La empresa que Jonathan Ive creó en 2019 al salir de Apple, Lovefrom, firmó un acuerdo con Apple por tres años a cambio de consultoría y asesoramiento, por unos cien millones de dólares, convirtiéndose en su primer y principal cliente.
Pasados esos tres años, ambas empresas han decidido no prorrogarlo, terminando así definitivamente la unión entre Apple e Ive.
Jonathan Ive ahora es libre de conseguir nuevo clientes en cualquier sector y, más importante aún, Apple se libera del pasado.