Son ya varias décadas en las que los videojuegos han tenido un peso capital en el apartado del ocio de diversas generaciones. Pero ha sido más reciente la eclosión de su versión competitiva y de carácter más profesional; nos referimos a los eSports, un fenómeno que está moviéndose en torno a los 500 millones de espectadores anuales que siguen de cerca estos eventos, normalmente con un formato de campeonatos o torneos. Si bien el primer gran campeonato de esta era moderna, “The International” de Dota 2, se celebró hace poco más de 10 años, lo cierto es que seguimiento de estos acontecimientos se ha disparado desde 2017 y sus previsiones de crecimiento se mantienen, pudiendo llegar a los casi 600 millones de espectadores en un par de años.
El celular se impone
Existe una marcada tendencia, visible en los últimos años y que coincide con los avances tecnológicos en materia de dispositivos móviles, de utilizar los celulares como herramienta principal para disfrutar de los videojuegos. Ese particular tiene un reflejo también en los títulos que están adquiriendo relevancia en los eSports. Así, mientras LOL, Dota 2 o Counter Strike siguen reinando en estas competencias, los Free Fire, PUBG o COD Mobile cogen fuerza con el paso del tiempo.
Tal vez uno de los casos que mejor ejemplifica la tendencia creciente del dispositivo móvil en estas competiciones fuese la aparición de LOL: Wild Rift. Nos referimos a la versión para móvil del estandarte de los eSports, el League of Legends. Su lanzamiento fue una decisión meditada, no sólo para aprovechar el tirón que tiene su “hermano mayor”, que reina en audiencia (en el apartado de horas consumidas) y en movimiento en webs de pronósticos donde se realizan las apuestas para las competiciones de LOL, sino también para hacerse con el público creciente que ve en los móviles algo mucho más cercano a su propia experiencia como “gamer”. De hecho, Wild Rift ha estado celebrando estos días su prestigioso Icons Global Championship 2022, con un premio de 640.000 dólares para el campeón.
Sin embargo, el dato definitivo viene al analizar la audiencia de 2021 en materia de pico de espectadores. El “Free Fire World Series Singapore 2021”, del popular “shooter” para celular, congregó a 5,41 millones de espectadores simultáneos, colocándose en la primera posición en esta categoría, incluso por delante del “LOL Worlds 2021”, de League of Legends, que llegó a los 4,01 millones de punta. Pero es que el tercer lugar fue para la Temporada 0 del “Campeonato Global de PUBG Mobile”, con 3.8 millones de espectadores, otro de los reyes de los dispositivos móviles. Y en el cuarto y el quinto sigue la tendencia con dos campeonatos del Mobile Legends: Bang Bang, el MOBA de los celulares.
El avance tecnológico, aspecto clave
El hecho de que los “gamers” utilicen, cada vez más, el móvil para jugar implica que su conocimiento de estos títulos enfocados para este dispositivo va en aumento. Y ver competir a jugadores de primer nivel a los juegos que estos seguidores tienen como preferidos genera una gran expectativa en ellos. Este fenómeno va en aumento gracias a las innovaciones técnicas, que incluyen mejores procesadores, más memoria, pantallas de mejor calidad y una red de intercambio de datos más rápida y de menor latencia. Por todo ello, los nuevos videojuegos para celular son más modernos, de mayor calidad y evocan una mejor experiencia para el usuario. De hecho, el despliegue final de la red 5G aún va a potenciar más este efecto.
Por supuesto, veremos cierta rotación en los juegos que van a llegar y mantenerse en la cima de los eSports, a nivel de seguimiento, lanzados para dispositivo móvil. Un buen ejemplo es lo acontecido con Clash Royale, pionero en estos lares al crearse, en 2018, la “Clash Royale League”, pero que perdió fuelle al poco tiempo por su carácter individual, dejando paso a otros títulos como Brawl Stars o PlayerUnknown’s Battlegrounds (PUBG), que se han ido consolidando estos últimos años.
Otro caso curioso ha sido el de Fortnite, uno de los que más relevancia ha obtenido en la época moderna y que, sin embargo, no ha acabado de triunfar en el apartado de los deportes electrónicos; algunos acusan a Epic Games, su desarrolladora, de destinar una cantidad muy escasa en materia de premios para los ganadores, en comparación con otras competencias de esta categoría.
