Descubierta una relación entre una proteína coaguladora y el cáncer

Una investigación innovadora realizada en Alemania informa que las células sometidas a presión aumentan la producción de trombina, un importante coagulador. El estudio, presentado mediante un artículo de la revista Molecular Cell, proporciona datos nuevos sobre la forma en la que las células cancerosas podrían beneficiarse de este proceso. La comunidad científica puede emplear esta información para desarrollar formas nuevas de tratar distintas afecciones.

El estrés se consideraba hasta ahora como un indicio de peligro inminente que podría desembocar en pérdidas de sangre. Expertos en la materia indican que el organismo aprende a sobrellevar el estrés mediante la acumulación de factores de coagulación. Investigadores de la MMPU («Unidad de la Asociación sobre Medicina Molecular»), una asociación creada en 2002 entre el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) y el Centro Médico de la Universidad de Heidelberg (Alemania), indican que sus descubrimientos no sólo serán útiles contra el cáncer, sino también contra la septicemia, una afección caracterizada por la presencia de organismos patógenos en el torrente sanguíneo (infección de la sangre). Como resultado se produce un aumento en la coagulación de la sangre, una de las principales causas de muerte según los expertos.

Los pacientes de cáncer presentan un mayor riesgo de formar coágulos sanguíneos, circunstancia documentada por primera vez en el siglo XIX por el médico francés Armand Trousseau. Asimismo, recientemente se ha determinado que las personas con una mayor actividad de coagulación sanguínea poseen un riesgo superior de desarrollar cáncer que el resto de la población. Además, estudios recientes han revelado que los anticoagulantes podrían ser útiles en la prevención del cáncer y como herramienta terapéutica. No obstante, hasta ahora no se había descubierto la conexión entre la progresión del cáncer y los coágulos sanguíneos, al menos hasta el estudio mencionado.

«Por primera vez disponemos de una posible explicación de esta relación tan poco clara entre el aumento de las actividades procoagulatorias y el cáncer», indicó Sven Danckwardt de la MMPU.

La cantidad de trombina producida por las células del organismo es regulada por dos tipos de proteína: las que aceleran la producción y las que la frenan. Los investigadores indican que ambas actúan uniéndose a la maquinaria celular responsable de la síntesis de trombina. En circunstancias normales la concentración de trombina se mantiene a raya gracias a la producción de las segundas.

Gracias a este estudio se descubrió que otra proteína, la p38 MAPK (quinasa activada por mitógeno), se activa cuando las células se enfrentan a estrés inflamatorio. P38 MAPK añade un marcador químico a las proteínas que frenan la producción de trombina. Así se dificulta su unión a la maquinaria sintetizadora del agente coagulador y las proteínas aceleradoras pueden tomar el control.

El equipo indicó que la inflamación producida por cáncer podría aumentar la concentración de trombina y su acción coagulante explicaría por qué aumenta el riesgo de los pacientes de cáncer de sufrir coágulos. Este mecanismo de regulación génica recién descubierto puede aplicarse a otros genes, según el equipo.

«Si se conoce con exactitud las moléculas concretas involucradas y cómo actúan, es posible generar aplicaciones médicas, sobre todo si se tiene en cuenta que ya se están sometiendo a ensayos clínicos tratamientos farmacológicos que inhiben la p38 MAPK en otras enfermedades», expuso Matthias Hentze, director asociado del EMBL y codirector del MMPU. «Estos fármacos pueden ser candidatos adecuados para terapias contra el cáncer o la septicemia.»

El estudio de muestras de hígado de ratones septicémicos mostró que la p38 MAPK influye en la producción de trombina durante la septicemia. Además de su función como agente coagulador, la trombina contribuye al desarrollo de nuevos vasos sanguíneos y es capaz de degradar la matriz extracelular que mantiene a las células unidas.

El equipo indicó que existe la posibilidad de que las células cancerosas sean las responsables de aumentar la producción de trombina con el fin de acelerar la expansión del tumor, al facilitar la invasión de tejidos sanos y crear nuevos vasos sanguíneos que alimentan a las células tumorales de nueva producción. Esta podría ser la razón por la que los individuos aquejados de problemas de coágulos sanguíneos son más propensos a desarrollar cáncer.

Para más información:

MMUP («Unidad de la Asociación sobre Medicina Molecular»):

http://www.embl.de/ExternalInfo/molmedpu/

Molecular Cell: http://www.cell.com/molecular-cell/home

Fuente: Cordis

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