Hoy levantamos la copa por el Mac: cumple 36 años

La historia del Mac bien podía haber sido una de tantas cortas trayectorias de productos innovadores que no consiguen despegar.

Como tantos visionarios, Steve Jobs apostó todo lo que era a que el Macintosh era el futuro. Con una directiva en contra, con gran parte de la empresa en contra, con el mercado en contra…

Las piezas que había unido en su cabeza: el ratón del MIT, el interfaz visual, las tipografías que estudió en la Universidad, sólo las podia ver él.

Además era Steve Jobs y no podia estar equivocado. Su destino era cambiar el mundo.

Aislado en su edificio, con su banda de piratas que le seguirían hasta perder la salud, la pareja, la noción de lo que era correcto y lo que no, a cambio de un poco de la gloria que Jobs les prometía.

Si algo se le puede reconocer a Jobs es que sabía persuadir, convencer. Sabía extraer lo que la gente tenía dentro y que ellos no sabían que atesoraban.

Como tantos han reconocido, era capaz de exprimir a una persona hasta dejarla seca, y que se sintieran agradecidos por ello.

El Macintosh vino al mundo el 24 de Enero de 1984

Claro que el camino hasta la presentación del original Macintosh quedó sembrado de cuerpos que no consiguieron completar la travesía. Unos se retiraron voluntariamente, incapaces de aguantar la presión y el ego del director, posiblemente, viendo lo marginado que estaba Jobs en su propia empresa, pensando que era una guerra perdida. A otros simplemente no les dio la reserva para más. Agotaron su motor hasta reventarlo y quedaron aparcados en un margen del camino, dedicados a otras cosas, menos ambiciosas pero que les permitía tener una vida.

El Mac estuvo a punto de no sobrevivir porque nació en un momento crítico: una dirección de Apple empeñada en estirar la vida de productos que se estaban quedando obsoletos y un marginado Jobs, empeñado -una vez más- en su visión mesiánica que salvaría a la compañía, pero con los recursos justos para desarrollarlo.

Jobs necesitaba que Apple pusiera todo lo que tenía en desarrollar el potencial del Macintosh y Apple necesitaba un nuevo producto que le permitiera seguir siendo relevante.

Afortunadamente para la historia, para nuestra historia, el fracaso de la dirección se precipitó más rápidamente que el fracaso del Macintosh, aunque por el camino se cobrara el puesto de Jobs, que se tuvo que exiliar a la isla de Next, donde seguir con su visión (y volver a fracasar).

Aquellos fracasos moldearon al Jobs 3.0 que relanzó Apple a las alturas a las que vuela hoy.

El Macintosh, presentado originalmente como un ordenador todo en uno, sigue hoy presentando la misma forma.

Los tiempos han cambiado, los monitores de tubo ya son historia, la potencia de los chips ha alcanzado cotas inimaginables, ha conocido tres chips diferentes (y estamos a punto de entrar en la cuarta) pero sigue siendo una silueta reconocible y un hilo conductor de la historia de Apple que no puede ignorarse.

En esta historia, mención especial merece el iMac

A sus 36 años sigue siendo un madurito atractivo, en excelente forma, y capaz de adaptarse a todo lo que la tecnología demande: desde una versión ultra potente para profesionales hasta un ordenador para educación.

Y si el futuro exige pantallas antigravedad con proyecciones holográficas tridimensionales con realidad aumentada e inteligencia artificial generada por ondas mentales, podemos asegurar que habrá un iMac que podrá hacerlo.

Fuente

Así que hoy va por ti, Macintosh, Mac para los amigos, por todo lo que nos ha dado y por todo lo que te queda por dar.

Alf

Propietario de www.faq-mac.com.

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