Un impulso a la nanociencia gracias a un material con estructura de malla en forma de colmena

Los avances de las nanociencias siguen actuando como motores del desarrollo de aplicaciones innovadoras en diversos campos, desde dispositivos comerciales hasta terapias médicas. Ahora llega una nueva nanoestructura para reforzar aún más el potencial de este campo para mejorar la calidad de vida.

Durante cierto tiempo, la investigación ha estado centrada en lograr el autoensamblaje de nanoestructuras para emplearlas en aplicaciones de alta tecnología. Las nanomallas, recientemente descubiertas, acercan un paso más a la meta los esfuerzos invertidos en esta dirección. El nuevo material dispone de un diminuto patrón con forma de colmena que forma un fuerte revestimiento sobre una superficie de metal concreta. La nanoestructura de nitruro de boro hexagonal (h-BN) se ensambla automáticamente y da forma a una estructura similar a una malla, cuyas dimensiones y propiedades de robustez la convierten en un interesante y nuevo candidato para las futuras necesidades de sistemas de andamiaje en la nanotecnología.

El proyecto «Nanomalla de nitruro de boro como andamiaje para nanocatalizadores, nanoimanes y superficies funcionales» (Nanomesh) tenía como principales objetivos comprender los procesos de autoensamblaje del material y descubrir cómo se podrían controlar los parámetros de la malla. Este consorcio, formado por nueve miembros y financiado con fondos de la UE, también pretendía investigar si era factible utilizar esa malla para producir nanocatalizadores, nanoimanes y superficies dotadas de funcionalidad.

Los miembros del equipo fueron capaces de investigar, evaluar y, en algunos casos, demostrar en la práctica las prometedoras aplicaciones de la nanomalla. Los resultados del estudio permiten comprender con claridad las películas de nanomalla y entender mejor sus mecanismos de autoensamblaje y desestructuración. Los participantes lograron detectar y poner a prueba precursores y sustratos alternativos que podrían utilizarse para la producción masiva de este innovador material. Quedó totalmente establecida y confirmada la capacidad que tienen los poros para atrapar funcionalmente moléculas orgánicas, lo que suscitó interés en el área de las aplicaciones biotecnológicas.

Pese a no obtenerse resultados positivos al aplicarla a dispositivos electrónicos, la estructura de monocapas engarzadas de h-BN sí demostró ser estable en condiciones de vacío, en medios aéreos, en ciertos líquidos y con temperaturas de hasta 796 °C. Esto ha despertado el interés en otros campos de los que en principio no se esperaba.

Los socios del proyecto Nanomesh informaron sobre las actividades y los resultados en conferencias nacionales e internacionales, publicaron artículos en revistas profesionales especializadas y aportaron una entrada de gran importancia a la Wikipedia. Parte de su éxito consiste en la popularización del material entre las comunidades científicas dedicadas al estudio de los materiales y la nanotecnología.

Fuente: Cordis

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