Pisando minas

Este tipo de herramientas buscan suplir el desconocimiento del usuario realizando una serie de tareas de limpieza que supuestamente mejoran el rendimiento del Mac. Hay casos sangrantes como el nefasto MacKeeper  y otras herramientas de esa cuerda que no son más que simple y llanamente una estafa, pero hay otras muchas más, que, aunque han sido desarrolladas con un perfil legítimo de ayuda, al final causan más problemas de los que solucionan.

El uso poco transparente de este tipo de herramientas es un grave problema. El usuario piensa que va a mejorar el rendimiento del ordenador y las utiliza sin saber realmente qué hacen porque los procesos que se realizan por detrás no son transparentes y los problemas que pueden causar a toro pasado acaban siendo bastante graves porque mientras que un bug en una aplicación nos impide utilizarla o una parte de ella y sus documentos, al modificar el sistema usando estas aplicaciones no solo afectará al motor que gestiona todo el Mac, sino también a todos sus datos porque requieren acceso a nuestra contraseña de administrador. Es como andar por un campo de minas con un plano  que nos han dado y todo parece estupendo hasta que acabamos pisando una mina.

Lo que ocurre en muchos casos es que Apple lanza una actualización del sistema en la que realiza modificaciones al mismo para un uso en el que no está contemplado el uso de estas aplicaciones. En un entorno perfecto, los desarrolladores de estas aplicaciones deberían estudiar las betas para ver cómo afectan durante ese periodo los cambios realizados por Apple a su aplicación y así publicar una actualización que acompañe esos cambios pero nos encontramos con las siguientes situaciones:

  • Apple lanza una actualización del sistema con cambios. El desarrollador de la aplicación lanza una actualización, pero tú no actualizas y ejecutas la aplicación. Resultado: desastre.
  • El desarrollador no ha hecho ningún estudio de la actualización durante el proceso de beta y cuando Apple lanza la actualización del sistema y se ejecuta su aplicación, ocurren un montón de desastres, hay quejas, y entonces sí hace el correspondiente desarrollo, lanza una actualización, pero los usuarios en medio de esta situación han destrozado el sistema. Resultado: desastre.
  • El usuario confía en las aplicaciones y en sus características, algunas de ellas de fantasía, para tunear y mejorar el rendimiento pero no saben realmente cómo afectará esto al sistema y sus aplicaciones, como eliminar el soporte para otros idiomas para ahorrar espacio en el disco y que aplicaciones dejen de funcionar porque solo están disponibles para un idioma específico. Resultado: desastre.

Las herramientas automatizadas para el tuneo del sistema están bien solo cuando tú sabes  que hacen y cómo lo hacen y estás dispuesto a asumir riesgos. Cuando las utilizas a lo loco, la mayoría de las ocasiones puede que acabes pisando una mina. Y cuando se trata del sistema, sobre todo si no tienes ese tipo de conocimiento que tanto me esfuerzo en compartir, acabarás teniendo que reinstalar con suerte, y perdiendo datos en otras ocasiones y mientras lo primero es un fastidio, lo segundo es un desastre si no tienes encima copia de seguridad.

4 Comments

  1. ichocobo

    Pues yo con onyx llevo un sin fin de años y nunca jamás he tenido ningún problema, y cada vez que veo un poco tonto el sistema lo ejecuto y todo vuelve a ir como la seda…

  2. Fredy Garcia i Gascons

    Gracias Carlos por el artículo (me siento aludido). Yo siempre he utilizado Onix sin ningún problema. Ahora con Clean My Mac…Al final ellos me han dado la solución que yo ya había empleado (reconstruir los ficheros de Mail). Iré con cuidado con su utilización. Cuando note funcionamiento raro, veré como lo solucionamos. Muchas gracias por tus comentarios.

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