo. Un ejemplo de esto es RayGun Pro X, de Arboretum Systems.

Pero hay un programa que casi todos tenemos instalado en el Mac y realiza una función similar. Se trata de CD Spin Doctor, incluido con Toast, de . Basta con importar el archivo con este programa y probar los ajustes de los correspondientes filtros. Recomiendo hacer una copia de seguridad del archivo, puesto que este programa trabaja de forma destructiva, es decir, escribe directamente sobre el archivo, sin posibilidad de deshacer.

Una vez tengamos el sonido libre (o casi) de los molestos clics y pops sólo nos queda eliminar el ruido de baja frecuencia perceptible en algunos platos de baja calidad.

Si este es tu caso busca en tu aplicación un filtro que se llame algo así como “Eliminate humm” y aplícalo.

Si no dispones de ello, abre el ecualizador gráfico y ve bajando el nivel de las frecuencias cercanas a 50 Hz ó 60 Hz. Verás como disminuye ese rumor tan molesto. Aplica los cambios.

Ahora solo resta dividir el archivo original en las correspondientes pistas.

Para esto puedes utilizar la capacidad de seleccionar con el cursor la parte que te interese, copiar y pegar en un nuevo archivo al que daremos el nombre de la pista. Es tan fácil como copiar texto de una aplicación y pegar en otra, sobre un nuevo documento.

Recuerda guardar los cambios constantemente, para que no corras el riesgo de perder el archivo por un cuelgue o un corte de luz.

Por último, con la función lupa aumenta el comienzo y final de los archivos y corta lo sobrante justo al principio del sonido y aplica un “Fade Out” al final del mismo, para obtener un resultado profesional y de paso disimular aún más el ruido de fondo cuando el volumen del sonido va descendiendo al final del tema.

Moderación en esto. Requiere un poco de práctica, pero una vez habituado lo harás de forma muy rápida.

Además es divertido 🙂

Lo que te queda ahora es convertir los archivos a formato mp3 ó AAC si quieres archivarlos en tu colección o tostarlos en un cd si quieres reproducirlos en tu equipo HIFI o en el coche.

Pasadlo bien y recuperad toda esa música que tantos recuerdos os va a traer de nuevo.

MACnolo Santana