Pregúntale a cualquiera y te dirá que el iPod ha cambiado la industria de la música. Lo que no te contarán, un secreto un tanto más escondido pero igual de profundo, es el impacto que tiene la música y el pequeño dispositivo de Apple en las vidas de aquellas personas que sufren algún grado de demencia.
La experimentación con el iPod y las pérdidas de memoria empezó cuando Dan Cohen, un trabajador social de Long Island (Nueva York), distribuyó 200 iPods a cuatro centros de acogida en 2008.
«Sabía que la música era la primera actividad del día en estos centros, así que pregunté si podría haber algún valor añadido se personalizábamos la experiencia» ha comentado Cohen a Mashable.
Cuando Cohen incluía reproducciones de canciones que los pacientes escuchaban cuando eran jóvenes, observó que la capacidad de interacción social, actividad y felicidad de los residentes mejoraba. En el vídeo, puedes ver las reacciones de un paciente, Henry, de 94 años, que ha pasado de ser una persona sin respuesta alguna a convertirse en una persona totalmente diferente, un hombre más vivo que canta, tararea, sonríe e interactúa con su entorno. El vídeo de Henry, que es el trailer de un documental sobre el trabajo de Cohen, ha sido visto más de 6 millones de veces en YouTube desde abril.
«Estoy loco por la música, maravillosa música, maravilloso sonido» dice Henry después de escuchar música en su iPod.
Las observaciones de Cohen sobre el efecto del iPod en los pacientes con demencia le llevó a fundar «Music & Memory«, una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es donar iPods a este tipo de centros. Cohen actualmente ha conseguido un millón de iPods a través de donaciones a la web de Music & Memory así como gracias a donaciones en huchas en los teatros de Broadway.
«En los centros, habitualmente escuchas lo que te ponen» indica Cohen, espaciando las ventajas del iPod. «Cuando empezamos a asignar iPods a las personas, los cargábamos con la música que le es familiar, permitiendo un comportamiento más tranquilo y relajado«.
De momento, Cohen sabe de más de cincuenta centros de este tipo en quince estados que están usando su técnica de utilización de música personalizada a través de los iPods. la cifra podría ser mucho mayor, porque ha enseñado esta técnica a los residentes más jóvenes de estos centros.
El documental de próximo estreno, Alive Inside, dirigido por Michael Rossat-Bennett se estrenará a finales de 2012, aunque está terminado y se está esperando para poder estrenarlo en el circuito de festivales antes de un estreno oficial.
Fuente: Mashable
Me parece un articulo muy interesante, pero lo que realmente prova el impacto en el cerebro es la música, independientemente del dispositivo desde el que se reproduzca.
Si les hubieran puesto un MP4 marca nisu, o un Microsoft Zune, o cualquier otro reproductor con la misma selección de música a cada paciente, habrían reacionado del mismo modo.
Queda muy bien barrer para cas, pero hay que ser objetivo. El iPod no hace milagros. la música provoca las reacciones en el cerebro.
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Si les hubieran puesto un MP4 marca nisu, o un Microsoft Zune, o cualquier otro reproductor con la misma selección de música a cada paciente, habrían reacionado del mismo modo.
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+1.
#1 y #2 Lo que queráis. pero al final lo hicieron con un iPod, ni con un MP4 Nisu, ni con un Zune. A lo mejor es que era más fácil de gestionar.
Con música por altavoces o hasta en vivo, o cantándole la canción también.
Está claro que es la música, pero incluso evocar cualquier recuerdo importante para él también puede provocar reacciones parecidas. Cualquiera que haya tenido a su cargo a una persona así sabe de lo que hablo.