El año de los portátiles, por Miguel A. Hernáiz

Steve Jobs contaba en su pasada “keynote” de la MWSF (MacWorld San Francisco) que éste iba a ser el año de los portátiles. Y para demostrarlo, anunciaba dos nuevos modelos de Powerbook uno de 17 pulgadas, el primero en el mundo con una pantalla de ese tamaño; y otro de 12 pulgadas, que mezcla lo mejor del iBook en cuanto a portabilidad y autonomía, con la potencia y rendimiento del procesador G4.

Y, seguro, esto no será más que el principio: ya se rumorea la revisión del TiBook de 15 pulgadas, que tras el lanzamiento de sus “hermanos” mayor y pequeño, se ha quedado un poco obsoleto (aunque siga siendo una máquina que más de uno quisiéramos para nosotros, verdad?). En esa revisión seguro que adapta algunas de las nuevas especificaciones de los nuevos modelos: desde la carcasa de aluminio hasta los nuevos estandards de conectividad -FireWire800, Airport Extreme, Bluetooth…

Para continuar, también se rumorea que para el verano (si no antes!) veremos nuevos iBooks -con procesadores G4, nueva carcasa, quizás colores… vamos, que seguro que Steve cumple su palabra y este año vemos tantos cambios en la gama de portátiles de Apple que va incluso a resultar difícil seguirles la pista.

Y es que no hace falta ser ningún genio (no digo que Jobs no lo sea) para darse cuenta de que la nuestra es, cada vez más, una sociedad móvil. Muestras de ello no nos faltan: resulta impresionante la penetración de la telefonía móvil, que en nuestro país ya ha superado al número de líneas de telefonía fija instaladas. O el éxito de todo tipo de artilugios que se adaptan perfectamente a nuestro nuevo estilo de vida, siempre en marcha: PDAs (asistentes personales digitales), reproductores de mp3 que se desdoblan como discos duros portátiles (el iPod destaca entre ellos), pequeños discos duros USB (“pen drives”) para transportar datos (o fotos, o música en mp3, o…), etc.

Y las estadísticas no engañan: en 2002, las ventas de ordenadores de sobremesa cayó un 4%. Por el contrario, las ventas de ordenadores portátiles subió un 12%. Y eso por dos razones fundamentalmente: de un lado, por una bajada de precios que acerca cada día más el precio de los portátiles de gama baja a los equipos de sobremesa de gama alta; del otro, porque las prestaciones de cualquier ordenador portátil (procesador, memoria, disco duro, conectividad…) es en la actualidad más que suficiente para satisfacer las necesidades básicas de cualquier usuario -y si hablamos de un Powerbook, de las necesidades más avanzadas de cualquier usuario.

Ahora bien, si esto ya es así, si un iBook puede satisfacer las necesidades de casi cualquier usuario (y lo sé por experiencia propia: yo hace tan sólo un par de semanas que vendí mi eMac G4 700 para comprarme este iBook G3 800 que ahora uso para escribir este artículo -y para todo lo demás!!!), la pregunta es: ¿por qué seguir con una “frenética” escalada de prestaciones (velocidad de procesador, fundamentalmente) en lugar de embarcarse en una “frenética” bajada de precios que ponga un iBook (como el mío, por ejemplo: G3 800 384/30 DVD/CD-RW) en las manos de cualquier usuario interesado por 999 euros IVA incluido?

Y que nadie me interprete mal: si en vez de un G3 800 fuera un G3 1ghz, mejor; y si fuera un G4 1ghz, aún mejor; y si fuera un…. pero si con las prestaciones que listaba antes un 80% de los usuarios ven cubiertas sus necesidades, de lo que se trata es de ampliar cuota de mercado, de facilitar la migración a PCeros insatisfechos, de convertir el iBook en la máquina favorita de UNIXeros y Linuxeros, de posibilitar que -también aquí- el iBook se implante en el mundo de la educación como EL ordenador portátil.

En definitiva, se trata de que éste -realmente- sea el año de los portátiles.

Miguel A. Hernáiz

www.gum-rioja.org