Vacaciones y nos vemos el lunes

Llegados a este punto, es totalmente ilusorio decir que te “vas a desconectar” cuando tu vida y tus negocios  están tan íntimamente relacionados con internet que por mucho que lo intentes, la bola sigue rodando y simplemente pensar que no existe no quiere decir que no te vaya a alcanzar y aplastar. Así que no queda otro remedio que, a pesar de no querer, estar presente. Aunque solo de cierta forma.

En estas situaciones truco es tratar de limitar los momentos que pueden considerarse laborales a tres momentos específicos del día: primera hora de la mañana (o cuando te levantes), justo antes de comer y última hora de la tarde. Es el momento, básicamente, para controlar el correo electrónico o cualquier otro sistema de comunicación que implique cierto nivel de trabajo. Esto no quiere decir que no puedas seguir interactuando con tus redes sociales personales, aunque sinceramente y teniendo un par de días laborales de vacaciones, no creo que tenga mucho tiempo y ganas de andar mirando Twitter y más si está la familia.

El segundo paso es cargar toneladas de música, para mi y para el resto. Viajar es lo que tiene, que es propenso a que tengas tiempo por fin a disfrutar, y más si vas a tener que hacer unos cuantos kilómetros, esa música que te motiva, relaja o que simplemente será la banda sonora perfecta para tus horas de asueto. Y el iPhone va cargado tanto para mi como para la familia, en un muy difícil intento de aunar voluntades y gustos que sabes perfectamente que no contentarán a todo el mundo pero ya se sabe, ¯\_(ツ)_/¯.

El tercer paso es hacer la lista de la electrónica. Cada viaje tiene su propia lista de electrónica por mucho que nos empeñemos en desconectar: cargadores, cables y adaptadores tienen su propio hueco en la maleta y es conveniente hacer una lista de lo que realmente vas a necesitar obviando todo aquello que es innecesario. No hace falta que eches el iPad a la maleta si tienes previsto descansar “por si acaso pasa algo” porque simplemente, ya se hará a la vuelta. Nada es tan urgente que no puedas solucionar en un par de días. Esa lista es esencial pero obligatoriamente ha de ser lo más reducida posible: nada que no vayas a utilizar, eliminando los “por si acaso” de la misma manera que no te vas a llevar un smoking en la maleta por si da la casualidad que te invitan al Baile de la embajada.

Así que amigos y queridos lectores, nos volveremos a ver el lunes. Espero que estos cuatro próximos días encontréis vuestras razones para descansar también, aunque sea un poquito. Un abrazo a todos.