Apenas se iniciaba el verano en Madrid pero la campaña electoral para los ayuntamentos locales estaba en pleno auge. El candidato a la reelección, Alberto Ruiz Gallardón dejaba pasmados a todos con unas declaraciones rotundas pero inesperadas. Dijo el alcalde:
“Es una buena noticia para Madrid y desde el Ayuntamiento ya nos hemos comprometido a que les vamos a facilitar todo lo que sea necesario para que este proyecto entre Apple y el propietario del edificio llegue a buen puerto y termine siendo una positiva realidad para la ciudad”, ha subrayado el alcalde.
En aquel momento, fuentes de Apple quisieron distanciarse de un anuncio unilateral haciendo gala de su virtuoso secretismo y su lema “Eso no lo hemos dicho nosotros”. La ambigüedad que caracterizó la negación, sin embargo, dejaba atisbar que había movimientos de fondo.
Claro, en aquellos meses, se hablaba de la tienda Apple de la Puerta del Sol como la tercera en España, después de las inauguraciones periféricas que se habían dado en el Centro Comercial La Maquinista, en Barcelona, y en el Centro Comercial Xanadú, en la provincia de Madrid. Sin embargo, en dos semanas consecutivas Apple habrá inaugurado dos nuevas tiendas: una la semana pasada en Marbella y otra esta semana en Valencia.
En junio se estimaba que las obras podrían acabar en Octubre o Noviembre, pero teniendo en cuenta que ya estamos en Diciembre, es evidente que el optimismo jugo una mala pasada a los informadores.
Por otro lado, aunque las descripciones parecen describir una tienda de Apple de las llamadas “bandera”, los trabajos enumerados en la aprobación de hoy parece asegurar que no llegará a tiempo del turrón de este año. Esto es lo que dice:
Se conservará la actual fachada, que recuperará su aspecto original, y se sustituirán las carpinterías de las plantas baja y primera, recobrando todas las cubiertas a dos aguas. Además, para adecuar el inmueble a la legislación vigente en materia de accesibilidad, seguridad y evacuación, se creará un solo núcleo de comunicación y un nuevo núcleo de ascensores en sustitución de los existentes.
Se plantea también llevar a cabo el cubrimiento del patio a nivel de la planta primera y abrir un hueco central para llevar la luz natural a la planta baja. Se reordenarán los espacios de ambas plantas para racionalizar su utilización. Finalmente, se consolidarán y repararán las bóvedas dañadas del inmueble, y se reconstruirá parcialmente el forjado de la planta baja.
Conviene recordar que Apple España se mudó recientemente de oficinas, abandonando las que tenía en el extrarradio de Madrid para ocupar unas céntricas (concretamente en el Edificio Cáser, enfrente del Museo del Prado) a escasos minutos de la Puerta del Sol. La voz de la calle estaba convencida (y ahora se ve que con razón) que las nuevas oficinas eran sólo una parada en el peregrinar hacia el edificio “Tio Pepe”, el cual tiene siete plantas y 6.066 metros cuadrados de superficie.
Por si quedaban dudas de por qué se aprueba esta propuesta, el texto dice (negritas nuestras).
El inmueble está incluido en el Catálogo de Edificios Protegidos con el Nivel 1, Grado Singular. El Plan Especial, tramitado por el Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda y promovido por Apple Retail Store S.L., tiene un doble objetivo. Por una parte, regular el régimen de obras a realizar en el edificio y, por otra, modificar el régimen de usos. Anteriormente, estaban autorizados usos comerciales en planta baja y hoteleros en las restantes, albergando hasta hace cuatro años el antiguo Hotel París, para quedar posteriormente sin utilización alguna.
¿Qué mejor lugar para unas oficinas corporativas, justo encima de la tienda?
Si sumamos que ayer el Pleno del Ayuntamiento decidió que en Madrid habría una calle (una institución es poco probable) dedicada a Steve Jobs, está claro que ha sido una buena semana para los maqueros madrileños.
