Torres Quevedo: el inventor del primer juego de ordenador del mundo

Muchas personas creen que los ordenadores se inventaron hace relativamente pocos años. Es cierto que en las últimas dos o tres décadas nos hemos topado con increíbles inventos y una carrera tecnológica de infarto. Desde videojuegos hiperrealistas, casinos en línea nuevos 2023, apuestas en línea, inteligencia artificial e incluso la realidad virtual. Pero los ordenadores no son tan recientes como muchos se imaginan.

Hace más de un siglo nos encontramos con el primer juego de ordenador del mundo, inventado por ni más ni menos que un español: Torres Quevedo.

Quién era Torres Quevedo

En Cantabria, más concretamente en la localidad de Santa Cruz de Iguña, nació Leonardo Torres Quevedo un 28 de diciembre de 1852. Licenciado en ingeniería de caminos, fue un matemático y más reconocido como inventor de finales del siglo XIX.

Durante su vida, Leonardo Torres Quevedo consiguió desarrollar grandes inventos que presentó al mundo entero frente a la comunidad científica, entre los que se encontraban un dirigible y un aerocar que se encarga de cruzar las Cataratas del Niágara.

Los campos de la ingeniería eléctrica y la automatización son los que más se vieron beneficiados de sus contribuciones. Torres Quevedo era conocido por su pasión por resolver desafíos tecnológicos complejos. Siempre buscaba nuevas formas de aplicar la ciencia y la tecnología para mejorar la vida cotidiana y brindar entretenimiento innovador.

En su larga vida registró una gran variedad de patentes distintas que no dejan indiferente a nadie, especialmente cuando se leen los títulos de lo que hacían sus inventos.

Así era El Ajedrecista, el primer juego de ordenador del mundo

Uno de los grandes inventos por los que se le conoce es “el primer juego de ordenador del mundo”. No hay que confundirlo con un videojuego, pero la aparición de “El Ajedrecista”, como nombró a su invento, en 1914 fue una revolución para todo un sector que comenzó a preguntarse si las máquinas podrían alcanzar el nivel de pensamiento humano en algún día.

El Ajedrecista era una máquina electromecánica que permitía jugar al ajedrez contra un oponente mecánico. Utilizando un complejo sistema de cables y engranajes, el jugador podía interactuar con la máquina y disfrutar de partidas de ajedrez simuladas. Su aspecto no tiene nada que ver con los juegos de ordenador a los que estamos acostumbrados hoy en día, siendo una gran máquina con únicamente un tablero de ajedrez frente de ella y un altavoz que decía “Jaque mate” cuando terminaba la partida.

Estaba diseñado para jugar al ajedrez, y se le podría considerar el padre de los juegos de ajedrez que podemos encontrar hoy en día en los ordenadores, al menos en lo que a jugar contra una máquina se refiere.

Este autómata se desarrolló para que pueda derrotar a todos sus contrincantes. No sólo eso, podía conseguir un jaque en menos de 63 movimientos. Una máquina infalible que era incapaz de perder una sola partida. Claro que se requerían de ciertas condiciones, y el número de movimientos que podía realizar eran finitos:

• Sólo jugaba el rey negro contra el rey y torre blancas.
• En las piezas blancas el rey tenía que situarse en A8.
• La torre blanca debía de colocarse en H7.
• El rey de las piezas negras podía colocarse en cualquier fila inferior a la séptima.
• Era capaz de calcular una cantidad de a(y-z)² variables.
• Contaba con seis engranajes que se encargaban de avanzar el rey, hacer un movimiento horizontal, avanzar la torre, trasladar la torre, hacer una jugada de espera y empezar una nueva partida.

El desarrollo de «El Ajedrecista» sentó las bases para los futuros juegos de ordenador y marcó el comienzo de una nueva era en el entretenimiento interactivo. La visión y el ingenio de Torres Quevedo abrieron un mundo de posibilidades para la creación de juegos y programas informáticos que seguirían evolucionando con el tiempo.

Ha pasado ya más de un siglo desde que se creó esta máquina, pero sigue estando entera, aunque sus sistemas electromecánicos ya no funcionan. No está en expuesto en un museo de tecnología de EE.UU. ni en la casa de un extravagante millonario. El primero juego de ordenador del mundo se encuentra en Madrid, en el sótano de la Ciudad Universitaria de Madrid.

Otros inventos destacables de Torres Quevedo

Hace unos años se le comenzó a reconocer a nivel popular por el hecho de haber inventado el primer juego de ordenador del mundo con su “Ajedrecista”, pero Torres Quevedo tiene muchos otros inventos muy destacables, que han moldeado parte de la vida que conocemos hoy en día:

• Transbordador aéreo
• Telekino
• Dirigible Astra-torres.

Aunque los nombres de estas invenciones del español puedan no ser familiares, sí que han tenido una gran repercusión en el mundo.

A Telekino se le considera el precursor de los mandos a distancia que utilizamos hoy en la televisión. Se trataba de un aparato de radio-dirección que le permitía controlar los dirigibles que desarrollaba.

Sus inventos consiguieron darle reconocimiento y prestigio en todo el mundo, y han sido muy importantes para que la tecnología tome el curso que ha seguido al ritmo que la hemos visto desarrollarse.

Con su larga lista de inventos, ideas y patentes, Leonardo Torres Quevedo logró amasar una buena cantidad de premios a lo largo de su carrera. Así, cuando falleció en el año 1936 era poseedor de:

• Banda de la orden de la República.
• Comendador de la Legión de Honor.
• Doctor honoris causa por la Universidad de París.
• Gran Cruz de la Orden de Carlos III.
• Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII.
• Medalla Echegaray.

El impacto de Torres Quevedo en la industria de los juegos de ordenador

La contribución de Torres Quevedo al mundo de los juegos de ordenador no solo se limita al desarrollo del primer juego, sino que también sentó un precedente para futuros avances tecnológicos y creativos en este campo.

Gracias al cántabro, se destacó la importancia que existe entre la interacción del ser humano y la máquina, allanando el camino para que los siguientes inventores pudieran dar pie a lo que conocemos hoy en día en el sector de los vídeojuegos. Es uno de los motivos por los cuales hoy en día tenemos experiencias de juego mucho más inmersivas y realistas.

Su participación en la ingeniería de caminos y las matemáticas han inspirado a muchas personas, pero el sector del desarrollo de juegos le debe mucho a Torres Quevedo, ya que ha dejado una huella que no se puede obviar. Incluso a día de hoy sigue inspirando a muchas personas que deciden seguir su camino por el área de la tecnología.

Conclusión

La historia de Torres Quevedo y su invención del primer juego de ordenador del mundo, «El Ajedrecista», marcaron un hito importante en la evolución de los juegos de ordenador y la interacción hombre-máquina. Su visión y su legado continúan inspirando a la industria del juego y a los innovadores tecnológicos en la búsqueda de nuevas formas de entretenimiento interactivo. Leonardo Torres Quevedo es una figura destacada en la historia de la tecnología y su contribución perdura como un testimonio de su ingenio y su pasión por los desafíos tecnológicos.