Todo el mundo habla de inteligencia artificial, servicios 5G, la nueva ola 3.0, y parece que las desigualdades que la nueva era informática prometía eliminar empiezan a desarrollarse de una manera muy similar en el mundo virtual.
Mientras unas empresas aparentan estar viviendo un siglo por delante, otras experimentan dificultades para trasladar sus operativas a herramientas electrónicas.
Todo el personal de campo dispone un móvil inteligente, y han comprendido rápidamente las ventajas que les aporta: en un mismo dispositivo ahora tienen la agenda, calendario, callejero, correo electrónico,… pueden hacer fotografías, grabar vídeos, tomar notas, y, por supuesto, realizar llamadas.
El teléfono móvil y poco después las tablets han permitido una comunicación instantánea -tanto para enviar como para recibir- que hace pocos años era impensable.
Los delegados iban equipados con un aparato y sistema diferente para cada necesidad, con sus maletines llenos de agendas, hojas, cuadernos, cámaras de fotos o vídeos… Ahora con un sencillo gesto de meter la mano en el bolsillo, en el caso de los teléfonos móviles, o de sacarlo de su funda, en el caso de las tabletas, tienen todo lo que necesitan.
Sin embargo, en el largo camino hacia la productividad y la eficiencia hay un campo que está avanzando más lentamente, por su propia naturaleza.
La recogida de datos sobre el terreno (field service management) sigue siendo uno de los obstáculos para cerrar el círculo de la digitalización de la información. En muchos casos es el origen y culpable de errores y retrasos que podrían eliminarse fácilmente si se utilizaran soportes digitales.
Vamos a repasar algunos de los problemas más importantes
- Aumenta el número de pasos: mientras que los backoffice hace mucho que hicieron la transición digital, el operador tiene que rellenar a mano los campos, que luego alguien (él mismo u otra persona) tendrán que transcribir para poder introducirlos en el sistema.
- Multiplica la posibilidad de errores: toda acción manual está sujeta a errores, pero si además hay que repetirla varias veces, con datos tomados a toda velocidad y en condiciones no óptimas, que luego hay que reinterpretar para teclearlos, la posibilidad de que haya diferencias entre el original y el documento digitalizado es muy grande.
- Retrasa la disponibilidad de la información: Los datos no estarán disponibles para procesarse hasta que el agente que los recopila llegue a la oficina para entregarlos. Dependiendo de las rutas y el área a cubrir esto puede suponer horas, días y hasta semanas.
Hoy en día hay numerosas aplicaciones disponibles para resolver los problemas que plantea la gestión del trabajo fuera de la oficina, la movilidad y, en consecuencia, el Field Service Management.
Desgraciadamente, en muchos casos, el responsable de la transición digital se encuentra con el problema de descubrir, conocer y comparar las diferentes opciones disponibles para determinar cuál es la que mejor se adapta a las necesidades de la organización.
Por suerte, servicios como el que ofrece Appvizer son una excelente puerta de entrada para obtener una visión general de las opciones disponibles en iOS, Android, Mac y PC, si tienen una versión de prueba que permita evaluarlas y dónde encontrarlas.
De esta manera, progresivamente, se irá eliminando uno de los grandes obstáculos que tienen muchas empresas para optimizar su flujo de trabajo digital, consiguiendo una disponibilidad inmediata de los datos, una trazabilidad completa de su evolución y una atención sobresaliente hacia el cliente, fomentando su satisfacción y fidelización al tiempo que se evitan errores y repeticiones.
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